agosto 10, 2010

Conclusiones del taller de lectura Nº 16

Conclusiones del taller de lectura Nº 16
La historia me absolverá
por Fidel Castro

Segunda parte

El célebre discurso de Fidel ante el Tribunal de Urgencia se presenta en el nuevo milenio como el alegato revolucionario más importante del siglo XX denominado “La Historia me Absolverá”, no solo es cubano, sino latinoamericano y mundial. Este documento de enorme trascendencia jurídica y política es el programa y el acta de nacimiento de la Revolución, que triunfa en 1959 y que en 1961 proclamó su carácter socialista.

En esta segunda parte del texto, que va desde las página 17 a la 32 inclusive, Fidel denuncia la grave situación social que vive el pueblo cubano, considerando como pueblo a los desocupados, los obreros del campo, obreros industriales, los pequeños agricultores, maestros, profesores, pequeños comerciantes y profesionales jóvenes que no encuentran una salida laboral.
Después de tomar el cuartel Moncada serían proclamadas las cinco leyes revolucionarias.
La primera ley volvía a poner en vigencia la Constitución de 1940;
La segunda ley, concedía la propiedad de la tierra a los pequeños colonos que ocupasen parcelas de menos de cinco caballerías, indemnizando el Estado a sus anteriores propietarios, en base a la renta obtenida en diez años por el uso de esas tierras;
La tercera ley revolucionaria otorgaba a los obreros el 30% de las utilidades de las grandes empresas;
La cuarta ley concedía a todos los colonos el derecho a participar del 50% del rendimiento de la caña de azúcar;
La quinta ley revolucionaria ordenaba la confiscación de todos los bienes mal habidos por parte de los malversadores de todos los gobiernos, pasando éstos a engrosar las cajas de los retiros obreros y a los hospitales. Se declaraba además que Cuba sería solidaria con los pueblos democráticos del continente, dándole asilo a los perseguidos políticos. También serían proclamadas otras leyes fundamentales como la reforma agraria, la reforma de la enseñanza y la nacionalización de los trust eléctrico y telefónico. Los problemas de la tierra, la industrialización, la vivienda, el desempleo, la educación y la salud son los seis puntos a abordar, junto a la conquista de las libertades públicas y la democracia política.
Fidel hace de esta manera una detallada descripción del abandono al que está sometido el pueblo cubano, con una profunda sensibilidad social, recordando las palabras del Apóstol José Martí: “Un pueblo instruido será siempre fuerte y libre” y “El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber”.
Volviendo a la gesta del cuartel Moncada, Fidel menciona con cuanto sacrificio colaboró el pueblo cubano para armar a ese grupo que conformó “la juventud del centenario” (del natalicio de José Martí), y del alto precio que les hizo pagar la tiranía por querer liberar a Cuba de la opresión y la injusticia. También menciona las mentiras de Batista para justificar el golpe de estado (cuartelazo) del 10 de marzo de 1952, y de todos los obstáculos que pusieron para evitar la comparecencia de Fidel en el juicio por el asalto al Moncada, cuya responsabilidad él asumió públicamente. A continuación denuncia Fidel de las horrendas torturas a las que fueron sometidos los prisioneros y de los setenta asesinatos que cometieron los hombres de Batista por expresa orden suya, ya que no podía soportar el deshonor y la vergüenza de haber tenido en el combate tres veces más bajas que los atacantes. Fue ésta la página más triste y sangrienta de la historia cubana por el número de víctimas y por la crueldad por parte de sus victimarios, que tenían la orden de matar a diez prisioneros por cada soldado muerto.
Durante el debate al final del taller se concluye que éste alegato está redactado de una forma inusualmente impresionante, teniendo en cuenta que su autor, Fidel Castro, sólo contaba con 27 años de edad, y que fue una defensa extremadamente valiente. Nos comenta Darío Dutch, que para estos procesos pueden aplicarse dos tipos de estrategias jurídicas, el proceso de connivencia con la constitución y las leyes vigentes, y el proceso de ruptura, denunciando la ilegitimidad del tribunal actuante. Fidel durante su defensa y la de sus compañeros durante el juicio por el asalto al cuartel Moncada adopta este último, es decir el proceso de ruptura, ya que Batista al tomar el poder mediante el cuartelazo del 10 de marzo de 1952, desconoce la Constitución del año 1940, poniendo ilegítimamente en vigencia un estatuto engendrado por los mismos militares golpistas. Existe, y está reconocida internacionalmente una ley de guerra, la ley marcial que fue impuesta después de la segunda guerra mundial, y que establece un trato humanitario hacia los prisioneros y hacia la población civil, y que fueron totalmente respetados por los jóvenes insurrectos y revolucionarios.
La actual Constitución Argentina prevee fuertes sanciones y que están penalizadas por la ley, a quienes intentan destituir cualquier gobierno legalmente constituido, en defensa de la democracia. Esto quedó establecido en el año 1991, como parte del famoso “pacto de olivos”.
Surge también como concepto, durante el debate, que un proletario es un trabajador que posee conciencia de clase.

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 7 de agosto de 2010