noviembre 10, 2010

Conclusiones del taller de lectura Nº 19

“El diálogo de América”

Salvador Allende – Fidel Castro

Es un diálogo entre Salvador Allende y Fidel Casto durante la visita de este último a Chile en el año 1972, coordinado por el periodista Augusto Olivares.

En América Latina se ha producido el fenómeno de la transición al socialismo, tanto en Cuba como en Chile, con características diferentes. 
El caso chileno se lo denomina “vía chilena”, que Salvador Allende lo define como el camino de adecuación de su propia realidad en cuanto a las tácticas y la estrategia, ya que no es dentro del régimen capitalista y del reformismo donde se podrán alcanzar las transformaciones necesarias. 
En Cuba esta transformación se inicia a partir de la lucha armada con un reducido grupo de hombres que actuaron como un motor pequeño que permitió arrancar el gran motor de la historia, que son las masas, apoyadas fundamentalmente por los obreros y algunos intelectuales. 
En Chile fue precisamente la clase obrera la que se organizó con la dirigencia de Luís Emilio Recabarren. 
Para esto fue muy importante la unificación, en el año 1939, de la Central Única de Trabajadores (CUT). 
En Chile fue fundado el Partido Comunista más antiguo de América Latina, que organizó su primer Congreso en el año 1915, y a partir del año 1951 junto al Partido Socialista comenzaron a transitar un camino común, con proyecto de clase. 
En Cuba lo que movilizó a las masas fueron las luchas del pueblo oprimido contra los opresores y la humillación imperialista. 
Chile debió enfrentarse a grandes obstáculos impuestos por la oligarquía y respaldada por el imperialismo, con un gobierno que no poseía la mayoría, pero con un fuerte peso en el congreso. Obstáculos, como por ejemplo los medios de prensa en manos de la oligarquía, que mienten, calumnian y tergiversan. Sin embargo recuperó para el pueblo las empresas de explotación del cobre, el hierro, el acero y el salitre que conforman las riquezas básicas de Chile. 
Fidel plantea la posibilidad de una resistencia violenta por parte de grupos fascistas, que se oponen a los cambios que el pueblo y la Unidad Popular quieren llevar adelante, ya que éstos siempre los mantuvieron y los defendieron por medio de la violencia. 
En Cuba el proceso revolucionario encontró su mayor obstáculo desde el orden exterior, ya que por ejemplo la reforma agraria afectó los intereses de varias compañías de los EE. UU., como por ejemplo la United Fruit Copany, que cultivaban las mejores tierras con la caña de azúcar, lo que provocó una lucha frontal contra el imperio, que dura ya más de trece años. 
La presencia de Fidel Castro en Chile fortifica el proceso revolucionario latinoamericano, y esto ha provocado el recrudecimiento del proceso contrarrevolucionario por parte del imperialismo. 
Salvador Allende considera que en Chile el imperialismo no va a intervenir materialmente, pero sí buscará otros caminos y él está dispuesto a luchar por hacer posible el camino al socialismo, hasta las últimas consecuencias. 
La razón por la que Cuba ha logrado resistir frente al enemigo, que está sólo a noventa millas, ha sido por la unidad del pueblo cubano, sin elementos de división y que está dispuesto a luchar hasta la última gota de sangre bajo la consigna de Antonio Maceo: “quien intente apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si es que no perece  en la demanda”. 
Cuba y Chile están a la vanguardia del proceso revolucionario en América Latina y el mundo, donde el capitalismo ha demostrado su ineficacia. 
Fidel dice que nuestro continente tiene en su vientre una criatura que se llama Revolución y que necesariamente nacerá, aunque el parto sea institucional, normal o quien sea la partera que recoja a la criatura.

Durante el debate que provocó la lectura de este texto, resalta la necesidad de la unidad del pueblo, para enfrentar estos procesos revolucionarios.
Se destaca la intelectualidad de Luís Emilio Racabarren, quien como obrero del salitre en Chile, creó allí el Partido Comunista.
En base a la intelectualidad se elevan los niveles de conciencia del pueblo.
En Chile se llegó al gobierno, pero no al poder.
Tanto el Partido Socialista como el Partido Comunista en Chile, tenían concepción de clase.
El mejor arma de penetración que posee el imperio, son los medios de comunicación.
El proceso revolucionario chileno ha dejado una valiosa experiencia para los actuales procesos latinoamericanos.
Analizando las causas del golpe de estado en Chile con el derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular, se mencionó el “tanquetazo” que se produjo unos días antes, el cual no fue debidamente condenado.
Hubo una correlación de la fuerza política no suficiente, para torcer el brazo a la derecha golpista.
Unos días antes del golpe de estado, en una reunión que sostuvieron los dirigentes de la Unidad Popular, con la presencia de Carlos Prat, general del ejército chileno, éste alertó que se venía el golpe de estado, y propuso que el ejército afín al gobierno, conjuntamente a las milicias populares tomaran las armas. El secretario general del Partido Socialista, Altamirano, estuvo de acuerdo pero que la defensa se realizara bajo su mando, y no bajo el mando de Salvador Allende, lo que produjo la división, y consecuentemente la falta de coordinación en el proceso, favoreciendo la toma del poder en Chile por parte de los militares, con el asesinato de Salvador Allende y un gran número de personas allegadas al gobierno chileno.

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 6 de Noviembre de 2010