Taller de Lectura N° 89, su síntesis y conclusiones -
Setiembre de 2016
A debate la
Conceptualización del modelo cubano: ¿Cuál es la novedad?
Por: Rosa Miriam Elizalde
12 junio 2016 – Tomado de Cubadebate
Transcribimos el diálogo que sostuvimos con los economistas, ambos
doctores en ciencias, José Luis Rodríguez y Jorge Barrera Ortega, con el que
iniciamos una serie para debatir los documentos del VII Congreso del PCC. Esta
vez hablamos sobre la novedad e importancia de la “Conceptualización del modelo
económico-social cubano de desarrollo socialista”, y en particular sobre el
sistema de propiedad que este documento refrenda para Cuba.
Rosa Miriam: Hola,
amigos de Cubadebate. Transmitimos este podcast desde los Estudios Balari, en La Habana Vieja, donde
nos acompañan dos expertos en economía, el doctor José Luis Rodríguez, asesor
del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, y el doctor Jorge Barrera,
profesor de la Facultad
de Contabilidad y Finanzas, de la Universidad de La Habana.
El tema que nos ocupa
hoy está agitando la política nacional, con un debate que comenzó en el VII
Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en abril, y que a partir del
15 de junio se instala en todo el país, en torno a dos documentos generados por
esta cita partidista. Uno de ellos, la
Conceptualización
del modelo económico-social cubano de desarrollo socialista, es el que
vamos a comentar hoy. Prometo que vamos a tener otros especialistas que nos
ayuden a entender y explicar los conceptos que están reflejados en este
documento, pero quisiera que nos concentremos ahora en el capítulo dos,
dedicado a la propiedad sobre los medios de producción.
Por supuesto, hay
muchas preguntas que han llegado a la redacción sobre este asunto, traigo
algunas para compartirlas con ustedes, pero creo que podríamos comenzar con una
pregunta que muchos se hacen: ¿Cuáles son las principales novedades
relacionadas con la propiedad que aparecen en esta conceptualización?
José Luis Rodríguez: Pienso, en primer lugar, que es
importante contar ya con un documento que —como este dice— al final tendrá que
ser actualizado en la misma medida que transcurra el tiempo y los temas habrá
que abordarlos con más amplitud.
El tema de la propiedad sobre los medios de producción en este
documento de la
Conceptualización ratifica el criterio de que la propiedad
socialista de todo el pueblo— que se manifiesta en Cuba como propiedad estatal—
va seguir siendo el elemento fundamental para el desarrollo de la economía
cubana.
Sin embargo, este concepto aparece ya por primera vez hace tiempo
—sobre todo a partir de la reforma constitucional del año 92 —cuando se abrió
el espacio para la propiedad mixta en Cuba, reconocida en la Constitución. Aquí
también se expande el concepto de propiedad cooperativa no solo en la esfera
agraria, que era donde estaba originalmente, sino también al sector no
agropecuario y la propiedad privada, que conceptualmente está bien enmarcada,
dado que normalmente se ha dado a conocer como propiedad de los trabajadores
por cuentapropia, que –en realidad- al final es propiedad privada. Se aborda
también con amplitud en este punto, me parece que da una visión mucho más
cercana a la realidad en estos momentos.
Tal vez lo más interesante y –hasta cierto punto novedoso- es desde el
punto de vista conceptual el reconocimiento al papel que desempeña la forma de
propiedad no estatal en la etapa actual del socialismo cubano, que lo primero
que hay que es que se trata de un modelo en construcción.
Estamos en una etapa en la que se construyen relaciones socialistas de
producción en un proceso no concluido y esto refleja además el nivel de
desarrollo que tiene la sociedad cubana, donde no es posible aspirar como se
decía en los clásicos del marxismo a una socialización directa e inmediata del
trabajo en la sociedad y es necesario que ante la imposibilidad de esa
socialización directa se reconozca el mercado para confrontar a través de él
aquellos elementos que no pueden socializarse directamente, lo cual implica
reconocer un espacio para la propiedad privada y la propiedad cooperativa
también. Es decir, creo que es un avance importante ese reconocimiento, muy
racional, que además rompe las tendencias que tuvimos anteriormente: primero en
los años 60, después a inicios del Período Especial cuando se trató
idealistamente de excluir estas formas que en realidad existían dentro de la
sociedad, solo que en forma de economía informal, es decir, su no
reconocimiento social llevaba a sumergir estas actividades.
Creo que en este momento es importante que exista ese reconocimiento y
que conceptualmente además se explique en este capítulo. Pudiéramos decir que
esa es en mi opinión, uno de los cambios más importantes que tiene el
documento.
Jorge Barrera: Quería agregar uno que me parece que
es de suma importancia. En el propio documento se expresa de forma explícita
que la propiedad mixta no necesariamente tiene que ser con extranjeros, sino
que puede ser también con cubanos. Un productor cubano interesado en ese tipo
de relación, puede sentirse un poco discriminado al no poder participar en una
empresa mixta; me parece que ahí se está corrigiendo un aspecto importante. Que
los cubanos que tengan talento, posibilidad, recursos, puedan también
participar en una empresa mixta, ya sea como administración o incluso poniendo
parte del capital y parte de los recursos, con participación del Estado.
Trabajé muchos años en los bancos y recuerdo que bancos importantes en
el mundo, grandes conglomerados financieros, creaban empresas mixtas en las
cuales ellos tenían una parte del capital y la otra parte era de los propios
trabajadores de esas empresas, sobre todo en el tema de los servicios que
recibían los bancos y en particular en el desarrollo del software. El
desarrollo del software de los bancos se hace en muchos casos con empresas
mixtas creadas por bancos en las que tienen parte de la propiedad, y eso le da
una eficiencia muy alta al trabajo de esa empresa, sin que el banco que como
dueño participa pierda el control de las decisiones principales de esas
entidades.
No se trata de libre
mercado
Rosa Miriam: Pero
para nosotros el mercado ha sido como el coco, un instrumento que pone en
tensión el proyecto socialista. ¿Qué papel tiene el mercado en esta
circunstancia? ¿Cómo se valora en la definición en esta conceptualización?
José Luis Rodríguez: En el documento se establecen varias
premisas en este sentido. En primer lugar no se trata de un libre mercado, sino
que es un mercado que debe ser regulado por el Estado. Debe haber una relación
entre la regulación digamos de los medios de producción y la propiedad del
Estado— básicamente como propiedad estatal—, y una planificación que regule o
que establezca adecuadamente la regulación de la propiedad no estatal.
Puede verse como una contradicción reconocer que tiene que haber un
espacio de propiedad no social todavía no totalmente social en caso de la
cooperativa o del sector privado y por otro lado el desarrollo de la propiedad
socialista. Vuelvo a la idea que dije anteriormente, nosotros estamos en
proceso de construcción socialista, no es una sociedad socialista totalmente
determinada y tenemos que acceder a determinados ritmos de crecimiento que
permitan los cambios estructurales en la economía y avanzar en esa dirección,
pero para eso tenemos que hacer uso de todos los recursos que la sociedad disponga
y en este sentido se abre un espacio a esta forma de propiedad no estatal que
además en uno de los párrafos se señala que estarán sujetas a temporalidad. Es
decir, habrá espacio por un tiempo determinado a ciertos negocios que en otro
momento pueden ser gestionados de manera diferente.
Eso ocurrió por ejemplo con las telecomunicaciones en Cuba. Se creó una
empresa mixta, ETECSA, en 1995, y posteriormente fue recomprada por el Estado
en el 2008 cuando cambiaron las condiciones, cuando tuvimos otras
posibilidades. Es decir, este movimiento del sector no estatal tiene también
esas características y da en esta dirección unos espacios que debemos saber
aprovechar.
Desde luego, regulación no quiere decir intervención directa en esos
mecanismos, sino que el Estado tiene que funcionar con relación al sector
mercantil o al mercado también bajo reglas del mercado. Es decir, no deben
preponderar cosas que nos han afectado negativamente durante años, tales como
tratar de controlar infructuosamente el mercado mediante una intervención
administrativa. Si se parte de que existe un mercado y el mecanismo -por
ejemplo- de formación de precios está sujeto a estas reglas de mercado, la
intervención estatal no es precisamente tratar de fijar estos precios o limitar
esos precios administrativamente. La vía es —y eso ha sido planteado por
nuestros dirigentes en la
Asamblea Nacional —competir eficientemente en ese mercado.
De este modo, si se quiere regular un precio, pongamos –por ejemplo- el
de los productos agropecuarios en el mercado y se quiere mantener un precio
determinado, como se hace por ejemplo con el arroz que se vende a 5 pesos la
libra, usted lo que tiene es que mantener el flujo de oferta suficiente para
que ese precio se sostenga establemente y el Estado inyectar recursos en ese
sentido.
Al respecto se informó que el año pasado fueron 85 000 toneladas de
arroz que se inyectaron por esa vía, este año son 110 000 en el plan.
Si Ud. no mantiene ese flujo de oferta, ese precio no se sostiene y
sería un error fijarlo administrativamente, porque si no hay arroz, la
tendencia que se impone es a que se venda en la economía sumergida a un precio
superior. Ese concepto de que el Estado tiene que competir cuando establece
reglas de mercado es muy importante y creo que no todos lo hayamos asimilado
correctamente, pues existe la tendencia todavía a intervenir
administrativamente cuando el mercado muestra sus aspectos contradictorios,
porque los tiene. Es decir, el mercado tiene sus costos que se contraponen
hasta cierto punto con la mirada socialista de más largo aliento de cómo debe
funcionar la economía, pero podemos hacer que funcione a favor de una sociedad
mejor si regulamos sus efectos mediante mecanismos económicos apropiados.
Tampoco podemos olvidar que el Estado tiene por un lado que competir en
ese mercado que se ha abierto y por otro lado compensar socialmente los efectos
perversos. En ese sentido –tratándose de una sociedad que construye el
socialismo- el Estado tiene que intervenir para compensar las desigualdades que
surgen, para compensar con las medidas apropiadas la desigualdad en la
distribución de ingresos que ocurre bajo una competencia de mercado y en ese
sentido las regulaciones juegan un papel mediante los subsidios a los grupos
sociales más desfavorecidos, o a las actividades de interés social en general
que no se pueden gestionar con mecanismos mercantiles. Todo esto tiene que ser
con mecanismos económicos básicamente y minimizar los mecanismos directos de
administración, porque eso no resuelve el problema.
Jorge Barrera: Quería insistir un poco más en el
uso de los mecanismos económicos y escoger un ejemplo que también se ha
discutido mucho: el tema de los subsidios a los productos básicos que tenemos
en Cuba. Hay una decisión totalmente administrativa de poner los productos a un
precio determinado que obvia totalmente el mercado internacional, de donde se
adquieren buena parte de los productos que distribuimos por esa vía.
Ese en mi opinión es un mal ejemplo de uso de mecanismos para regular
el mercado. Sería mucho más sensato no subvencionar los productos, no vender
los productos a bajos precios, sino subvencionar a las personas que requieren
esa subvención. ¿Porque tengo que vender el arroz a 25 centavos a alguien que
está trabajando en el sector privado y tiene un ingreso de 600 CUC o 700 CUC al
mes? Sin embargo, a los jubilados, a los que requieren la asistencia social,
incluso a los propios que trabajan pero tiene ingresos todavía bajos, a esos sí
los subvenciono, pero vendo el arroz, la papa, todos los productos que hoy en
día se subvencionan, a su precio de mercado.
En el socialismo el
equilibrio presupuestario no es inviolable
Rosa Miriam: Eso
lo venimos escuchando desde los Lineamientos, adquiere un peso incluso en la
política, pero…
Jorge Barrera: Yo creo que antes de los
lineamientos.
Rosa Miriam: Bien,
sigue siendo algo en proyecto. ¿Por qué?
José Luis Rodríguez: Se trata de un proceso complejo,
porque primero se requieren recursos para esas subvenciones y a veces esa
visión se subordina a una política para balancear el presupuesto: de un lado se
trata de reducir gastos del presupuesto –lo cual es racional- pero por otro
lado se asume el compromiso de la subvención socialmente necesaria, hay
personas que lo necesitan y eso choca con la otra política. En el socialismo no
se puede poner como un principio inviolable el equilibrio presupuestario,
reducir los gastos a como dé lugar y por otro lado no tener en cuenta la
necesidad de que se otorgue cierto nivel de subsidio en la asistencia social.
Eso lo hemos visto en los últimos años, producto de que cambió el
criterio para otorgar la asistencia social. A mí me parece que está bien que se
busque la racionalidad, lo que no puede resultar es que haya personas que
requieran ese subsidio y por razones de tipo equilibrio presupuestario no se le
otorgue ese subsidio, porque cambiaron las reglas del juego: es decir, hay una
temporalidad en la que tú adoptas una medida muy racional para la economía y
los efectos sociales de esa medida en el tiempo. Vamos a llamarle el tiempo
político para aplicar esa medida y que no tenga las repercusiones negativas que
pueda tener una reducción de subsidios a gente que los requiere, que no puede
asumir los costos reales que tienen los productos o servicios indispensables.
Además, hay otras formas lícitas para compensar en el tiempo el déficit
fiscal que pueda generarse mediante la emisión de títulos de deuda pública que
se vendan a la población -que acumula liquidez- a tasas de interés atractivas,
lo cual extrae liquidez y reduce la presión inflacionaria. Esa medida no se ha
implementado, pero creo que es perfectamente posible.
Jorge Barrera: Eso es cierto. Yo creo que el
documento se enfoca al futuro, a lo que debe ser, y hay algo que para mí es de
suma importancia, y es no extrapolar nuestra situación de hoy en día, porque
para empezar, todas las mediciones económicas que hacemos en mi opinión son
erróneas porque tenemos una tasa de cambio para el sector empresarial de 1 peso
por 1 CUC, que es totalmente ficticia.
Siempre pongo el mismo ejemplo: si tu quieres medir la altura de un
edificio que tiene 8 pisos y en algunos pisos doy la medida en metros y en
otros la doy en pulgadas, y cuando sumo mide 62, ¿62 qué? ¿Metros o pulgadas?
Con todos los números económicos y sobre todo con los macroeconómicos pasa lo
mismo. Estamos sumando mesas con pequeñas partículas. Esos números, ese balance
presupuestario que hoy en día tenemos es totalmente, ficticio porque el
producto que estamos subvencionando, que es el arroz, por ejemplo, se importa,
por ahí tengo los números, debe ser en un 65 o 70 %.
José Luis Rodríguez: El arroz que nosotros consumimos en
este momento está en el orden de las 700 000 toneladas: 200 000 para el turismo
y unas 500 000 para la población, de las cuales se producen unas 300 000.
Jorge Barrera: El 40 % lo producimos y el 60% se
importa. Y se importa en divisa; sin embargo, eso lo llevamos a todas las
cuentas del presupuesto uno a uno. Me parece que lo estamos subvencionando de
todas formas por la vía de rebajar los precios, lo que no cuantificamos
adecuadamente ese importe. Decía que esto es un documento de futuro porque nada
de lo que se dice aquí se puede hacer sin que exista una infraestructura mucho
más clara, mucho más limpia que la que tenemos hoy en día.
Dije el tema tipo cambio, el tema de la doble moneda y de la doble tasa
de cambio, pero a eso hay que añadirle temas de infraestructura logística. Hay
que añadir una infraestructura legal, mucho más clara, mucho más utilizable,
una infraestructura financiera que permita realmente registrar las
transacciones que se hagan entre los privados y el Estado, entre las personas
naturales. Aquí hay un punto importante, estas empresas privadas tienen que
pagar el fisco y para pagarle al fisco tiene que estar muy claro lo que
realmente se ingresa, lo que realmente se gasta, tiene que existir una
contabilidad clara.
Si esa contabilidad no está asegurada en la infraestructura con
entidades que puedan certificar esa contabilidad, con entidades financieras que
puedan procesar los pagos y por lo tanto se puedan verificar después, pasa lo
que en buena medida ocurre hoy. No es un misterio que buena parte de los
trabajadores por cuenta propia, futuros empresarios privados, subdeclaran al
fisco de forma importante, porque como todo es en efectivo, no se sabe nada,
como no tienen obligación de factura, no hay control de factura. Es muy difícil
que esa pequeña empresa hoy en día no subdeclare los ingresos, lo cual no le
conviene a nadie.
La unificación
monetaria no es solo unificación de monedas
José Luis Rodríguez: Lo que dice Barrera es cierto, pero
qué pasa, vuelvo a insistir en el punto del tiempo para instrumentar una
medida. Evidentemente, la unificación monetaria lleva tiempo y eso se proclamó
como objetivo a finales del 2013. Estamos ya a la mitad del 2016 y no se ha
podido dar el primer paso, una devaluación de la tasa de cambio empresarial…
Rosa Miriam: Ya
cumplimos 2 años de aquel pronóstico suyo en Cubadebate de que como mínimo se
necesitarían 3 años para acabar con la dualidad monetaria.
José Luis Rodríguez: Cumplimos dos años y medio.
Rosa Miriam: Dos
años y medio, usted dijo que por lo menos tardaría 3 años mientras otros
entonces pronosticaron que sería un proceso rápido, que en siete semanas se
produciría el cambiazo.
José Luis Rodríguez: Si, porque –según un criterio
bastante extendido entre la población- se identificaba la unificación monetaria
como si fuera una unificación de monedas y ese no es el problema. El problema
está en cómo unificar las tasas de cambio -que además son dos, una para las
personas jurídicas y otra para las personas naturales-, que es donde está
realmente la dificultad y donde se requiere un tiempo para que esa medida
trascurra. Mientras tanto, tenemos que convivir con esa dualidad y con las
cuentas mejores o peores que existen hoy en día. Usted tiene que prever que va
a ver descalces en ese sentido entre unos que se van afectar y otros que se van
a beneficiar dentro de la sociedad. Tiene que actuar instrumentando algunas
medidas compensado los efectos de la devaluación mientras esa situación dure
salvando hasta donde sea posible los efectos negativos.
Por otro lado, no podemos esperar a que se haga la reunificación para
empezar a brindar los subsidios a personas. Tenemos que trabajar con esas
cuentas a sabiendas de que es un análisis muy complicado que puede tener
determinadas incongruencias, pero el precio que se paga demorando esa medida
que compense esos efectos negativos que se han mencionado aquí es muy elevado
desde el punto de vista social. También hay que sacar bien las cuentas en ese
sentido para que el efecto sea lo menor posible, porque el tema de la
unificación monetaria tiene un capítulo final que se ha expresado y se volvió a
expresar ahora en los documentos del Partido, cuando se reitera que nadie será
afectado y eso es un compromiso muy grande, porque cuando hablamos de que nadie
será afectado estamos hablando de las personas jurídicas y las personas
naturales, estamos hablando de los consumidores, estamos hablando de toda la
sociedad y hay que prever qué se va a hacer para que esa afectación— por lo
menos—sea compensada en alguna medida durante un período de tiempo.
Evidentemente es uno de los temas más complicados que tenemos hoy día,
porque al producirse, como debe suceder, una devaluación de la tasa oficial, lo
que hoy entraba como un cuc igual a un peso en las cuentas de las empresas,
mañana si la tasa del cambio digamos que pasa a 10 pesos por un cuc, ese cuc
ahora representará 10 pesos en los costos y ahí va a ver un efecto
inflacionario e inmediatamente va a subir el precio, por lo que hay que prever
que se va a hacer con el precio final. O lo compensas de alguna manera o
aumentas los ingresos de la población, es decir, tienes que hacer una serie de
balances y, para que se aminore ese impacto. Porque si lo dejamos a que corra,
sería igual que en una economía de mercado, donde el ajuste se hace y cada uno
se las arregle como pueda. Ese compromiso que se ha establecido fija
determinadas normas, y establece mayores complejidades, pero es consustancial a
una ética social del socialismo.
Centralización y
descentralización, una relación compleja
Rosa Miriam: Déjame
hacer un paréntesis porque tengo aquí algunos comentarios de los lectores de
Cubadebate que nos llegaron cuando publicamos los documentos del VII Congreso
del Partido -se pueden descargar en nuestra página web. Decía este lector:
“Todas las empresas de cualquier forma de propiedad deben tener las mismas
facultades para actuar frente al mercado y al plan. Hoy las empresas estatales
no tienen las mismas facultades que las demás, se han dado algunas que no son
suficientes y no todas las aplican, no porque no sepan, sino por miedo… Por
ejemplo, la ampliación del objeto social. Hoy existen capacidades subutilizadas,
millonarias, en las empresas estatales que no se usan debidamente. Ponerlas en
función de la sociedad permitiría incrementar la oferta e intervenir en el
mercado y bajar los precios. ¿Por qué no se hace?
José Luis Rodríguez: Ahí me parece que entramos en un
tema más profundo, que es hasta dónde llega la centralización en las decisiones
económicas y hasta dónde podemos llegar con la descentralización de las mismas
a nivel empresarial.
Rosa Miriam: y
eso está pensado también
José Luis Rodríguez: Está pensado aquí, pero requiere de
determinados pasos que hay que dar. No es simplemente decir vamos a
descentralizar y -por ejemplo- que después no haya recursos para
descentralizar. Es decir, se descentraliza mediante hechos concretos, en cosas
concretas, y en ese sentido me parece que todavía venimos de una etapa en la
cual producto de situaciones muy tensas, como las del Periodo Especial
prácticamente el país tuvo que administrar muy centralmente los balances
materiales fundamentales y tuvo que prácticamente llegar al detalle de las
cosas fundamentales: alimentación, combustible, medicina etc. No obstante, en
ese momento se abrieron determinadas posibilidades para que las empresas que
operarán el sector de la divisa pudieran operar más o menos descentralizadamente.
Sin embargo, como no se crearon mecanismos para controlar o regular
bien todavía esa descentralización, después en los años 2000 hubo que retornar
a un nivel de centralización en el uso de la divisa que prácticamente cerró esa
etapa de descentralización. Es decir, volvemos al tema de los recursos
nuevamente. En general, está demostrado que con decisiones descentralizadas se
gestiona más eficientemente la economía, es decir, yo pienso que hay que
descentralizar. Pero no puede descentralizarse sobre la base de que usted
mantenga indicadores que debe cumplir y que los mismos se mantengan
absolutamente centralizados digamos, la capacidad de invertir, que es una de
las decisiones fundamentales de una empresa. Se tiene que dar un rango, tiene
que haber un fondo posible de invertir y la empresa tiene que tener capacidad,
de dónde toma la decisión en un sentido o en otro, pero no puede mantenerse esa
centralización de indicadores que todavía está presente en la planificación y
pensar que eso se va a mantener para llegar a una economía más descentralizada.
Eso tiene que variar y eso es un cambio de mentalidad importante porque además
introduce entre otras cosas el factor de riesgo en la toma de decisiones.
Usted tiene que manejar esos elementos, usted no puede controlarlo
todo. Hay un viejo dicho en el capitalismo que decía el que lo controla todo no
controla nada porque realmente se te va la fuerza y se dispara el costo del
control en tratar de llegarle a todos los detalles. Yo pienso que otorgar
facultades para una gestión descentralizada es una decisión muy racional, pero
que va a suponer un cambio importante en las formas de administración de los
recursos del Estado. Desde luego que el estado seguirá manejando y planificando
las grandes cifras de la macroeconomía, el balance de divisa del país. Pero una
cosa es manejar el balance de divisas del país para decidir lo que exactamente
tiene que hacer una empresa asignarle o no los recursos –como más o menos
ocurre actualmente- y otra cosa es decir que va a haber esta cantidad de dinero
que se le va a dar a las empresas y las empresas tienen un margen de decisión
dentro de ciertas reglas del juego, lo cual es un enfoque completamente
distinto. No hemos llegado, pienso, a la comprensión todavía de ese enfoque.
Jorge Barrera: Totalmente distinto en el enfoque,
no tiene que ver con lo de hoy, y yo pienso que en una primera etapa, la gran
ventaja que van a tener las empresas particulares es exactamente esa y hoy en
día ya la tienen. Yo conozco a algunos empresarios entre comillas de este
sector particular y veo cómo actúan, y no lo piensan dos veces para hacer una
inversión, no lo piensan dos veces para buscar la pieza que les hace falta y
sacan las cuentas perfectamente. ¿Cuánto me cuesta tener parada la máquina un mes?,
tanto, ¿cuento me cuesta la pieza?, tanto, cómprala, y esa es la cuenta que
sacan y por esa vía son eficientes.
Tanto las empresas estatales, como las empresas privadas, las mixtas,
las que sean, tienen que tener una infraestructura financiera, legal, logística,
que les permita ser eficientes, algo que hoy en día no existe en Cuba, no estoy
hablando de mercado mayorista, estoy yendo un poco más allá.
Cuando uno ve los métodos de dirección de las empresas en los países
desarrollados, por ejemplo, hay un sistema automatizado importante de dirección
de empresas, SAP. El SAP (su nombre proviene de Sistemas, Aplicaciones y
Productos en Procesamiento de datos) apoya que el responsable de mis
inventarios como productor es el que me los suministra, y yo contrato con ese
que me suministra mis inventarios. Le digo, fíjate yo tengo que tener aquí un
mínimo de tanto y un máximo de tanto, como lo haces es un problema tuyo, o sea,
el que produce hoy en día en un país desarrollado con esa infraestructura ni
siquiera se preocupa de comprar los productos. Él se preocupa de a quien
comprárselo, de firmar un contrato, y el que se preocupa de que tu tengas el
producto es el que te lo suministra.
Cambia la idea de dirigir una empresa y el riesgo que José Luis
nombraba con mucho atino, que es una de las características principales de toda
actividad empresarial. No hay empresa que no tenga que correr riesgo, que no
tenga estar constantemente analizando su riesgo; se centra en los aspectos más
importantes de las empresa, no en los aspectos de logística, no en los aspectos
de supervivencia, sino en los aspectos de cómo voy a complacer a mis clientes,
cómo voy a dar un mejor servicio, cómo voy a hacer mejores productos. Ahí es
donde está el riesgo que toma la empresa.
¿Hasta dónde la
propiedad privada?
Rosa Miriam: Detengámonos
en distintos tipos de propiedad que se describen en este documento, que es
bastante “conceptualizador”, o sea, explica cada cosa casi como una Wikipedia.
Por ejemplo, describe la propiedad socialista de todo el pueblo, la propiedad
cooperativa, la propiedad mixta, la propiedad privada, la propiedad de las
organizaciones políticas de masas, sociales y otras formas asociativas… Ahora,
una pregunta que hacían los lectores de Cubadebate. Bajo los principios aquí
descritos, que creo que son muy claros y donde la propiedad fundamental es la
social socialista, ¿en qué otros sectores se puede aplicar la propiedad
privada? ¿Solo en la agricultura y la gastronomía? ¿Por qué no en la industria
ligera, la manufactura, la hotelería, la pesca, el transporte…?
José Luis Rodríguez: Primero, como decía hace un rato,
este sector de propiedad no estatal se ha estado expandiendo en determinados
sectores, primero existía ya en el sector agropecuario. Hay un porcentaje de
propiedad privada que se arrastra desde la reforma agraria y también un sector
cooperativo, las llamadas cooperativas de producción agropecuaria, que viene de
finales de los 80 hacia acá y finalmente otra propiedad cooperativa mucho menos
desarrolla que es la UBPC,
la unidad básica ce producción cooperativa. Es decir, hay formas de propiedad
que vienen de atrás, lo que ha cambiado lógicamente es la proporción ¿cuántas
personas trabajaban en el sector no estatal en el año 89? el 6 por ciento la
fuerza de trabajo, hoy es el 29 por ciento. Ahí está entrando básicamente el
llamado trabajo por cuenta propia, propiedad privada urbana, propiedad privada
agrícola, propiedad cooperativa agrícola y propiedad cooperativa no
agropecuaria, además de las empresas mixtas que tienen otras características,
pero también es un sector no totalmente estatal. Además, estas proporciones se
han establecido sobre la base de descargar al estado en esta última etapa de
aquellas actividades en las cuales el estado por el nivel de actividad que tiene,
su gestión no es eficiente.
Un sector clásico, que además esta decidido pasarlo a gestión
cooperativa, con más de 12 mil entidades que deben pasar en varios años, es el
sector de la gastronomía y es evidente que eso puede dar un buen resultado. ¿Qué
pasa? lo que decía Barrera, ese sector privado o cooperativa no agropecuario
que está hoy manejando una parte importante de la gastronomía en este caso no
estatal, tiene resueltos determinados problemas que no tiene resuelto el
Estado. Por ejemplo, las fuentes de financiamiento.
Nosotros cuando pensamos en una inversión, sea el níquel, sean los
derivados del azúcar, lo que sea estamos pensando es cómo el Estado obtiene
recursos para ello y esos son volúmenes importantes de recursos. Sin embargo,
este sector de propiedad privada y de propiedad cooperativa se nutre y se ha
venido nutriendo a lo largo de los últimos años -y eso está reconocido en
estudio empírico- por las remesas, donde los académicos norteamericanos dicen
en sus estudios que el 50 por ciento de la remesas hoy es capital de trabajo.
Esto es evidente, pues sería imposible comprender cómo se ha expandido ese
sector, sector de baja intensidad de capital, si no hubiera habido una fuente
de financiamiento no estatal y externa. Esa fuente de financiamiento todo
parece indicar que ha transitado por ese 50 por ciento de las remesas. Si nos
atenemos a los cálculos de las remesas que dio oficialmente el gobierno cubano,
la última cifra ofrecida alcanza alrededor mil ochocientos millones al año,
estaríamos hablamos de novecientos millones de capital de trabajo que ha
entrado a ese sector, y eso hace incluso que se revelen algunas cosas
aparentemente contradictorias. De este modo, este sector no estatal no pide
créditos al banco en la medida que se supone que tuvieran que hacerlo, ya que
lo están obteniendo de otro lado, es decir, que un sector para que se
desarrolle tiene que tener una fuente financiera, y para ello se está nutriendo
de una vía no estatal que le ha permitido y le ha dado la oportunidad de expandirse.
Lo que se ha planteado también en el documento es que para ese sector—
cuestión que también tiene un amplio margen de discusión— no se permitirá la
acumulación de la riqueza. Una de las cuestiones que queda todavía por
resolver, no está totalmente perfilada en este análisis. No se permitirá esa
acumulación, es decir, no va haber expansión, no va haber reproducción
ampliada, ilimitada en ese sector.
Aquí se plantea por un lado en ese principio, pero por otro lado se
habla de regular, y en la vía de la regulación se está pensando sobre todo en
el mecanismo fiscal y el mecanismo fiscal tiene una serie de ventajas pero
tiene una serie de costos también. Usted no puede elevarle la carga fiscal al
sector privado hasta hacerlo prácticamente irrentable, porque entonces lo mata
o hace que la actividad se sumerja, una cosa que planteaba Barrera al
principio.
Me parece que está por explorar por qué no hacer inversiones mixtas
entre ese sector privado y el Estado o crear un fondo de inversión mixto con
las remesas y facilitar el movimiento de ese flujo de capital para beneficiar
al Estado y beneficiar proporcionalmente con las tasas de interés que se quiera
o con la facilidad crediticias que se quieran para promover eso. Me parece que
falta por recorrer un camino en este sentido todavía por explorar, pero para mí
está claro por lo menos hoy, si bien ese 29 por ciento de trabajadores está en
el sector no estatal, hoy lo que contribuye en el PIB, de acuerdo a las
estimaciones que se han hecho, son solo el doce por ciento del producto.
Eso te está indicando un sector de baja de intensidad de capital, un
sector que no tiene la productividad promedio que puede tener el país, por no
poner los extremos de la industria más desarrollada. Por lo tanto será un
camino hacia el que por lo menos estos documentos apuntan y es a que el
desarrollo va a venir básicamente por esas inversiones del sector estatal, y no
por una expansión de sector no estatal de la economía. ¿Cómo se regula
eficientemente ese sector no estatal? ¿Cómo hacer que crezca en función de los
objetivos generales del país? Eso es lo que yo pienso que está todavía por
perfilar exactamente, porque no creo que solo por la vía fiscal se pueda
resolver el problema.
Precisar los extremos
Jorge Barrera: Creo que se pueden precisar un poco
los extremos, ¿no? Hay un extremo que está más que claro y la gastronomía es
parte de él. Cuando tú tienes una pequeña unidad productiva en la que trabajan
tres personas puede ser que hasta 16 horas al día, cuando están totalmente
aisladas, eso no hay quien lo controle centralmente, el Estado no se debe meter
en eso. La vida ha demostrado en los últimos 50 años que es inútil, incluso que
es un gasto desde todo punto de vista. Ese es un extremo. Yo creo que está
claro que la gastronomía, la barbería, incluso los pequeños hostales y
servicios personales, plomería, albañilería, etc. todo eso yo pienso que es
algo que va a pasar cada vez más al sector privado, el que ya hoy en día está
bastante bien representado.
Y está el otro extremo, que yo creo que el Estado nunca debe renunciar
a él, que son las grandes industrias, que además inciden en el nivel de vida
total de la población, que inciden en la capacidad defensiva del país, esas
nunca se deben abandonar, y ahí está la electricidad, las telecomunicaciones,
la minería.
Lo que no quita que en algún momento determinado, como explicaba José
Luis, en el caso de las comunicaciones, se pueda hacer un negocio mixto, con
alguien para adquirir tecnología, para adquirir, incluso, mercado, capital; y
que después en la medida que el tiempo lo permita se recupere; pero esos
grandes sectores que deciden generalmente la vitalidad del país yo creo que en
ningún caso se deben privatizar.
Lo que decía José Luis es cierto, salta cuando uno lee el documento:
¿cómo se va regular el tema de la acumulación de las riquezas?, porque hay
mucha discrecionalidad. Para algunas personas ganar 500 cuc al mes es una
riqueza tremenda, incluso hasta para mí que gano la quinta parte de eso. Sin
embargo, para otros no es tanto, para cualquier europeo, por ejemplo. Creo que
en Suiza se estaba debatiendo darle, por ser suizo, 2500 euros al mes a todos
los suizos. Se llevó a referendo y evidentemente 2500 euros al mes no es una
bobería. Hasta donde se permite un nivel de riqueza, pienso que además tiene
que ver con el desarrollo.
Me parece que lo más importante es que se pueda distribuir justamente,
que no quiere decir igualitariamente, y eso es algo que tendrá que legislarse,
perfeccionarse, acomodarse al estatus que tenga el país y el mundo, porque no
somos tampoco ajenos al mundo. No estamos en un lugar que sea ajeno a lo que
pasa en el mundo desarrollado y como es lógico todo el mundo mira al
desarrollo, nadie mira al pequeño país de África, sino todo el mundo mira a EE.UU,
a la Europa
desarrollada, Japón, incluso ahora China, Singapur; o sea, a los países que van
teniendo un nivel de desarrollo importante.
Gestión y propiedad
Rosa Miriam: Otro
asunto muy llevado y traído, la diferenciación entre gestión y propiedad. ¿Cómo
se percibe eso en el documento, que opinión tienen ustedes?
José Luis Rodríguez: Bueno ese es otro tema que yo pienso
que todavía está abierto a debate. La propiedad no existe estáticamente, la
propiedad tiene que reproducirse y, de acuerdo a como se reproduce esa
propiedad, se expande o se contrae ese nivel de propiedad. Yo no puedo pensar
que en una propiedad digamos que sea del Estado, y es arrendada por un privado
o por una cooperativa yo pueda divorciar esa forma de gestión y pretender que
el Estado se beneficie solamente del arriendo o de los impuestos sobre la
ganancia que ese operador o gestionador de la propiedad arrendada saque, porque
van a sacar más excedente que ese que van a tener que tributar al Estado.
Entonces, volvemos a la pregunta anterior, ¿qué hacer con ese excedente
del sector no estatal? ¿Pensar que todo lo va consumir en consumo personal?, no
es lógico que ocurra; además, tenemos la experiencia de sumas de dinero
acumuladas en los bancos durante los años noventa, que simplemente permanecen
ahí porque ya se cubrió la expectativa de consumo que tenían las personas que
poseen ese dinero. Es decir, que tiene que encontrarse una salida y yo pienso
que esa salida puede venir en parte por esa inversión mixta Estado-Privado,
Estado-Cooperativa nacional, no extranjero, sino nacional, que le dé una
fluidez y que conduzca digamos a un nivel racional esas ganancias.
Hay por aquí otros criterios que dicen: “bueno, se supone que tengan
ganancias racionales”. Eso no puede quedar así, porque qué cosa es ganancia
racional para alguien que se está expandiendo en el sector privado o en el
sector cooperativo? Tiene que haber mecanismos más sofisticados, que no partan
de un criterio de que la gestión es totalmente independiente a la propiedad.
Hay que vincular lo que es propiedad estatal con su gestión, y no llevar el
análisis a los extremos. Cómo lograr ese equilibrio es complejo, pero no
imposible de lograr si se aplican criterios apropiados.
Las formas de regulación de la gestión mercantil no estatal requieren
todavía una refinación en el análisis. Yo creo que aquí están apuntadas algunas
cosas, pero me parece que vamos a decir que lo que hoy existe se queda corto,
en ese sentido hay que avanzar mucho más.
Jorge Barrera: Ese es uno de los temas que no tiene
una solución que no sea de prueba y error, y pasa con muchos temas sociales y
económicos. Ahí va a haber que hacer legislaciones con la racionalidad del
momento en que se hagan. No pueden ponerse en vigor y que la vida las corrija
por la vía de su incumplimiento ¿no? Porque es imposible que una resolución se
mantenga en el tiempo con las condiciones tan variables que vamos a tener, y va
a depender también del propio desarrollo económico que tenga el país.
Hoy día, para poner un ejemplo bastante fuerte para la juventud, tener
un carro casi que es un lujo, yo aspiro a que este país en 15 o 20 años sea un
lugar donde tener un automóvil, no sea un lujo, sino un requisito para un nivel
de vida aceptable, de un profesional, de una persona destacada, pero bueno,
¿cuánto vale un carro?, ¿cómo se mantiene?, todas esas cosas van a tener que
ver con cuanto es racional que una persona gane y cómo hacerlo.
Efecto demostración
Rosa Miriam: Por
ejemplo, en el sector de la prensa ha habido mucho debate sobre el tema de la
propiedad de los medios, en un contexto en que han cambiado dramáticamente los
medios de producción. Para nosotros está muy clara la diferencia entre
propiedad y gestión. Una organización social puede ser el dueño de un
periódico, digamos, pero no debería ser quien lo gestione, porque se necesita
de una fuerza calificada para intervenir en un proceso tan complejo como el
comunicativo. Por otro lado, no se podía prever en 1976 la emergencia de los
blogs, por ejemplo, que es un medio de propiedad personal, ni de un subsistema
de medios privados asociados, en algunos casos, a negocios particulares que son
legales en el país. Todo esto se complica, porque hay fondos millonarios para
el cambio de régimen en Cuba, provenientes de Estados Unidos, que se inyectan
cada año en el espacio público cubano, funcional a la decisión de los vecinos
de favorecer y “empoderar” –palabreja de moda- al sector privado nacional.
¿Cómo se interrelaciona todo esto en la conceptualización de nuestra política
económica y social? ¿Cómo impacta el entusiasmo Estados Unidos de fomentar el
sector privado en el país para crear las bases del retorno al capitalismo en
Cuba?
José Luis Rodríguez: Yo pienso que a partir del 17 de
diciembre del 2014 Estados Unidos reconoció que la agresión por la vía del
Bloqueo no había dado resultado y por lo tanto había que cambiar de política;
pero cuando se lee con cuidado, en el propio comunicado del Departamento de
Estado del 17 de diciembre del 2014 se dice que no han cambiado los objetivos
de cambiar el régimen político de Cuba y eso lo ratifica Obama en la entrevista
que le hicieron un año después en el 2015. Vuelve a rectificar ese criterio,
incluso dice más: yo no voy a avanzar en el Bloqueo, en su levantamiento, si
Cuba no hace concesiones. Es decir, está planteando que es un arma de
negociación para presionar lo que está presente. Por otro lado, las medidas que
adoptan, tal vez las más connotadas, aunque todavía la aplicación no es muy
práctica, son apoyar el sector privado.
Hay productos hoy que si el sector privado operara en comercio exterior
puede comprar en Estados Unidos, eso está autorizado ¿Con qué intención se
hace?, Está claro: elevar la preponderancia económica de ese sector privado
para contraponerlo a la economía socialista en el país y crear una base que
sirva después de plataforma política para una oposición en Cuba y llegar hasta
un partido político en este sentido. Esa intencionalidad no podemos pasarla por
alto.
Si analizas exactamente lo que han hecho los americanos en términos de
la economía, yo diría que lo más importante no es lo que han hecho directamente
en sus efectos prácticos, comparado con lo que ha producido ese cambio en las
relaciones con Estados Unidos, con la posición de terceros países.
Cuando uno analiza la reacción por ejemplo del capital español en Cuba,
uno ve que -ante la futura presencia del capital norteamericano más fuerte en
Cuba cuando se levante el bloqueo-, lo que se plantea es que tienen que ganar
espacios los que ya están en el país. Y ahí están las visitas de los
secretarios de estado, particularmente la del verano del 2015, que el
secretario del Estado Español que estuvo aquí dijo que iban a invertir 40
millones de euros en estudiar el mercado cubano y que habían identificado 400
millones de euros en inversiones adicionales que ya podían desarrollarse, es
decir, quieren tener una mayor presencia.
España es el tercer socio comercial de Cuba y es el primer inversor
extranjero por número de inversiones. No por el volumen, pero sí por número de
inversiones es el principal. Por tanto, está claro eso, pasa con México
también, tal vez en menor medida.
Rosa Miriam: Ha
tenido digamos un impacto psicológico.
José Luis Rodríguez: Yo le digo el efecto demostración,
el efecto de lo que pudiera ocurrir, como se refleja en terceros países. Porque
si se analiza lo que directamente ha hecho Obama, liberalizó los niveles de
remesas y un acuerdo potencial todavía no ejecutado de que aumenten los vuelos
a Cuba, y otras medidas de menor impacto, pero por otro lado tienen prohibido
el turismo, y esa prohibición forma parte de la ley que cambió las relaciones
económicas con Cuba del año 2000 para permitir la compra excepcional de
alimentos y medicinas, pero el turismo no lo han liberado, porque lo tiene que
liberar el Congreso, no lo puede hacer Obama tampoco. Tienen acuerdos en las
telecomunicaciones, es decir, van en esa dirección indudablemente y también el
intercambio cultural, que se ha ampliado de una manera tremenda. Se ve en las
figuras que están llegando a Cuba: Robert de Niro, Richard Gere, los Rolling
Stones, es decir, hay una vía de penetración cultural que, indudablemente, se
han instrumentado los mecanismos para una trasmisión de una visión cultural de
Cuba que tiene impacto. No puede decirse que simplemente pase totalmente
inadvertida, incluso la población la percibe. Aquí está los resultados
mediáticos de la visita de Obama que apuntan también en esa misma dirección,
como se montó prácticamente un espectáculo en ese sentido, muy bien concebido
para impactar positivamente en la población.
Todo eso nos abre a nosotros un espacio, que creo que tú dijiste en un
artículo que ya no se trata de fajarnos a cañonazos, pero sí viene una batalla
ya de ideas, una verdadera batalla de ideas en qué es posible y en qué no es
posible aceptar de esa relación. Porque evidentemente, si los objetivos se
mantienen, no podemos perder de vista eso. Podrán suavizarse las relaciones,
podemos hacer intercambios de distintos negocios, incluso se pueden ampliar los
negocios, pero tenemos que tener siempre muy claro, que no podemos reproducir
otra vez un esquema, concentrándonos solamente en el mercado norteamericano,
por más agradable, por más positivas que puedan parecer las medidas a corto
plazo, que incluso pudieran adoptarse por el gobierno norteamericano.
Zanahoria y garrote
Rosa Miriam: El
gobierno cubano ha denunciado que aún el país no tiene la posibilidad de usar
el dólar en las transacciones internacionales, que siguen las sanciones del
bloqueo y que los principales instrumentos de presión a la economía nacional
están todavía intactas.
Jorge Barrera: Hay que verlo a la luz de lo que
decía José Luis al inicio, porque Obama lo que está utilizando es una política
de zanahoria y garrote, no hay la más mínima duda. El que vea eso de otra forma
está totalmente equivocado, es un proceso que está caminando y todavía no está
terminado; pero yo pienso que a la larga van a levantar el bloqueo. Más
temprano o más tarde, me parece que incluso lo que está pasando en las
elecciones presidenciales en toda la campaña inicial lo indica; cada vez hay
más gente en el Congreso que están de acuerdo con tomar esa medida y es algo
que va creciendo y que va llegar a un punto, cuando dejen que los americanos
viajen como turistas a Cuba, que no tendrá paso atrás. El día que lleguen a ese
punto no tendrá retroceso y realmente todo el resto de las relaciones se van a
normalizar.
Hay un libro de Roa, “Retorno a la alborada”, que contiene una anécdota
interesante. Reseña la frase de un anarquista que pudiera traducirse en este
contexto a que si la política es de zanahoria y garrote, me como la zanahoria y
no dejo que me den garrote. Algo por el estilo ¿no? Y yo pienso que eso es lo
que tenemos que hacer. No hay porqué tenerle miedo a esa situación.
Venimos diciendo de forma pública y además de una forma totalmente
honesta, que nos está haciendo daño la política actual del bloqueo, y sería
realmente hacer como el avestruz, meter la cabeza en la arena, si se evita que
la situación cambie. Los riesgos hay que combatirlos de una forma inteligente y
tomar todas las medidas en nuestro país, con nuestras personas, con nuestros
jóvenes, para que entiendan eso.
Desde un punto de vista ideológico nuestra juventud es bien abierta y
yo pienso que hay bastantes sentimientos patrióticos, a pesar de que muchos de
nuestra edad no lo ven así. Creo que sí los hay y en la medida que haya una
plataforma que permita tener una vida decorosa en Cuba, esos sentimientos van a
crecer.
A eso me refiero, vamos a comernos la zanahoria, vamos a desarrollar
más el país utilizando esas posibilidades, y sencillamente no nos dejamos dar
el garrotazo.
Conversando con
José Luis Rodríguez: Actualmente Asesor del Centro de
Economía Mundial (CIEM), es graduado en Licenciatura en Economía de la Universidad de La Habana, (1969), Doctor en
Ciencias Económicas, en la
Academia de Ciencias de la URSS (1978), Investigador titular, profesor
titular adjunto, y profesor de mérito de la Universidad de Pinar
del Río (2002), Académico de mérito de la academia de Ciencias de Cuba
(2002).Ministró de Finanzas y precios de la República de Cuba
(1993-1995). Ministro de Economía y Planificación y Vicepresidente del consejo
de ministros (1995-2009).
Jorge Barrera Ortega: graduado de Ingeniero economista en la Escuela Superior
de Transporte, Dresden, RDA (1964). Dr en Ciencias Económicas por la Escuela Superior
Bruno Leuchner, Berlin (1983), Trabajó en temas informáticos desde 1969 en
Juceplan, 1986 en el MINBAS, 1990 en el sistema bancario, 2010 en Desoft. Del
año 2000 al 2010 ocupó los cargos de Vicepresidente y Vicepresidente Primero en
el Banco Central de Cuba. Profesor Titular adjunto de la Universidad de La Habana.
De todas formas disculpen la extensión.
Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 89
"A debate la Conceptualización
del modelo cubano"
Este texto fue tomado de Cubadebate en base
a un diálogo que sostuvo la periodista Rosa Miriam Elizalde con los
economistas, ambos doctores en ciencias, José Luis Rodríguez y Jorge Barrera
Ortega, con el que se inició una serie para debatir los documentos del VII
Congreso del PCC. Esta vez se habló sobre la novedad e importancia de la
“Conceptualización del modelo económico-social cubano de desarrollo socialista”,
y en particular sobre el sistema de propiedad que este documento refrenda para
Cuba.
En la conceptualización del modelo
económico-social cubano de desarrollo socialista aparecen novedades
relacionadas con la propiedad sobre los medios de producción, como por ejemplo
la propiedad cooperativa, la propiedad de los trabajadores por cuenta propia y
la propiedad mixta, con participación del Estado. El nuevo modelo económico no
se trata de un libre mercado, ya que éste debe ser regulado y planificado por
el Estado. En un proceso de construcción socialista aparece la propiedad no
social sujeta a "temporariedad", y por el otro lado el desarrollo de
la propiedad socialista. Para controlar los precios, el Estado no intervendrá
directamente fijando los mismos, sino desde una competencia eficaz en el
mercado. Por ejemplo, si se quiere regular el precio del arroz, que se vende a
5 pesos la libra, el Estado deberá inyectar los recursos necesarios para
mantener el flujo suficiente de su oferta, para que el precio se sostenga
establemente. Por otro lado, el Estado compensará mediante subsidios a los
grupos sociales más desfavorecidos como resultado por la competencia del
mercado, en lugar de subsidiar los productos básicos. En el socialismo no se
puede poner como un principio inviolable el equilibrio presupuestario. Con
respecto a la unificación monetaria, no se trata solamente de unificar las
monedas, sino también unificar las tasas de cambio. Con respecto a la
descentralización de la economía, si bien mejora su eficiencia, introduce
factores de riesgo en la toma de decisiones, ya que no se lo puede controlar
todo. Además de darle absoluta prioridad a la Propiedad Socialista
de todo el pueblo, surge el trabajo por cuenta propia, como la propiedad
privada urbana, propiedad privada agrícola, propiedad cooperativa agrícola y no
agropecuaria, además de las empresas mixtas. Se pasará el sector de la
gastronomía a la gestión cooperativa,
evitando la expansión ilimitada y no se permitirá la acumulación de riquezas.
Una forma de evitar esa acumulación, sería ofrecer la inversión mixta
Estado-Privado. Con respecto a las nuevas relaciones con los Estados Unidos,
está claro que ellos pretenden fomentar al sector privado para contraponerlo a
la economía socialista, y es allí donde se abre el espacio de una profunda
batalla de ideas, en qué es posible y en qué no es posible aceptar de esa
relación. Si Obama está utilizando la política de la zanahoria y del garrote,
veremos de poder comernos la zanahoria combatiendo los riesgos de una forma
inteligente, y no dejarnos dar el garrotazo.
Luego, en el transcurso del posterior debate
se comentó que sería importante que analicemos también nosotros el texto
“Conceptualización del Modelo Cubano”, que podemos obtener en la página web: http://www.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2016/05/Conceptualizacion-Modelo-Economico-Social-Cubano-Desarrollo-Socialista.pdf,
especialmente para comprender que hay otros modelos económicos, no solo el que
nos quiere imponer el neoliberalismo.
Otro punto saliente del debate es que en
Cuba continuamente se está analizando los temas políticos y en este caso la
economía en todos los niveles de la sociedad, cosa que en nuestros medios no
sucede.
Dentro del tema económico, en estos debates
en Cuba, se plantea que el tema subvención debe darse según las necesidades y
no a todos en un mismo nivel.
El capital privado es regulado por el estado
pero se están haciendo cambios que para nosotros son un poco complejos pero que
son interesantes de conocer para comprender más al socialismo.
En nuestro país nunca se ha hecho una
conceptualización de nuestra economía; además hemos perdido la formación
ideológica y es por ello que se nos están imponiendo estos modelos
antipopulares.
De una comparación final se deduce dos
grandes diferencias:
-
En Cuba todo el pueblo discute sus problemas
políticos y económicos.
-
En nuestro país es nunca ha sucedido.
Finalmente se acordó abordar para el próximo
Taller de Lectura la continuación de "A debate la Conceptualización del
modelo cubano" con el texto:
"A debate la Conceptualización del modelo cubano: ¿qué socialismo
aspiramos"
Este texto fue tomado de Cubadebate, del
26-06-2016, en base a un diálogo que sostuvo la periodista Rosa Miriam
Elizalde, con la propuesta de discutir sobre la Conceptualización del modelo
económico y social de la sociedad socialista cubana, un proceso que tiene ya
dimensión popular, pues lo están discutiendo los comunistas cubanos y amplios
sectores del país.
Los entrevistados en esta oportunidad son:
el doctor Miguel Limia David y Alfonso Regalado Granda; ambos integrantes de la
Comisión Permanente para la implementación y desarrollo de los Lineamientos.
Se trató: ¿qué es la conceptualización?,
¿por qué le llamamos conceptualización del modelo?, ¿por qué ahora?
Grupo Bariloche de
Solidaridad con Cuba, 3 de septiembre de 2016
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