“Una
introducción necesaria"
Este
texto es el prólogo escrito por Fidel Casto en la versión de la Editora
Política del Diario del Che en Bolivia impreso en Cuba, donde hace una análisis
del diario, de las características del Che que lo llevaron a iniciar la lucha
insurreccional en ese país, y con una
fuerte crítica a quienes hacen una interpretación superficial de los hechos. En
base a la pormenorizada información que brinda este documento, destaca su
capacidad de mando como jefe fraternal y humano, era muy exigente y sabía que
la disciplina del guerrillero está basada en su conciencia moral y lo
demostraba con su propio ejemplo. Aquí Fidel interpreta la convicción que tenía
el Che de que el imperialismo actuaba como promotor sistemático de las
contrarrevoluciones y a favor de las estructuras
oligarcas en el mundo y que esta era la razón por la que había que combatirlo
en todos sus frentes. Hace una fuerte crítica al accionar de quien esgrimía en
ese momento el título de Secretario del Partido Comunista de Bolivia, Aldo
Monje, quien no sólo reclamaba injustamente por su falta de conocimientos el mando del movimiento
guerrillero encabezado por el Che, sino que además saboteó a este movimiento
interceptando en La Paz a militantes comunistas que estaban dispuestos a unirse
a las guerrillas. Fidel manifiesta que la actuación del Che en Bolivia fue
ejemplar y que procedió con responsabilidad irreprochable. Por sus
características mediterráneas para lograr la salida al mar, Bolivia necesitaba
del triunfo revolucionario de sus vecinos y debido la enorme capacidad y
experiencia que tenía el Che, él era el hombre que podría haber acelerado el
proceso. Es por esto que él no concebía la lucha en Bolivia como un caso
aislado, sino como parte de un movimiento revolucionario que rápidamente podía
abarcar a otros países sojuzgados por el imperialismo en América del Sur.
Afirma Fidel que para impugnar la actuación del Che en Bolivia se debía contar
con la capacidad de tener profundas respuestas para la urgente transformación
revolucionaria, y además contar con una fórmula y el camino mágico diferente a
la concebida por el Che. Pero como nadie tiene respuesta a esto, lo más
decoroso sería el silencio ante el gesto del Che en Bolivia. Finalmente hace
una breve reseña de lo que fueron las últimas horas vividas por el Che, cuando
respondiendo a las ordenes de Barrientos, Ovando y otros altos jefes militares
de La Paz, instruyeron al sub-oficial Mario Terán para que procediera al
alevoso hecho de su asesinato. Duras estas horas finales, pero nadie mejor
preparado que el Che para enfrentarse a semejante prueba. En un pasaje de este
texto Fidel recuerda que el Che manifestó, en su mensaje a la Tricontinental
que: “Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo… En
cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ese,
nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se
tienda para empuñar nuestras armas”.
En
el transcurso del posterior debate se planteó que nadie tiene el derecho de
criticar al Che por su accionar en Bolivia, y como bien dice Fidel que si no se
puede superar la obra del Che, su consecuencia revolucionaria y sus ejemplos
éticos, lo menos que se debe hacer es callarse la boca. Para emprender la obra
que el Che emprendió en Bolivia se debe tener una enorme convicción ideológica,
tener claros principios políticos, profundos conocimientos y experiencia en la
lucha revolucionaria armada. Se observó la importancia de la unidad en lugar
del sectarismo dentro de un movimiento revolucionario, para lograr la adhesión
masiva de la población a la lucha. También se valoró la actitud del Che en lo
que respecta a la severidad y exigencia que impartía a su gente, pero que al mismo tiempo era severo
y exigente consigo mismo. Su propio ejemplo fortalecía la conciencia del
guerrillero. Se debatió alrededor del tema de la necesidad que tiene el sistema
capitalista de mantener a un sector de la población empobrecida para proceder a
su explotación, y de esta manera lograr el enriquecimiento de sectores
reducidos de la sociedad. Es por esto que dentro del capitalismo no puede haber
solución para las necesidades de toda la población, ya que se trata de una
sociedad dividida en clases que están permanentemente enfrentadas. Finalmente
se valoró nuevamente la importancia de la reflexión y el debate después de la
lectura compartida en nuestros talleres, ya que de esta manera se superan las
dudas y se enriquecen los conocimientos en función al análisis colectivo.
Por
último se propone como tema para el próximo Taller de Lectura: “En
la Conferencia Afroasiática en Argelia” discurso pronunciado por el Che
en el Segundo Seminario Económico de Solidaridad Afroasiática el 24 de febrero
de 1965.
Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 3 de enero de 2015
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