Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 115
Este texto fue tomado de Cubadebate, y se trata de la transcripción
de la conferencia de la Dra. Rosa Miriam Elizalde, periodista cubana y Doctora
en Ciencias de la Comunicación, Vicepresidenta Primera de la Unión de
Periodistas de Cuba y Vicepresidenta de la Federación Latinoamericana de
Periodistas, en el taller “La prensa
cubana en la encrucijada de la reforma constitucional”, realizado en la
Casa de la Prensa, el 15 de agosto de 2018 en La Habana. Rosa Miriam hace un
análisis de cómo se fue incluyendo la libertad de prensa en las distintas
constituciones a lo largo de la historia de Cuba, a pesar de que su
reconocimiento generalmente se tomó de manera parcial. Recién en la
Constitución Socialista de 1976 se abordan por separado la libertad de
expresión y la libertad de información, excluyendo además la propiedad privada
de los medios. Hace referencia al Informe McBride de 1980, un documento de la
UNESCO para analizar y resolver los problemas de la comunicación en el mundo, y
en particular el fenómeno de la concentración de la propiedad mediática.
Teniendo en cuenta las actuales transformaciones tecnológicas y su impacto en
la sociedad, se han ido perdiendo las nociones de “libertad de expresión”,
“libertad de prensa”, “derecho a la información”, y al “derecho a la privacidad
y la cultura”. Los medios públicos en Cuba nacieron con la Revolución y son una
propiedad social. La nueva Constitución, que en este momento está en pleno
debate en todo el país con la participación directa de su pueblo, plantea una
nueva propuesta en el ámbito de la comunicación. Menciona que es relevante esta
oportunidad para poder introducir las mejoras que se puedan aportar, como por
ejemplo el reordenamiento de la regulación de los medios, la generación de los
contenidos y los servicios informativos comunicacionales. Para ello se deberá
tener en cuenta el nuevo entorno digital que exige replantear la noción
tradicional del espacio público y los mecanismos de protección, el uso y la difusión
de la información. Se deberá incluir en el texto de la nueva Constitución que
el Estado garantice el derecho al acceso de los cubanos a los servicios de las
telecomunicaciones, incluida la banda ancha, la internet, y las tecnologías de
la información y las comunicaciones (TICs), fijándose los límites bajo control social, de la brecha digital para
evitar la sobrecarga informacional. Tal como lo expresara el Presidente de Cuba
Miguel Díaz Canel, el Estado trabajará para que este recurso esté disponible,
accesible y costeable para todos. Este nuevo proyecto constitucional manifiesta
una renovada fortaleza en los derechos de comunicación que serán además
regulados por el Estado quien defina funciones, atribuciones, derechos,
deberes, y responsabilidades recíprocas de todos los que intervienen en la
comunicación. Rosa Miriam Elizalde manifiesta por último que se debería
incorporar además en los derechos vinculados a la ciudadanía digital, los
relacionados al acceso a la información, la privacidad y la neutralidad de la
red.
En base a la exposición de la
Dra. Rosa María Elizalde, donde manifiesta que la reformulación de la
Constitución cubana es una oportunidad excepcional para el reordenamiento de toda la regulación relativa
al tema de los medios y la generación de contenidos, el posterior debate fundamentalmente
giró alrededor de la necesidad de cómo poder filtrar la información que nos
llega a través de los medios y de las redes sociales. Será una de las batallas
más difíciles y se planteó que el mejor filtro a la información es la cultura
generada por una educación basada en el pensamiento crítico, que es el ejemplo
del pueblo cubano. Queda demostrado que hoy hay una incapacidad declarada para
el control de las informaciones provenientes del Facebook y el WhatsApp, siendo
imposible fijar los límites y el control de sus contenidos. En Cuba la Radio y
la Televisión son una propiedad social y que está en manos del Estado, quien
ejerce su control y lo subvenciona, por lo cual no necesita emitir avisos
comerciales durante su programación como un lucro para su sostenimiento, como
es el caso de los medios privados. Se comentó que si bien el Estado se
comprometió al perfeccionamiento de la información de la sociedad cubana, hoy
en día el pueblo tiene acceso al WiFi libre, generalmente en las plazas
públicas de sus ciudades. También se comentó acerca de las técnicas
psicométricas que se utilizan hoy en el mundo capitalista para estudiar los
perfiles emocionales de la gente, y que tomados de los llamados Big Data provenientes
el Facebook y el WhatsApp, son utilizadas por quienes mercantilizan el
proselitismo político para “manejar” emocionalmente la mente de los electores, de
modo que sin la necesidad de un análisis político decidan poner su voto a
determinados candidatos, como fue el reciente caso del neofascista Jair
Bolsonaro en Brasil, y su triunfo electoral.
Por último se acordó abordar
para el próximo Taller de Lectura un texto de Rosy Amaro, periodista de Cubavisión
Internacional: “Inversión extranjera y comercio exterior: ¿Negociar con (y en) Cuba?”
Grupo Bariloche de
Solidaridad con Cuba, 03 de noviembre de 2018
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