“Inversión extranjera y comercio
exterior: ¿Negociar con (y en) Cuba?”
Por: Rosy Amaro (Periodista
de Cubavisión Internacional)
28 octubre 2018 – Tomado de
Cubadebate
En el contexto de la Feria Internacional de la Habana,
Cubavisión Internacional (En Primera Persona) dialogó con el Ministro de
Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca Díaz.
¿Existen temores con el capital foráneo en la Isla? ¿Qué proyectan los grupos
negociadores con los inversionistas? ¿En qué fase se halla la Zona Especial de
Desarrollo Mariel y cuál es su articulación con la economía nacional?
Y entraron en el diálogo otras interrogantes relacionadas
con el tema como el bloqueo de EE.UU y la posible inserción de las formas de
gestión no estatal dentro del sistema de comercio exterior de la nación.
Cubadebate reproduce para sus lectores esta importante entrevista en el día que
se inaugura la Feria Internacional de La Habana.
Los cubanos se hallan
en medio de un proceso de consulta popular del Proyecto de Constitución donde
se reconoce la importancia de la inversión extranjera para el desarrollo
económico del país. ¿Cuán compatibles son el término soberanía defendido en el
artículo 28 del Proyecto de Constitución y la modalidad de inversión extranjera
directa que tanto se promueve en los lineamientos de la política externa?
-La inversión extranjera para Cuba es una necesidad.
Nosotros tenemos una economía muy abierta. Además, no somos un país rico en
recursos naturales y el ahorro nacional no es suficiente para hacer las
inversiones que requiere nuestro desarrollo económico y social. Por eso tenemos
que acudir al financiamiento externo, sea por la vía de créditos o inversión
extranjera directa.
“Nosotros, sin embargo, no vamos a vender el país. Nosotros
vamos a desarrollar este proceso de acuerdo con nuestras leyes, y con nuestras
políticas. Vamos siempre a proteger nuestra soberanía. Se trata de buscar con
la alianza con el capital extranjero el desarrollo de proyectos.
“Cuando se aprobó la Ley de Inversión Extranjera (Ley 118)
en el 2014 recuerdo que en el proceso preparatorio conversamos con muchos
compañeros y compañeras a lo largo de todo el país. En ese momento destacábamos
que tras el triunfo de la Revolución, en el año 1960, una de las medidas con
las cuales se radicalizó el proceso fue la nacionalización de las empresas
norteamericanas. Fue un golpe fuerte contra el imperialismo y un paso adelante
de la Revolución hacia el socialismo. Y ahora pudiera parecer entonces que
estamos haciendo lo contrario, atrayendo capital extranjero. Pero no, lo
estamos haciendo distinto: cuando bajo los gobiernos de la seudorrepública
venía capital extranjero, sobre todo de Estados Unidos, lo hacía para
esclavizarnos; ahora nosotros estamos poniendo una serie de reglas que permiten
controlar este proceso y que nuestra soberanía sea preservada.
“Un ejemplo: en los recursos naturales no renovables, como
la minería, la participación extranjera siempre tiene que ser minoritaria. En
los sectores más dinámicos de la economía, como es el turismo, o la industria
farmacéutica y biotecnológica, también nuestras políticas indican que la
participación cubana tiene que ser mayoritaria. Tenemos una línea de protección
en temas de propiedad intelectual para preservar y ser coherentes con estas
disposiciones y la defensa de nuestra soberanía económica”.
En los lineamientos
de la política económica que marcan el proceso de actualización del modelo
socialista cubano, específicamente en la política económica externa, se habla
de la promoción de la inversión extranjera directa… ¿Qué implica para Cuba este
tipo de inversión?
-Decimos inversión extranjera directa porque está referida a
proyectos concretos. En otros países hay inversión extranjera que no es directa
porque se invierte en bolsa, o en fondos de inversión, y no se invierte en
proyectos específicos. Ese tipo de inversión que muchas veces es especulativa
no lo estamos promoviendo, sino la inversión en proyectos que hemos
identificado y estudiado.
“En la cartera de oportunidades de negocios con capital
extranjero no aparecen proyectos que no tengan estudios previos. Nosotros le
pedimos a las empresas cubanas que preparen bien sus propuestas, y si son
viables las promovemos.
“¿Quiere decir que otros proyectos no se puedan hacer? Puede
ser, pero estos son los que están estudiados, lo cual está alineado con las
bases del Programa Nacional de Desarrollo para el año 2030. Están identificados
los sectores prioritarios y los ejes transversales que sirven para el
desarrollo económico y social”.
Percibimos que existe
manifiesta voluntad política para incentivar la inversión extranjera en Cuba;
sin embargo, el avance ha sido muy lento desde la aprobación de la ley en 2014.
Ha sido reconocido incluso por el propio Primer Secretario del Partido, Raúl
Castro, quien afirmó que han sido frecuentes las dilaciones excesivas del
proceso negociador… ¿Qué se hace hoy para eliminar esos procesos engorrosos a
la hora de negociar con los posibles inversionistas?
-Eso tiene que ver con dos problemas. Uno de ellos es la
mentalidad: todavía hay personas que no tienen claridad de que la inversión
extranjera va a ser beneficiosa para el desarrollo económico de Cuba y la
construcción del socialismo. El propio General de Ejército Raúl Castro decía en
esa misma intervención que se debe cambiar la mentalidad, despojarnos de falsos
temores. Pero ya lo hemos dicho: No vamos a vender el país.
“Otro problema es la preparación de nuestros empresarios. En
los lineamientos se establece muy claramente la necesidad de separar las
funciones estatales de las empresariales. Sin embargo, eso es un proceso y
nuestros empresarios están muy acostumbrados a esperar que les den
indicaciones, a consultar, a no tomar decisiones; y todo eso realmente hace que
esos procesos se enlentezcan.
“Y en eso podemos trabajar nosotros, afortunadamente. Pero
hay otros obstáculos para la inversión extranjera en Cuba que no podemos
controlar. El bloqueo de Estados Unidos es el principal problema que tenemos.
Muchas empresas simplemente no se interesan en las posibilidades de negocios en
la Isla porque el bloqueo es una especie de barrera, les genera temor, tienen
negocios en Estados Unidos y no quieren que se les afecte”.
Se habla de la
necesidad de la jerarquización del tema de la inversión extranjera en los
organismos que atienden los sectores priorizados…
-El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, está realizando
reuniones por sectores para analizar los temas relacionados con la inversión
extranjera. Estamos viendo caso a caso los problemas que existen.
“Nos percatamos en la práctica de que no hay ninguna razón
para que se demore el proceso. Hemos identificado casos en los que los
proyectos son buenos, ambas partes están de acuerdo, y se asegura un impacto
muy positivo en la economía. Sin embargo, se demora por la falta de preparación
del personal, por temores.
“El presidente Diaz-Canel nos ha llamado, como antes lo hizo
Raúl, a trabajar fuerte en vencer esos obstáculos, que si bien no son los
principales, están afectando y nosotros podemos resolverlos”.
Hablemos de la Zona
Especial de Desarrollo Mariel (ZED Mariel). El Estado cubano ha invertido un
promedio de 300 millones de dólares anuales en el desarrollo de
infraestructuras de alto estándar… ¿Cómo calificaría usted lo alcanzado en esta
Zona de Desarrollo en la cual apenas han sido aprobados 37 proyectos en cinco
años de operaciones?
-Bueno, pero 37 proyectos en cinco años, contra el bloqueo,
no es poca cosa. La ZED Mariel es un proyecto muy interesante porque lo que
trata es de aprovechar la infraestructura que ya nosotros hemos desarrollado
alrededor: el puerto de Mariel, que fue una gran inversión de cerca de mil
millones de dólares. Un puerto moderno, de aguas profundas, que va a
posibilitar mucha más eficiencia en el transporte de contenedores en el país y
que a futuro podría ser un puerto de trasbordo de contenedores hacia otros
lugares, sobre todo si no hubiera bloqueo en toda la costa sur y esta pudiera
servirse del puerto de Mariel. Hemos hecho otras obras de infraestructura como
el ferrocarril, las autopistas.
“Dijimos: vamos a aprovechar y creemos una zona donde sea
más atractivo para el capital extranjero invertir. Y ahí hemos ofrecido
incentivos superiores a los que da la ley. Por ejemplo, la exención de pago de
impuestos sobre utilidades en la Ley de Inversión Extranjera es por ocho años y
en ZED Mariel es por diez años.
“Hay algunos resultados ya, y la ZED Mariel va a seguir
avanzando porque está emprendiendo algunos proyectos audaces, como nos pide el
presidente.
“Este año la ZED Mariel aprobó la primera concesión a una
empresa extranjera para desarrollar negocios. ¿Qué quiere decir una concesión?
Recordemos que el decreto ley que aprueba la creación de la ZED habla de
usuarios y concesionarios. Los concesionarios son aquellos que pueden
desarrollar negocios por sí mismos. Este proyecto es con la empresa Viglacera
S.A, una gran empresa vietnamita de la construcción, y ellos tienen un área
aprobada para promover los negocios. Ellos harán la infraestructura para que se
puedan desarrollar los negocios, y promoverán la presencia de otros empresarios
para que se instalen en esa concesión.
“Viglacera S.A ya identificó una empresa que se instalará en
ese pedazo de la Zona para una fábrica de vidrio plano, lo cual es muy
importante para las construcciones. En todas las obras que estamos haciendo de
desarrollo de vivienda, del turismo, necesitamos el vidrio, y ahora lo estamos
importando, y esos son proyectos que van a llevarnos a mejorar la complementariedad
de la economía.
“Otros proyectos que se aprobaron hace poco están
relacionados con temas de envases: la fábrica de frascos de vidrio y la fábrica
de latas de aluminio. Hoy nosotros exportamos ron, pero tenemos que importar la
botella, no hay una cadena productiva de valor; y ahora tendremos las botellas
cubanas. Las latas de refrescos y de cervezas hoy las importamos con aire
dentro para poder envasarlas aquí, y será mucho mejor fabricarlas en Cuba. Y yo
diría que sería mejor si hacemos la nueva fábrica de cerveza al lado de esa
fábrica de latas.
“Lo que estoy intentando mostrar es que en la ZED Mariel
estamos tratando de hacerlo mejor, como sería ideal realizarlo en todo el país.
Allí lo estamos tratando de hacer muy bien. Y yo estoy seguro de que la ZED
Mariel seguirá desarrollándose.
“La ZED está concebida para un desarrollo de largo plazo. Si
nos fijamos en el área desde el puerto de Cabañas hasta el Salado, en La
Habana; todo eso es la ZED Mariel. Es un proyecto para 50 años de desarrollo y
no podemos desesperarnos”.
¿Cómo se articulan
estos negocios instalados en la ZED Mariel con el resto de la economía
nacional?
-Ese es un desafío importante. Nosotros pensamos la ZED
Mariel para exportar pero también tendrá que atender el mercado cubano. En la
medida en que logremos entrelazar las industrias nacionales con las que se
instalen en la Zona, será muy beneficioso para la economía.
Volviendo a los
lineamientos de la política económica de Cuba enmarcada hasta el año 2030. El
número 75 estipula “establecer los mecanismos para canalizar la demanda de
importación que surjan de las formas de propiedad y gestión no estatal…”.
¿Existen ya estos mecanismos, se está trabajando en ellos?
-Se está trabajando en ello, y esa es una buena pregunta. En
el sector no estatal, yo digo, los cuentapropistas, el sector privado, incluso
las cooperativas (que es una forma social de la propiedad pero que tampoco es
estatal), hay una fuerte necesidad de un mercado mayorista para apoyar a estas
actividades económicas. Que no son las principales porque nosotros seguimos
defendiendo que el sector estatal sea el que administre los medios
fundamentales de producción del país, pero el sector privado es un complemento
importante, sin dudas.
“No hemos logrado ese mercado mayorista, y aunque se han
dado pasos no se ha podido establecer. Eso trae muchos problemas no solo a los
cuentapropistas, también a la población, porque cuando usted va a comprar pollo
y llegó uno antes y se llevó 20 cajas, o las manzanas famosas… En fin, es una
tarea que está pendiente.
“Lleva recursos financieros importantes que realmente no
hemos podido invertir en eso aún lo suficiente, pero creo que es un tema que
tenemos que ir resolviendo poco a poco porque está en los lineamientos y
tendremos que implementarlo. Además porque es algo totalmente razonable que
esas formas de producción o de prestación de
servicios tengan su propio sistema de abastecimiento y no tengan que
acudir al mercado minorista”.
¿Y exportar, podrán
las formas de gestión no estatal exportar productos o servicios?
-Podrán, yo pienso que sí. ¿Cómo? Eso hay que ver. En los
países desarrollados como EE.UU. o en Europa los agricultores exportan, pero no
exportan ellos mismos. Hay una empresa especializada en comercio exterior que
se dedica a eso.
“Exportar e importar. Nosotros insistimos en que esas
actividades cuenten con personal
preparado que cumpla determinadas condiciones para que pueda hacerlo
bien. ¿Lo mejor es que cada una de las pequeñas actividades productivas o de
servicios que hay en Cuba haga eso? Sería un manicomio, y no lo hacen en
ninguna parte del mundo, te lo garantizo. Tendremos que crear condiciones para
que si necesitan importar algo, tengan cómo hacerlo, o alguien lo haga y ellos
puedan adquirirlo.
“En Cuba tenemos la tendencia a querer hacer todo nosotros
mismos, y no solo hablo del sector privado, también el sector estatal, ‘yo
quiero comprar eso’. En ninguna parte
del mundo usted importa los neumáticos que va a utilizar, sino que va a un
lugar y los compra. Pero eso tiene que ver con lo que ya hablábamos: el mercado
mayorista en Cuba tiene problemas, y tenemos que desarrollarlo, para la empresa
estatal y para el sector no estatal”.
¿Y dentro de ese
ambiente de exportación de servicios y productos cubanos, cómo se inserta la
Feria de La Habana?
-Nuestra economía se ha ido transformando en los últimos
tiempos. De las exportaciones cubanas en los últimos tiempos, el 70% son
servicios (médicos, turismo, telecomunicaciones) y el 30% son productos. Y ese
cambio estructural de nuestra economía también se refleja en FIHAV. Nosotros
hemos estado trabajando para que la feria sea un agente promotor de las
exportaciones cubanas (que es otra asignatura en la que tenemos que sacar
mejores calificaciones).
“Por ejemplo, Servicios Médicos Cubanos, que es la empresa
que exporta este tipo de servicio, tiene un área muy céntrica en el pabellón
cubano. ¿Y qué es lo que tiene al lado? Biocubafarma. Porque tenemos que tratar
de integrar todas esas esferas. Si lográramos exportar paquetes tecnológicos
(por ejemplo: servicios médicos asociados a los medicamentos), lograríamos un
valor añadido muy superior, y en eso estamos trabajando también”.
¿Cómo lograr un país
con credibilidad en sus relaciones económicas internacionales si la economía de
ese país está marcada por la persecución constante del bloqueo económico?
-El bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo de
nuestro país, y le crea muchas dificultades a nuestro pueblo en su vida diaria.
Pero a pesar del bloqueo Cuba está aquí, y el bloqueo ha estado en estos 60
años, el mismo tiempo que ha vivido la Revolución. Y en las circunstancias más
difíciles, como fue el Periodo especial, cuando se derrumbó el campo
socialista, nuestro pueblo demostró su deseo de resistencia y su fe en la
victoria.
“Hoy atravesamos un momento también difícil desde el punto
de vista económico porque todas estas persecuciones, sobre todo en el ámbito
financiero, nos provocan muchas dificultades. Pero igual creo que podemos ser
optimistas: vamos a vencer todos los problemas, y saldremos adelante.
“Además, el bloqueo no va durar siempre. Algún día
desaparecerá y el puerto de Mariel exportará contenedores a EE.UU. Somos
optimistas porque tenemos la razón. Sabemos que vamos a vencer”.
Y a pesar del bloqueo,
y el contexto hostil en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, ya existe
una empresa mixta del sector de la biotecnología…
-Durante la visita del presidente Miguel Díaz-Canel a
Naciones Unidas, en actividades paralelas tuvo varios encuentros con sectores
diversos de la sociedad de EE.UU. Específicamente en el ámbito económico tuvo
intercambios con empresarios norteamericanos, del sector agroalimentario, de la
industria de las telecomunicaciones y de la informática, empresarios de la
industria de viajes, aerolíneas, cruceros, hoteles. La sociedad norteamericana,
crecientemente, cree que el bloqueo es una política absurda, fracasada además,
que no resuelve ningún problema a nadie, y nos crea muchos a nosotros.
“Y efectivamente, estando allí la empresa norteamericana
anunció la constitución de una empresa mixta en la ZED Mariel para producir
vacunas terapéuticas. Además de un negocio importante, de una expresión del
deseo de ir contra el bloqueo, también es un reconocimiento al desarrollo tecnológico alcanzado por Cuba en estos años
de Revolución.
“Estoy seguro de que esa empresa puede influir en la
sociedad norteamericana. Nosotros esperamos exportar nuestros productos
farmacéuticos a EE.UU. igual que lo hacemos a otras partes del mundo. Tenemos el
Heberprot-P, que es único y ayuda a evitar la amputación del pie diabético, y
ellos no tienen ese producto. Hay otra empresa norteamericana interesada en
hacer las pruebas con la Agencia Federal de Medicamentos en EE.UU. para que el
Heberprot-P se apruebe y se pueda comercializar en Estados Unidos.
“En fin, nosotros no bloqueamos a nadie, quisiéramos hacer
negocios con empresarios de todo el mundo. El bloqueo es unilateral, injusto e
inmoral, pero seguiremos luchando contra él, lo iremos resquebrajando con estas
oportunidades. Algún día no existirá más”.
Entonces, ministro,
¿vale la pena invertir en Cuba?…
-Yo creo que sí. Fíjate, ninguno que ha venido a invertir en
Cuba se ha ido. A pesar de las presiones, del bloqueo, todos están ahí. Aquí
estamos ofreciendo algo importante: no solo es la oportunidad de negocio,
también un ambiente sano, seguridad.
En otros países el empresario extranjero tiene que tomar medidas para andar en la calle.
Aquí puede andar por la calle libremente, no hay peligro. También tenemos una
fuerza de trabajo calificada. Cuba ofrece muchas oportunidades, pero sobre todo
seriedad.
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