Síntesis y conclusiones del
Taller de Lectura Nº 101
“El Padre de las
Casas” y “La Ilíada de Homero”.
Dos cuentos tomados
de “La Edad de Oro” de José Martí.
Fray Bartolomé de Las Casas fue
un religioso español, defensor de los derechos de los indígenas en los inicios
de la colonización de América. Tuvo una formación más bien autodidacta,
orientada hacia la teología, la filosofía y el derecho. Pasó a las Indias en
1502, diez años después del descubrimiento de América; en La Española (Santo
Domingo) se ordenó sacerdote en 1512 (fue el primero que lo hizo en el Nuevo
Mundo) y un año después marchó como capellán en la expedición que conquistó
Cuba. Conmovido por los abusos de los colonos españoles hacia los indígenas y
por la gradual extinción de éstos, Bartolomé de Las Casas emprendió desde
entonces una campaña para defender los derechos humanos de los indios, denunciando
a la institución castellana como una forma de esclavitud encubierta de los
indios. Las Casas publicó en 1552 una serie de escritos críticos, entre los que
se incluía la Brevísima relación de la destrucción de las Indias; en ella
denunciaba los abusos de la colonización española con una amplitud de miras
incomprensible para su época, pero con tal acritud que sería empleada con fines
propagandísticos por los enemigos de los Habsburgo, contribuyendo a engrosar la
llamada «leyenda negra».
La Ilíada de Homero fue
considerada por los griegos de la época clásica y por las generaciones
posteriores como las composiciones más importantes en la literatura de la
Antigua Grecia. Fue muy famosa en su época y es obligatorio estudiarla en
Grecia. Tiene ya una antigüedad de casi tres milenios, pues se remonta por lo
menos al siglo VII a. de C. La Ilíada no relata la guerra de Troya o Ilión,
sino sólo un episodio de ella: el de la cólera de Aquiles. Tal episodio se
desarrolla en un tiempo brevísimo, exactamente en cincuenta y un días. En
verdad las cóleras son dos y no una. Y el paso de la una a la otra divide el
poema en dos partes: en la primera Aquiles decide no combatir más; en la
segunda se arroja de nuevo al combate. El mundo que Homero nos presenta en la
Ilíada es un mundo aristocrático vertebrado en torno a la noción de areté, de
excelencia, que es la máxima posibilidad de desarrollo de las capacidades y los
conocimientos humanos. Lo que los héroes homéricos ansiaban, el motor que les
movía, era destacar, tener su día de gloria. Esta gloria se materializaba en el
reconocimiento por parte del grupo, que le concedía el honor simbólico de un
géras (personificación de la vejez), de una recompensa por su distinción.
Arrebatarle a alguien su géras era privarle de su honor, de su gloria. Ésa era
la raíz del conflicto que enfrentó a Agamenón y a Aquiles. Lo hermoso de la
Ilíada es la manera con que pinta el mundo, como si lo viera el hombre por
primera vez, y corriese de un lado para otro llorando de amor, con los brazos
levantados, preguntándole al cielo quién puede tanto, y dónde está el creador,
y cómo compuso y mantuvo tantas maravillas. Otra hermosura de la Ilíada es el
modo de decir las cosas, sin esas palabras fanfarronas que los poetas usan
porque les suenan bien, sino con palabras muy pocas y fuertes.
Durante el posterior debate se mencionó la crueldad asesina con la que
los conquistadores españoles han tratado a la población originaria en
Nuestramérica. Toda una intención de destruir por medio del genocidio una cultura
de gente tan pacífica que habitaba en este continente, con la finalidad de
alienarlos y someterlos a la entrega del oro y de la plata que tanto abundaba
en nuestra región. La iglesia católica
hoy ostenta el poder mediante la exhibición del oro en las cúpulas de sus
catedrales en el Vaticano y en otras iglesias del mundo. La complicidad de esta
iglesia con el espíritu imperialista de los denominados colonizadores españoles
queda también plasmada en la lectura del reconocido libro escrito por Eduardo
Galeano “Las venas abiertas de América Latina”. Del texto de la Ilíada pudimos
rescatar muchos valores, como por ejemplo, que son los hombres los que inventan
los dioses a su semejanza, y como los hombres son soberbios y no quieren
reconocer que hay otros que son más fuertes o más inteligentes que ellos, se
convertían en reyes por su propio poder y decían que eran hijos de los dioses.
Lo más curioso es que después los sacerdotes decían que eso era verdad, y así
terminaban mandando juntos, los sacerdotes y los reyes. También pudimos valorar
el hecho que José Martí le haya dedicado un texto tan valioso y con tanto
contenido cultural universal a los niños, para despertar en ellos la curiosidad,
y poder luego profundizar en sus conocimientos. Él decía que para ser libres
primero hay que ser cultos, y lo ponía en práctica al escribir textos como “La
edad de oro”.
Finalmente hemos acordado abordar para nuestro próximo Taller de
Lectura del mes de octubre, un texto tomado de Cubadebate: “Cubanidad y Cubanía” escrito por Miguel Barnet (Novelista,
ensayista y poeta cubano, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de
Cuba y de la Fundación Fernando Ortiz). Es una intervención en el espacio
Dialogar, realizado en la facultad de biología de la Universidad de La Habana,
el 16 de mayo de 2017.
Grupo
Bariloche de Solidaridad con Cuba, 02 de setiembre de 2017
No hay comentarios.:
Publicar un comentario