Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 106
“El
replanteamiento del rol de los sindicatos en el proceso de actualización del
modelo económico y social socialista cubano”
Este texto fue tomado del
blog “La pupila insomne” el 27 diciembre 2017 escrito por Orlando Cruz Capote, que es Dr. en Ciencias Históricas,
Investigador Auxiliar del Instituto de Filosofía del Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, donde hace un análisis de la complejidad
de la construcción socialista mediante un proceso revolucionario en un mundo
donde impera un capitalismo hegemónico y dominante que tiene la intención de
destruir a la Revolución cubana. Debido a que el tránsito socialista, rumbo
estratégico hacia el comunismo, es un proceso que va por un camino aun inexplorado,
debe avanzar y algunas veces retroceder, para volver a avanzar con más
convicciones y con pasos más firmes. En este sentido le da una especial
importancia al rol que deben jugar los sindicatos en Cuba, todos nucleados en
la principal y fundamental organización de masas de los trabajadores, que es La Central de Trabajadores de Cuba. Se debe
considerar que el Partido Comunista de Cuba es quien ejerce el papel rector,
dirigente y conductor de la sociedad, pero no representa la voluntad de todo el
pueblo ya que lo integra algo menos del diez por ciento de su población. Es
allí donde la verdadera participación masiva y popular se va a dar a través de
los sindicatos, ya que nuclean a la gran mayoría del pueblo. Son 19 sindicatos
nacionales que agrupan a casi tres millones de trabajadores afiliados, el 96%
de los trabajadores cubanos pertenecen a la CTC como una fuerza muy importante
para la defensa de los intereses del pueblo y de la Revolución. Frente al actual
proceso de actualización del Modelo Económico y Social del socialismo cubano,
se hace imprescindible la actuación seria de los sindicatos desde el poder
proletario, patriótico y revolucionario, ya que las organizaciones obreras
sindicales son partes imprescindibles en la construcción, la preservación y la
velación de la unidad del pueblo cubano con su Revolución. Este proceso ha
permitido la aparición de las relaciones monetarias-mercantiles que deben ser
reguladas de tal manera que no entorpezcan el rumbo socialista ya que las
nuevas realidades implican la aplicación de nuevos métodos. Es preciso que
estos colectivos laborales velen por la permanente escuela de formación,
educación y concientización ideológica y política de sus dirigentes y de los
trabajadores, que debe ser martiana, marxista y leninista. No se debe
subestimar la presencia de pequeños grupos opositores, adversarios e incluso
quienes actúan como enemigos contrarrevolucionarios, que muchas veces alentados
por el dinero y otros beneficios de las agencias de inteligencia de los Estados
Unidos, ONGs y otras organizaciones, ejercen su influencia negativa
aprovechándose de los errores y las insuficiencias de las políticas cubanas.
Como los sindicatos en Cuba poseen un fuerte componente autonómico, de
interdependencia e interactividad retroalimentadora con el Partido, el Estado,
el gobierno y el Poder Popular en sus diferentes niveles, deben estar en la
primera línea de combate para impedir la concentración de la propiedad y la
riqueza en pocas manos, evitar el productivismo a ultranza, poner límites al
aumento de los niveles de desigualdad, velar por la creación de nuevos empleos,
procurando que los trabajadores no tengan que emigrar al extranjero, e impulsar
una política informativa transparente y la enseñanza de la historia y el
marxismo en una constante repolitización y reideologización de la sociedad.
A lo largo del debate que se
inicia después de la lectura de este texto, se acuerda que se trata de un
tratado filosófico con un profundo contenido político-ideológico, y que aborda
con mucha responsabilidad el rol que deben asumir los sindicatos en Cuba frente
a las consecuencias surgidas por la aplicación del nuevo modelo económico y
social socialista cubano, tarea que hay que emprender cambiando todo lo que
deba ser cambiado pero con la firme convicción de qué debe ser cambiado y para
qué debe ser cambiado, haciendo una clara referencia al primer y segundo concepto
de Revolución de Fidel Castro, que dice que Revolución ‘es sentido del momento
histórico’ y ‘es cambiar todo lo que deba ser cambiado’. Ocurre que los nuevos
cuentapropistas se encuentran con la sorpresa que ellos no tienen experiencia
en la organización de sus pequeñas empresas, y deben superar esta etapa
regulando la actividad para no perder el rumbo socialista. Nos llama la
atención el modo en que pequeños grupos minoritarios tratan de ser cooptados
por conocidas técnicas de aplicación de las denominadas posverdades, mediante
el método fascista goebbeliano,
repitiendo manipuladamente falsedades hasta tratar de convertirlas en verdades.
Por otro lado también se mencionó que es notable cómo incluso en Cuba algunas
personas actúan con avaricia a raíz de su instinto egoísta. Lo que nos queda
claro es que en el estado socialista cubano, cuya democracia es de carácter
participativa, se consulta con el pueblo buscando de convencerlo mediante la
persuasión para atraerlo a la causa revolucionaria, pero nunca de forma
impositiva y obligatoria.
Por último se acordó abordar
para el próximo Taller de lectura un texto tomado de Cubadebate escrito por el doctor
en ciencias filológicas, poeta y ensayista cubano, Luis Toledo Sande, tiulado: “La
cultura de la propiedad privada o ¡Cuidado con ese culto!” ya que está
en sintonía con el texto que acabamos de debatir.
Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 3 de febrero de 2018
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