noviembre 05, 2018

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 115


Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 115
 “El proyecto constitucional y la comunicación”

Este texto fue tomado de Cubadebate, y se trata de la transcripción de la conferencia de la Dra. Rosa Miriam Elizalde, periodista cubana y Doctora en Ciencias de la Comunicación, Vicepresidenta Primera de la Unión de Periodistas de Cuba y Vicepresidenta de la Federación Latinoamericana de Periodistas, en el taller “La prensa cubana en la encrucijada de la reforma constitucional”, realizado en la Casa de la Prensa, el 15 de agosto de 2018 en La Habana. Rosa Miriam hace un análisis de cómo se fue incluyendo la libertad de prensa en las distintas constituciones a lo largo de la historia de Cuba, a pesar de que su reconocimiento generalmente se tomó de manera parcial. Recién en la Constitución Socialista de 1976 se abordan por separado la libertad de expresión y la libertad de información, excluyendo además la propiedad privada de los medios. Hace referencia al Informe McBride de 1980, un documento de la UNESCO para analizar y resolver los problemas de la comunicación en el mundo, y en particular el fenómeno de la concentración de la propiedad mediática. Teniendo en cuenta las actuales transformaciones tecnológicas y su impacto en la sociedad, se han ido perdiendo las nociones de “libertad de expresión”, “libertad de prensa”, “derecho a la información”, y al “derecho a la privacidad y la cultura”. Los medios públicos en Cuba nacieron con la Revolución y son una propiedad social. La nueva Constitución, que en este momento está en pleno debate en todo el país con la participación directa de su pueblo, plantea una nueva propuesta en el ámbito de la comunicación. Menciona que es relevante esta oportunidad para poder introducir las mejoras que se puedan aportar, como por ejemplo el reordenamiento de la regulación de los medios, la generación de los contenidos y los servicios informativos comunicacionales. Para ello se deberá tener en cuenta el nuevo entorno digital que exige replantear la noción tradicional del espacio público y los mecanismos de protección, el uso y la difusión de la información. Se deberá incluir en el texto de la nueva Constitución que el Estado garantice el derecho al acceso de los cubanos a los servicios de las telecomunicaciones, incluida la banda ancha, la internet, y las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs), fijándose los límites bajo  control social, de la brecha digital para evitar la sobrecarga informacional. Tal como lo expresara el Presidente de Cuba Miguel Díaz Canel, el Estado trabajará para que este recurso esté disponible, accesible y costeable para todos. Este nuevo proyecto constitucional manifiesta una renovada fortaleza en los derechos de comunicación que serán además regulados por el Estado quien defina funciones, atribuciones, derechos, deberes, y responsabilidades recíprocas de todos los que intervienen en la comunicación. Rosa Miriam Elizalde manifiesta por último que se debería incorporar además en los derechos vinculados a la ciudadanía digital, los relacionados al acceso a la información, la privacidad y la neutralidad de la red.

En base a la exposición de la Dra. Rosa María Elizalde, donde manifiesta que la reformulación de la Constitución cubana es una oportunidad excepcional para el  reordenamiento de toda la regulación relativa al tema de los medios y la generación de contenidos, el posterior debate fundamentalmente giró alrededor de la necesidad de cómo poder filtrar la información que nos llega a través de los medios y de las redes sociales. Será una de las batallas más difíciles y se planteó que el mejor filtro a la información es la cultura generada por una educación basada en el pensamiento crítico, que es el ejemplo del pueblo cubano. Queda demostrado que hoy hay una incapacidad declarada para el control de las informaciones provenientes del Facebook y el WhatsApp, siendo imposible fijar los límites y el control de sus contenidos. En Cuba la Radio y la Televisión son una propiedad social y que está en manos del Estado, quien ejerce su control y lo subvenciona, por lo cual no necesita emitir avisos comerciales durante su programación como un lucro para su sostenimiento, como es el caso de los medios privados. Se comentó que si bien el Estado se comprometió al perfeccionamiento de la información de la sociedad cubana, hoy en día el pueblo tiene acceso al WiFi libre, generalmente en las plazas públicas de sus ciudades. También se comentó acerca de las técnicas psicométricas que se utilizan hoy en el mundo capitalista para estudiar los perfiles emocionales de la gente, y que tomados de los llamados Big Data provenientes el Facebook y el WhatsApp, son utilizadas por quienes mercantilizan el proselitismo político para “manejar” emocionalmente la mente de los electores, de modo que sin la necesidad de un análisis político decidan poner su voto a determinados candidatos, como fue el reciente caso del neofascista Jair Bolsonaro en Brasil, y su triunfo electoral.

Por último se acordó abordar para el próximo Taller de Lectura un texto de Rosy Amaro, periodista de Cubavisión Internacional: “Inversión extranjera y comercio exterior: ¿Negociar con (y en) Cuba?”

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 03 de noviembre de 2018

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