mayo 08, 2013

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 45



Una nueva cultura de trabajo

Este discurso fue pronunciado por Ernesto Che Guevara el 21 de agosto de 1962 en un acto en La Habana, organizado por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), con trabajadores de cuatro fábricas que habían sobre cumplido sus cuotas de producción.
A pesar de la difícil etapa que estamos viviendo, estos objetivos solo se pueden alcanzar si entre todos logramos elevar nuestra conciencia revolucionaria, para hacer del trabajo el centro de todos nuestros afanes en la dura lucha por la construcción del socialismo. Para ello se hace necesario poner en práctica la emulación, que es en algo así como una disputa colectiva donde interviene la conciencia de los trabajadores para armonizarla y hacerla como una competencia deportiva en todos los niveles, de taller en taller, de departamento a departamento, de fábrica a fábrica, de empresa a empresa, de organismo a organismo, y que la emulación sea parte de la discusión cotidiana del trabajador en sus horas libres con pleno derecho a desarrollarse libremente, donde no haya explotadores ni explotados. Ese sería el real triunfo de la emulación. El trabajo debe realizarse con entusiasmo creador y en comunidad, donde el trabajo de uno se funde en el de todos, desarrollándose en nosotros la conciencia del socialismo, que es la síntesis sobre la que se puede formar la sociedad nueva. El hombre debe sentir el trabajo como una necesidad moral, y no solamente como la necesidad material para llevar el salario a sus hijos, a sus familiares. En esta etapa es muy importante el factor de la disciplina, que consiste en acatar las decisiones de la mayoría, de acuerdo con el centralismo democrático con participación en las discusiones, en las decisiones sobre la producción, la racionalización de todos los puestos y la fijación de los salarios. Nuestra obligación de productores de una sociedad que se libera, es la de dar a nuestro pueblo lo mejor que podamos, lo mejor de nuestro esfuerzo, nuestro esfuerzo convertido ya en productos de la mejor terminación y de la mejor calidad. Debemos agradecer a los países amigos que nos ayudan en esta etapa, y mantener siempre en alto nuestra bandera de ser los iniciadores de la construcción de la sociedad socialista en América Latina. Para construir la nueva sociedad necesitamos también una técnica superior, una tecnología moderna. Para alcanzar esta tecnología superior, para derrotar todos los inconvenientes que se crucen en nuestro camino, necesitamos capacitación constante, estudio constante. Ni el entusiasmo, ni la disciplina, ni el espíritu de sacrificio, ni el trabajo al máximo, pueden concretarse en una gran obra, si no hay también conocimientos técnicos donde asentarse. Los conocimientos técnicos, pues, y la capacitación constante para conseguirlos a todos los niveles, debe ser una preocupación diaria también de la clase obrera. El trabajo debe ser una necesidad moral nuestra, el trabajo debe ser algo al cual vayamos cada mañana, cada tarde, o cada noche, con entusiasmo renovado, con interés renovado. Tenemos que aprender a sacar del trabajo lo que tiene de interesante o lo que tiene de creador, a conocer el más mínimo secreto de la máquina o del proceso en el que nos toca trabajar. Nosotros tenemos que empezar hoy a tomar esa nueva actitud ante el trabajo y cada hombre que se sienta feliz en su trabajo, que se sienta feliz con su tarea de creador, que le inculque, que expela todo su entusiasmo revolucionario, todo su entusiasmo creador hacia los que les rodean, que riegue su conocimiento junto con su entusiasmo, que movilice con su ejemplo, que no se quede en ser solo obrero de mérito, obrero ejemplar, que lleve consigo a todos aquellos capaces de seguirlo, que emule con todo el mundo, que ayude al mismo tiempo, que cristalice su entusiasmo en grupos de trabajadores, que emule con otros trabajadores, que se convierta todo esto en el centro de la sociedad; que se recuerde siempre que el más digno de los trabajadores del país es aquel que pueda ostentar un título de trabajador distinguido en cualquiera de las esferas de la producción. Si nosotros vamos logrando esto, compañeros, caminaremos con las "botas de siete leguas", caminaremos rápidamente hacia la construcción del socialismo, hacia la sociedad socialista. La tarea está planteada.

En el transcurso del posterior debate se determinó que por la muy baja asistencia a este taller (tres personas) se decidió postergar este mismo texto para el próximo Taller del 2 de febrero de 2013.


Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 5 de enero de 2013.

mayo 07, 2013

Síntesis y conclusiones de los Talleres de Lectura Nº 49



Soberanía política e independencia económica

Este discurso del Che, pronunciado el 20 de marzo de 1960 en la televisión cubana, demuestra la interrelación que debe existir entre la soberanía política y la independencia económica, para alcanzar la plena soberanía de los pueblos. Estos dos conceptos deben ir siempre juntos ya que nunca habrá soberanía política o soberanía nacional si no se logra la independencia económica, propia de un país. La penetración de capitales extranjeros implica la tutela del país del cual se depende económicamente. En el caso cubano, el poder revolucionario o la soberanía política, es el instrumento para la conquista económica y para hacer realidad en toda su extensión la soberanía nacional. Nuestros objetivos tácticos de hoy son el triunfo de la Reforma Agraria que da la base de la industrialización del país, la diversificación del comercio exterior, la elevación del nivel de vida del pueblo para alcanzar este gran objetivo estratégico que es la liberación de la economía nacional. Nuestro camino hacia la liberación estará dado por la victoria sobre los monopolios y sobre los monopolios norteamericanos concretamente, que son fundamentalmente los monopolios de la tierra, que debe pasar a manos del pueblo mediante la Reforma Agraria. También están los monopolios de nuestras riquezas naturales, como el níquel, el cobalto, el hierro, el cromo, el manganeso y todas las concesiones petroleras. También los monopolios de los servicios públicos como la electricidad y el teléfono. Con respecto a las ventas de azúcar a la Unión Soviética, aclara el Che que “nosotros al comerciar estamos simplemente vendiendo mercancía y no estamos vendiendo soberanía nacional como lo hacíamos antes”. Como decía Martí: “la nación que compra es la nación que manda, y la nación que vende, es la que obedece”. Otro método de explotación por parte de las compañías norteamericanas, es a través de los onerosos créditos que nos otorgaban. Cuba ha firmado un convenio comercial con la Unión Soviética, muy beneficioso para nuestro pueblo, que es a doce años con sólo un 2,5 % de interés. Los créditos deben ser de modo que la nación lo aproveche y para que todos sus hijos se beneficien con ese crédito. Y quienes dicen que con estos tratados comerciales, Cuba apoya las maniobras Soviéticas en las Naciones Unidas, es simplemente nada más que la tarea de la contrarrevolución, la tarea de los que no se resignan a perder su privilegio. Se debe tener cuidado con la importación de capital privado extranjero, ya que éste no se moviliza por llegar a los pueblos, sino de ayudarse a sí mismo con la ganancia. Toda esta tarea de liberarnos económicamente tiene sus costos políticos y sus represalias económicas. Pero no vamos a retroceder porque nosotros queremos vivir de nuestro propio sudor, de nuestras riquezas, para que todas las necesidades materiales de nuestro pueblo se satisfagan, y que nuestra vida no sólo sea de trabajo, sino también de esparcimiento. Cuba, pues, marcha hacia adelante; vivimos un minuto realmente estelar en nuestra historia, un minuto en que todos los países de América ponen sus ojos en esta pequeña isla. Los gobiernos reaccionarios acusan a Cuba de todos los estallidos de indignación popular que hay por cualquier lado de la América. Se ha puntualizado bien claro que Cuba no exporta revoluciones; las revoluciones no se pueden exportar. Las revoluciones se producen en el instante en que hay una serie de contradicciones insalvables dentro de un país. Sin embargo, Cuba sí exporta un ejemplo.

En el transcurso del posterior debate se comentó que actualmente el imperialismo yanqui sigue operando con métodos similares a los que utilizaba el gobierno norteamericano cuando el Che diera este discurso en el año 1960. Sigue teniendo injerencias en muchos países del mundo, no sólo en lo económico sino también en lo político, y lo impone mediante la fuerza militar que posee. Se mencionó el caso concreto de Afganistán, Irak,  Libia, más las intenciones de intervención directa hoy en Irán, Siria y Corea del Norte. Se comentó que durante la década del sesenta del siglo pasado, durante el gobierno de Kennedy se impuso en Nuestramérica la llamada “Alianza para el Progreso”, mediante la cual se “beneficiaba” a aquellos países que no siguieran el ejemplo de la Revolución cubana. Uno de esos “beneficios” consistía en entregar leche en polvo que contenía anticonceptivos a los pueblos originarios, de modo que no se reproduzcan y de esta manera no ofrezcan resistencia cuando las empresas multinacionales extractores de recursos naturales actuaran en el saqueo de nuestros países.

Se propuso para los siguientes dos Talleres de Lectura, abordar de las reflexiones de Fidel: El Gobierno Mundial separado en una primera y segunda parte. Estas dos reflexiones fueron escritas por Fidel en agosto de 2010, donde nos dice: “Lo más que cabe en esta Reflexión, que dividiré en dos partes para que no resulte demasiado extensa, es incluir un número de párrafos que seleccioné para dar una idea del fabuloso libro titulado: "Los secretos del Club Bilderberg". En ese libro Daniel Estulin hace trizas a los grandes garúes de la economía mundial.
Grupo Bariloche de Solidaridad conCuba, 4 de mayo de 2013

Síntesis y conclusiones de los Talleres de Lectura Nº 47 y Nº 48



La filosofía del saqueo debe cesar

Dada su extensión este tema se abordó en dos Talleres de Lectura, correspondientes a los meses de marzo y abril de 2013. Queremos recordar que de esta manera cumplimos cuatro años compartiendo lecturas y análisis de las mismas, habiendo comenzado con el primer Taller el sábado 2 de mayo de 2009.

Texto del discurso que fue pronunciado por Ernesto Che Guevara el 25 de marzo de 1964 en representación de la delegación cubana en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, en Ginebra, Suiza, donde el Che aborda el análisis de la situación económica de los países pobres; las agresiones y el bloqueo contra Cuba; la dependencia económica; el papel del FMI y otros organismos internacionales. Las raíces de las luchas de los pueblos por ser libres y el movimiento popular que estremece hoy a América Latina. En el análisis de la situación en Cuba, manifiesta que el país está realizando la gigantesca experiencia de la construcción del socialismo, después de haber sufrido  la explotación colonialista e imperial. Al mismo tiempo denuncia la ausencia en esta Conferencia de los países socialistas, como la República Popular China, la República Democrática de Corea y la República Democrática Alemana, además del gobierno de la Unión Sudafricana. Manifiesta además las contradicciones del mundo, que está profunda y antagónicamente dividido a causa del hambre y la explotación a la que son sometidos los pueblos y naciones dependientes, y que puede desencadenar nuevas conflagraciones de carácter mundial. La única solución correcta a los problemas de la humanidad en el momento actual, es la supresión absoluta de la explotación de los países dependientes por los países capitalistas desarrollados. Menciona las agresiones recibidas por Cuba, que se inician prácticamente con el triunfo de la Revolución, desde la invasión por Playa Girón y el bloqueo genocida, con la finalidad de paralizar la economía cubana. Hoy, numerosos países en el mundo, dentro del campo socialista, han desarrollado tasas de crecimiento mucho más altas que la de los países capitalistas. Sin embargo el estancamiento de los países llamados subdesarrollados, responde solamente al abuso y la explotación a la que son sometidos por parte del sistema capitalista. Con esta tendencia expancionista y agresiva por parte de las potencias desarrolladas, hoy se está controlando la producción y el comercio de materias primas en los países dependientes. La penetración de capitales de los países desarrollados, mediante préstamos e inversiones, genera la dependencia económica y política. La llamada “Alianza para el Progreso” resultó ser otro método fraudulento más, para agudizar la explotación y la transferencia de divisas hacia los países industrializados. Todas las medidas discriminatorias impuestas tienen la doble intención de bloquear el campo socialista y de reforzar la explotación de los países subdesarrollados. La ley inexorable de la filosofía del saqueo debe cesar como norma de relaciones entre los pueblos. Cuba afirma que de ésta Conferencia debe surgir un trato equitativo entre los países, y equidad no es, en este caso, igualdad. Equidad es la desigualdad necesaria para que los pueblos explotados alcancen un nivel de vida aceptable, acordando bases firmes para la constitución de una organización internacional de comercio regida por el principio de la igualdad y universalidad de sus miembros. Cuba apoya y aplaude a los pueblos que hoy luchan por liberarse del yugo colonial y el yugo del imperialismo, y que han dicho ¡basta! a la explotación, después de agotar todas las posibilidades de una solución pacífica y que a su magnífica demostración de rebeldía va su solidaridad militante.

En el transcurso del posterior debate se acordó que el contenido de este tema, abordado por el Che en el año 1964, tiene absoluta vigencia en la actualidad. Queda claro que el capitalismo en su fase imperialista no sólo explota a las personas, sino también a otros países del mundo, mediante provocaciones e invasiones militares para lograr sus objetivos de dominación política y el saqueo de sus recursos naturales.

Hemos acordado que para el próximo Taller de Lectura tomemos el discurso del Che: “Soberanía política e independencia económica”, pronunciado en la televisión cubana el 20 de marzo de 1960, donde demuestra la interrelación que debe existir entre la soberanía política y la independencia económica para alcanzar la plena soberanía de los pueblos.
Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 6 de abril de 2013

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 46




Una nueva cultura de trabajo

Este discurso fue pronunciado por Ernesto Che Guevara el 21 de agosto de 1962 en un acto en La Habana, organizado por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), con trabajadores de cuatro fábricas que habían sobre cumplido sus cuotas de producción.
A pesar de la difícil etapa que estamos viviendo, estos objetivos solo se pueden alcanzar si entre todos logramos elevar nuestra conciencia revolucionaria, para hacer del trabajo el centro de todos nuestros afanes en la dura lucha por la construcción del socialismo. Para ello se hace necesario poner en práctica la emulación, que es en algo así como una disputa colectiva donde interviene la conciencia de los trabajadores para armonizarla y hacerla como una competencia deportiva en todos los niveles, de taller en taller, de departamento a departamento, de fábrica a fábrica, de empresa a empresa, de organismo a organismo, y que la emulación sea parte de la discusión cotidiana del trabajador en sus horas libres con pleno derecho a desarrollarse libremente, donde no haya explotadores ni explotados. Ese sería el real triunfo de la emulación. El trabajo debe realizarse con entusiasmo creador y en comunidad, donde el trabajo de uno se funde en el de todos, desarrollándose en nosotros la conciencia del socialismo, que es la síntesis sobre la que se puede formar la sociedad nueva. El hombre debe sentir el trabajo como una necesidad moral, y no solamente como la necesidad material para llevar el salario a sus hijos, a sus familiares. En esta etapa es muy importante el factor de la disciplina, que consiste en acatar las decisiones de la mayoría, de acuerdo con el centralismo democrático con participación en las discusiones, en las decisiones sobre la producción, la racionalización de todos los puestos y la fijación de los salarios. Nuestra obligación de productores de una sociedad que se libera, es la de dar a nuestro pueblo lo mejor que podamos, lo mejor de nuestro esfuerzo, nuestro esfuerzo convertido ya en productos de la mejor terminación y de la mejor calidad. Debemos agradecer a los países amigos que nos ayudan en esta etapa, y mantener siempre en alto nuestra bandera de ser los iniciadores de la construcción de la sociedad socialista en América Latina. Para construir la nueva sociedad necesitamos también una técnica superior, una tecnología moderna. Para alcanzar esta tecnología superior, para derrotar todos los inconvenientes que se crucen en nuestro camino, necesitamos capacitación constante, estudio constante. Ni el entusiasmo, ni la disciplina, ni el espíritu de sacrificio, ni el trabajo al máximo, pueden concretarse en una gran obra, si no hay también conocimientos técnicos donde asentarse. Los conocimientos técnicos, pues, y la capacitación constante para conseguirlos a todos los niveles, debe ser una preocupación diaria también de la clase obrera. El trabajo debe ser una necesidad moral nuestra, el trabajo debe ser algo al cual vayamos cada mañana, cada tarde, o cada noche, con entusiasmo renovado, con interés renovado. Tenemos que aprender a sacar del trabajo lo que tiene de interesante o lo que tiene de creador, a conocer el más mínimo secreto de la máquina o del proceso en el que nos toca trabajar. Nosotros tenemos que empezar hoy a tomar esa nueva actitud ante el trabajo y cada hombre que se sienta feliz en su trabajo, que se sienta feliz con su tarea de creador, que le inculque, que expela todo su entusiasmo revolucionario, todo su entusiasmo creador hacia los que les rodean, que riegue su conocimiento junto con su entusiasmo, que movilice con su ejemplo, que no se quede en ser solo obrero de mérito, obrero ejemplar, que lleve consigo a todos aquellos capaces de seguirlo, que emule con todo el mundo, que ayude al mismo tiempo, que cristalice su entusiasmo en grupos de trabajadores, que emule con otros trabajadores, que se convierta todo esto en el centro de la sociedad; que se recuerde siempre que el más digno de los trabajadores del país es aquel que pueda ostentar un título de trabajador distinguido en cualquiera de las esferas de la producción. Si nosotros vamos logrando esto, compañeros, caminaremos con las "botas de siete leguas", caminaremos rápidamente hacia la construcción del socialismo, hacia la sociedad socialista. La tarea está planteada.

En el transcurso del posterior debate se manifestó que éste ha sido uno de los talleres que más nos ha gustado por el profundo contenido ideológico del discurso, donde el Che nos plantea uno de los conceptos que debemos modificar en la construcción del socialismo y que tiene que ver con una nueva concepción con respecto al trabajo, erradicando el beneficio meramente salarial e individual, incorporando el del beneficio colectivo y social, el trabajo como una necesidad moral. También se manifestó la importancia que el Che le da a la autocrítica en aras de mejorar permanentemente la eficacia y la eficiencia en el trabajo, con el fin de obtener los mejores productos para cubrir las necesidades del pueblo cubano. El Che nos habla de la emulación, que debemos emular a otros colectivos laborales para ser más eficientes, y no competir individualmente con otro trabajador para obtener mayores ganancias personales.
Al finalizar se replanteó lo acordado en el taller de lectura Nº 43 del mes de noviembre del año pasado, abordar en el transcurso de los dos próximos Talleres de Lectura “La filosofía del saqueo debe cesar”, discurso donde el Che aborda el análisis de la situación económica de los países pobres; las agresiones y el bloqueo contra Cuba; la dependencia económica; el papel del FMI y otros organismos internacionales. Las raíces de las luchas de los pueblos por ser libres y del movimiento popular que estremece hoy a América Latina, están presentes en las palabras pronunciadas por Che en Ginebra.

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 2 de febrero de 2013








Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 44


Una nueva cultura de trabajo

Este discurso fue pronunciado por Ernesto Che Guevara el 21 de agosto de 1962 en un acto en La Habana, organizado por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), con trabajadores de cuatro fábricas que habían sobre cumplido sus cuotas de producción.
A pesar de la difícil etapa que estamos viviendo, estos objetivos solo se pueden alcanzar si entre todos logramos elevar nuestra conciencia revolucionaria, para hacer del trabajo el centro de todos nuestros afanes en la dura lucha por la construcción del socialismo. Para ello se hace necesario poner en práctica la emulación, que es en algo así como una disputa colectiva donde interviene la conciencia de los trabajadores para armonizarla y hacerla como una competencia deportiva en todos los niveles, de taller en taller, de departamento a departamento, de fábrica a fábrica, de empresa a empresa, de organismo a organismo, y que la emulación sea parte de la discusión cotidiana del trabajador en sus horas libres con pleno derecho a desarrollarse libremente, donde no haya explotadores ni explotados. Ese sería el real triunfo de la emulación. El trabajo debe realizarse con entusiasmo creador y en comunidad, donde el trabajo de uno se funde en el de todos, desarrollándose en nosotros la conciencia del socialismo, que es la síntesis sobre la que se puede formar la sociedad nueva. El hombre debe sentir el trabajo como una necesidad moral, y no solamente como la necesidad material para llevar el salario a sus hijos, a sus familiares. En esta etapa es muy importante el factor de la disciplina, que consiste en acatar las decisiones de la mayoría, de acuerdo con el centralismo democrático con participación en las discusiones, en las decisiones sobre la producción, la racionalización de todos los puestos y la fijación de los salarios. Nuestra obligación de productores de una sociedad que se libera, es la de dar a nuestro pueblo lo mejor que podamos, lo mejor de nuestro esfuerzo, nuestro esfuerzo convertido ya en productos de la mejor terminación y de la mejor calidad. Debemos agradecer a los países amigos que nos ayudan en esta etapa, y mantener siempre en alto nuestra bandera de ser los iniciadores de la construcción de la sociedad socialista en América Latina. Para construir la nueva sociedad necesitamos también una técnica superior, una tecnología moderna. Para alcanzar esta tecnología superior, para derrotar todos los inconvenientes que se crucen en nuestro camino, necesitamos capacitación constante, estudio constante. Ni el entusiasmo, ni la disciplina, ni el espíritu de sacrificio, ni el trabajo al máximo, pueden concretarse en una gran obra, si no hay también conocimientos técnicos donde asentarse. Los conocimientos técnicos, pues, y la capacitación constante para conseguirlos a todos los niveles, debe ser una preocupación diaria también de la clase obrera. El trabajo debe ser una necesidad moral nuestra, el trabajo debe ser algo al cual vayamos cada mañana, cada tarde, o cada noche, con entusiasmo renovado, con interés renovado. Tenemos que aprender a sacar del trabajo lo que tiene de interesante o lo que tiene de creador, a conocer el más mínimo secreto de la máquina o del proceso en el que nos toca trabajar. Nosotros tenemos que empezar hoy a tomar esa nueva actitud ante el trabajo y cada hombre que se sienta feliz en su trabajo, que se sienta feliz con su tarea de creador, que le inculque, que expela todo su entusiasmo revolucionario, todo su entusiasmo creador hacia los que les rodean, que riegue su conocimiento junto con su entusiasmo, que movilice con su ejemplo, que no se quede en ser solo obrero de mérito, obrero ejemplar, que lleve consigo a todos aquellos capaces de seguirlo, que emule con todo el mundo, que ayude al mismo tiempo, que cristalice su entusiasmo en grupos de trabajadores, que emule con otros trabajadores, que se convierta todo esto en el centro de la sociedad; que se recuerde siempre que el más digno de los trabajadores del país es aquel que pueda ostentar un título de trabajador distinguido en cualquiera de las esferas de la producción. Si nosotros vamos logrando esto, compañeros, caminaremos con las "botas de siete leguas", caminaremos rápidamente hacia la construcción del socialismo, hacia la sociedad socialista. La tarea está planteada.

En el transcurso del posterior debate se determinó que por la muy baja asistencia a este taller se decidió postergar este mismo texto para el próximo Taller del 5 de enero de 2013.


Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 1 de diciembre de 2012