septiembre 04, 2017

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 101

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 101

“El Padre de las Casas” y “La Ilíada de Homero”.

Dos cuentos tomados de “La Edad de Oro” de José Martí.


Fray Bartolomé de Las Casas fue un religioso español, defensor de los derechos de los indígenas en los inicios de la colonización de América. Tuvo una formación más bien autodidacta, orientada hacia la teología, la filosofía y el derecho. Pasó a las Indias en 1502, diez años después del descubrimiento de América; en La Española (Santo Domingo) se ordenó sacerdote en 1512 (fue el primero que lo hizo en el Nuevo Mundo) y un año después marchó como capellán en la expedición que conquistó Cuba. Conmovido por los abusos de los colonos españoles hacia los indígenas y por la gradual extinción de éstos, Bartolomé de Las Casas emprendió desde entonces una campaña para defender los derechos humanos de los indios, denunciando a la institución castellana como una forma de esclavitud encubierta de los indios. Las Casas publicó en 1552 una serie de escritos críticos, entre los que se incluía la Brevísima relación de la destrucción de las Indias; en ella denunciaba los abusos de la colonización española con una amplitud de miras incomprensible para su época, pero con tal acritud que sería empleada con fines propagandísticos por los enemigos de los Habsburgo, contribuyendo a engrosar la llamada «leyenda negra».

La Ilíada de Homero fue considerada por los griegos de la época clásica y por las generaciones posteriores como las composiciones más importantes en la literatura de la Antigua Grecia. Fue muy famosa en su época y es obligatorio estudiarla en Grecia. Tiene ya una antigüedad de casi tres milenios, pues se remonta por lo menos al siglo VII a. de C. La Ilíada no relata la guerra de Troya o Ilión, sino sólo un episodio de ella: el de la cólera de Aquiles. Tal episodio se desarrolla en un tiempo brevísimo, exactamente en cincuenta y un días. En verdad las cóleras son dos y no una. Y el paso de la una a la otra divide el poema en dos partes: en la primera Aquiles decide no combatir más; en la segunda se arroja de nuevo al combate. El mundo que Homero nos presenta en la Ilíada es un mundo aristocrático vertebrado en torno a la noción de areté, de excelencia, que es la máxima posibilidad de desarrollo de las capacidades y los conocimientos humanos. Lo que los héroes homéricos ansiaban, el motor que les movía, era destacar, tener su día de gloria. Esta gloria se materializaba en el reconocimiento por parte del grupo, que le concedía el honor simbólico de un géras (personificación de la vejez), de una recompensa por su distinción. Arrebatarle a alguien su géras era privarle de su honor, de su gloria. Ésa era la raíz del conflicto que enfrentó a Agamenón y a Aquiles. Lo hermoso de la Ilíada es la manera con que pinta el mundo, como si lo viera el hombre por primera vez, y corriese de un lado para otro llorando de amor, con los brazos levantados, preguntándole al cielo quién puede tanto, y dónde está el creador, y cómo compuso y mantuvo tantas maravillas. Otra hermosura de la Ilíada es el modo de decir las cosas, sin esas palabras fanfarronas que los poetas usan porque les suenan bien, sino con palabras muy pocas y fuertes.

Durante el posterior debate se mencionó la crueldad asesina con la que los conquistadores españoles han tratado a la población originaria en Nuestramérica. Toda una intención de destruir por medio del genocidio una cultura de gente tan pacífica que habitaba en este continente, con la finalidad de alienarlos y someterlos a la entrega del oro y de la plata que tanto abundaba en nuestra región.  La iglesia católica hoy ostenta el poder mediante la exhibición del oro en las cúpulas de sus catedrales en el Vaticano y en otras iglesias del mundo. La complicidad de esta iglesia con el espíritu imperialista de los denominados colonizadores españoles queda también plasmada en la lectura del reconocido libro escrito por Eduardo Galeano “Las venas abiertas de América Latina”. Del texto de la Ilíada pudimos rescatar muchos valores, como por ejemplo, que son los hombres los que inventan los dioses a su semejanza, y como los hombres son soberbios y no quieren reconocer que hay otros que son más fuertes o más inteligentes que ellos, se convertían en reyes por su propio poder y decían que eran hijos de los dioses. Lo más curioso es que después los sacerdotes decían que eso era verdad, y así terminaban mandando juntos, los sacerdotes y los reyes. También pudimos valorar el hecho que José Martí le haya dedicado un texto tan valioso y con tanto contenido cultural universal a los niños, para despertar en ellos la curiosidad, y poder luego profundizar en sus conocimientos. Él decía que para ser libres primero hay que ser cultos, y lo ponía en práctica al escribir textos como “La edad de oro”.

Finalmente hemos acordado abordar para nuestro próximo Taller de Lectura del mes de octubre, un texto tomado de Cubadebate: “Cubanidad y Cubanía” escrito por Miguel Barnet (Novelista, ensayista y poeta cubano, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y de la Fundación Fernando Ortiz). Es una intervención en el espacio Dialogar, realizado en la facultad de biología de la Universidad de La Habana, el 16 de mayo de 2017.


Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 02 de setiembre de 2017