febrero 19, 2020

Taller de Lectura n° 131 - Marzo de 2020


Taller de Lectura # 131 -  Marzo de 2020

Declaración final del primer Encuentro Mundial contra el Imperialismo

El imperialismo está en crisis y esto lo hace mucho más agresivo,
peligroso y destructivo.

27/01/2020 - VENEZUELA

Las delegaciones de los Partidos Políticos y Movimientos Sociales, reunidos en la ciudad de Caracas, capital de la República Bolivariana de Venezuela, con motivo del “Encuentro Mundial Contra el Imperialismo”, luego de las deliberaciones efectuadas hemos llegado a las siguientes conclusiones:

El futuro de la humanidad está en grave peligro. La Paz en el planeta se encuentra seriamente amenazada como resultado de la política de agresiones militares de los EEUU y sus aliados, así como de la mortal carrera armamentista que sólo le reporta dividendos a las grandes corporaciones de la industria militar.

La guerra es el mecanismo predilecto del expansionismo imperial, en especial, del estadounidense y eso lo observamos dramáticamente en los más recientes conflictos regionales que han afectado gravemente a los Pueblos de Siria, Yemen, Irak, Libia, Afganistán y a toda la región.

Asimismo, la especie humana sufre los estragos ocasionados por la voracidad de un modelo económico que en su despliegue suicida destruye la naturaleza por la insaciable obsesión de maximizar ganancias.

Esa es precisamente la lógica del sistema capitalista, la cual ya no sólo compromete su funcionamiento, sino que también pone en peligro de extinción de la humanidad.

El modelo neoliberal que instrumenta la globalización de las grandes corporaciones bajo la dominación de los Estados imperialistas, le ha impreso a la economía mundial una gran fragilidad.

Las crisis son más recurrentes y los grandes especuladores financieros dominan el planeta. En la distribución de la riqueza generada se ha impuesto un parámetro de desigualdades, injusticias y exclusión que afecta a una creciente parte de la población mundial.

Los flagelos de la pobreza y la miseria afectan a millardos de personas como nunca antes en la historia de la humanidad. Sin dudas, el desarrollo del capitalismo engendra fenómenos insostenibles, desde el punto de vista social, político y ético.

A esto se le agrega una crisis ética derivada del modo de vida imperante de las economías de mercado, donde se sepultan las culturas nacionales y los valores humanos, en función de imponer la sociedad de consumo. El culto a los antivalores del capitalismo contribuye a potenciar la crisis de la condición humana generada en el actual modelo de convivencia.

El imperialismo está en crisis y esto lo hace mucho más agresivo, peligroso y destructivo. Ante el ocaso del mundo unipolar, el imperialismo estadounidense implementa una estrategia de dominación global.

La apuesta geopolítica de la Casa Blanca frente a la resistencia de los pueblos y la irrupción de potencias emergentes, ha sido defender su hegemonía, mediante una política neocolonial orientada a apropiarse de los recursos naturales, en especial de los recursos energéticos, controlar los mercados y dominar políticamente a las naciones.

Para preservar el injusto orden mundial actual, el imperialismo violenta el derecho internacional público, ha convertido al mundo en un gran teatro de operaciones militares, desarrolla medidas coercitivas unilaterales, impone leyes de carácter extraterritorial, ataca el multilateralismo, vulnera la soberanía de las naciones y suprime la autodeterminación de los Pueblos.

En su arrogante concepción, sus fronteras llegan hasta donde se extienden sus intereses expansionistas.

En consonancia con esta política, el imperialismo recurre a la intervención militar, a la desestabilización política de los gobiernos, a las guerras y al bloqueo económico. Su planeación estratégica concibe a la OTAN como el brazo militar global del neoliberalismo.

Adicionalmente, en el marco de su Doctrina de la Guerra No Convencional, acciones terroristas, el uso de paramilitares, la judicialización de liderazgos antiimperialistas y el asesinato selectivo, son algunas de las acciones más emblemáticas de una política genocida, que coloca en peligro a la humanidad.

Tales prácticas han sido “legitimadas” a través de la industria cultural del capitalismo, las grandes trasnacionales de la comunicación y el uso de las redes sociales.

Igualmente, el uso de la “Big Data” se ha constituido en una formidable arma para modificar el comportamiento de la población e incidir en sus decisiones políticas.

En el intento de imponer el “pensamiento único”, los poderosos del mundo manipulan las creencias religiosas, tratan de justificar las actuales relaciones de poder en detrimento de la democracia, la imposición del libre mercado, el racismo de estirpe eurocéntrica, la segregación de las minorías, la opresión de género, el carácter eugenésico del modelo educativo global, entre muchos otros factores, que se ajustan perfectamente a los requerimientos de la dictadura del capital.

El capitalismo neoliberal afianza la explotación de la clase trabajadora, oprime aún más a la mujer en función de maximizar la ganancia de las grandes trasnacionales, arrebata el futuro a la juventud y desdibuja la identidad de los pueblos originarios.

Esto evidencia que la solución a los grandes problemas del mundo actual demanda un nuevo modelo de convivencia humana.

En ese contexto, el mundo multicéntrico y pluripolar emerge con mayor fuerza. El fortalecimiento político y económico de potencias como Rusia y China, junto al de otras naciones, le hacen un contrapeso cada vez más serio al poder del imperialismo estadounidense.

Evidentemente, la heroica resistencia en el Medio Oriente, las luchas de los Pueblos de América Latina y el Caribe, han contenido y hecho retroceder los planes del imperialismo.

Más aún, las experiencias de los gobiernos progresistas en el mundo ya se perfilan como una alternativa frente al neoliberalismo. Ejemplo de ello es la Revolución Bolivariana, que se proyecta como un referente antiimperialista con una enorme fortaleza popular en el marco de la poderosa unión cívico-militar y sobre la base del ideario del Libertador Simón Bolívar y del Comandante Hugo Chávez.

Esto ha provocado el brutal ataque del imperialismo estadounidense contra el Pueblo venezolano, que ha derrochado dignidad y amor por la patria, ratificando su rumbo hacia el socialismo en numerosos procesos electorales que refrendan la vigorosa democracia participativa existente en este país.

Duras jornadas de lucha popular han derrotado las amenazas de intervención militar estadounidense, intentos de golpe de Estado y focos de violencia terrorista.

Este ejemplo de lucha junto al de Nicaragua y Cuba, así como los recientes avances en Argentina y México, han permitido el fortalecimiento de fuerzas antiimperialistas y conllevará a reforzar los nuevos mecanismos de integración regional (CELAC, ALBA-TPC, PETROCARIBE, etc.,).

Aunque en Honduras, Paraguay, Brasil, Ecuador, El Salvador y Bolivia se ha reposicionado el neocolonialismo en el marco de la nueva edición de la Doctrina Monroe, las luchas populares continúan.

En el resto del mundo también los Pueblos resisten, se sublevan y los gobiernos populares ejercen su soberanía. La unidad antiimperialista es un objetivo estratégico impostergable.

En este contexto, el “Encuentro Mundial contra el Imperialismo”, declara:

Exhortamos a los Pueblos del mundo a luchar por la vida, la preservación de la naturaleza y contra condiciones estructurales que generan el cambio climático. Igualmente, exigimos a las naciones desarrolladas trabajar decididamente para evitar la destrucción del planeta y especialmente a los EEUU a superar su postura primitiva que pretende desconocer el terrible daño que se ocasiona a la naturaleza con el actual modelo productivo basado en la acumulación del capital.

Acompañamos la demanda de construir un orden internacional más justo, que coloque en primer plano los intereses de los Pueblos y permita desarrollar políticas de inclusión y de justicia social para superar las gigantescas desigualdades sociales y económicas que imperan entre las naciones del mundo.

Convocamos a los ciudadanos del mundo a defender la paz, la soberanía de los Pueblos y acompañar las legítimas luchas por el progreso socioeconómico sobre la base de una amplia plataforma de lucha unitaria en contra del enemigo común, el imperialismo estadounidense.

Repudiamos la implementación de las ilegales medidas coercitivas unilaterales por parte de las potencias imperialistas, ya que son políticas criminales que afectan a los Pueblos. Especialmente, condenamos la política genocida de bloqueo económico que se aplica contra las naciones del mundo que ejercen su soberanía.

Rechazamos la militarización de Nuestra América y especialmente, la presencia de las bases militares de Estados Unidos en América Latina y el Caribe.

Condenamos de la forma más enérgica la invasión militar y demás agresiones cometidas por el imperialismo contra los Pueblos del Medio Oriente. Especialmente, repudiamos la violación de la soberanía de Siria e Irak, las agresiones a la República Islámica de Irán, así como el vil asesinato del Comandante Qasem Soleimani, mártir de los Pueblos del mundo que luchan por la libertad.

Exigimos respeto a la soberanía de Venezuela, Cuba y Nicaragua, así como apoyamos los esfuerzos de Nicolás Maduro Moros, Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, por mantener la paz.

Denunciamos el intento orquestado por la Casa Blanca de censurar a las empresas multiestatales TeleSur e HispanTV. Esto se constituye en una afrenta a la libertad de expresión de los Pueblos.

Condenamos el golpe de Estado, orquestado desde Washington, en contra del presidente Evo Morales Ayma. Repudiamos la cruenta represión y el racismo contra el Pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia.

Igualmente, el “Encuentro Mundial contra el Imperialismo”, acuerda:

Construir una Plataforma Unitaria Mundial organizada por continentes, regiones, sub-regiones y países en función de enfrentar al imperialismo. Dicha estructura organizativa será conformada en atención a las peculiaridades de cada territorio.

Realizar durante el año 2020 “Encuentros Continentales Contra el Imperialismo” a los fines de conformar las plataformas unitarias continentales, regionales y sub-regionales articuladas entorno a un plan de lucha común contra el imperialismo.

Convocar al “II Encuentro Mundial Contra el Imperialismo” a realizarse en Caracas, capital de la República Bolivariana de Venezuela, a los fines de definir el nombre de la Plataforma Unitaria Mundial, así como la articulación de las diferentes plataformas continentales y regionales en un plan común mundial que hermane las luchas de los Pueblos.

Por último, el “Encuentro Mundial Contra el Imperialismo” acuerda hacer suya la Agenda de Lucha adoptada en el “I Encuentro Internacional de Trabajadores y Trabajadoras en Solidaridad con la Revolución Bolivariana”, refrendada por el “I Congreso Internacional de Mujeres”, por el “Congreso Internacional de Comunas, Movimientos Sociales y del Poder Popular”, por el “I Encuentro Internacional de Pueblos Indígenas”, por el “Congreso Internacional de Afrodescendientes” y el “Congreso Internacional de Comunicación”, celebrados en la República Bolivariana de Venezuela durante el año 2019, agenda que incluye lo siguiente:

1.   Realizar una jornada internacional de movilización en apoyo a la Revolución Bolivariana y contra el neoliberalismo el 27 de febrero del año 2020. (Conmemoración de los 31 años de la primera insurrección en Caracas contra el neoliberalismo).

2.   Convocar una Movilización Mundial por la Paz en Venezuela, en Nuestra América y contra los planes de guerra del gobierno de Estados Unidos para el mes de abril de 2020.

3.   Desarrollar una jornada internacional de repudio a la Doctrina Monroe, contra el Bloqueo y demás Medidas Coercitivas Unilaterales para el día 28 de junio de 2020.

4.   Crear hasta el próximo Encuentro una Comisión Coordinadora de las delegaciones presentes en el “I Encuentro Mundial Contra el Imperialismo” a los fines de cumplir el presente plan.

Aprobado en la Ciudad de Caracas, Cuna del Libertador Simón Bolívar y Capital de la República Bolivariana de Venezuela a los 24 días del mes de Enero de 2020.

febrero 04, 2020

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 130


Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 130
¡No hay fuerza en este mundo que pueda separar a Cuba y a Argentina!
Este texto fue tomado de Cubadebate, y es el discurso pronunciado por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, en el acto de solidaridad con Cuba, efectuado en Argentina, el 9 de diciembre de 2019. En su introducción hace referencia a los profundos sentimientos que unen a cubanos y argentinos, desde que José Martí fuera su cónsul, donde nació el Che Guevara y las visitas de Fidel días después del triunfo de la Revolución, luego en el 2003 para la asunción de Néstor Kirchner, donde se reunieron más de 50 mil personas durante su discurso en las escalinatas de la Facultad de Derecho de la UBA, y luego en el 2006 cuando participó de la histórica cumbre del Mercosur, y que después en la visita al museo del Che en Altagracia, junto al comandante Hugo Chávez, dieran luz al proyecto “Misión milagro” para devolverle la vista a millones de personas. Y que del mismo modo Cuba haya acogido a tantos jóvenes argentinos para su formación como médicos y otras profesiones. Hoy, la visita de Miguel Díaz-Canel se da en idénticas condiciones como cuando asumiera Néstor, ya que nuevamente se trata de volver a salir de una profunda crisis generada por las políticas neoliberales, cuyas consecuencias están marcadas por la corrupción en la política como en la justicia, con el control monopólico de los medios de comunicación.  Esto se da, no solamente en la Argentina, sino también en varios países de Latino América, como el reciente golpe de Estado perpetuado contra el presidente Evo Morales, que acaba de ser democrática y legalmente electo en el Estado Plurinacional de Bolivia. La persecución judicial contra Cristina Fernández y Lula en Brasil. Es por eso que las luchas sociales que se van desarrollando actualmente en varios países vecinos, demuestran que los pueblos se han cansado de tanta injusticia causada por el impacto neoliberal, y salieron a defender sus derechos en una batalla que cada vez será más dura. Menciona luego la difícil situación que se está viviendo en estos momentos en Cuba debido a la profundización del bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos, generando severas dificultades para el abastecimiento de combustible para el país, como así también la activación del Título III de la Ley Helms – Burton dañando a empresas internacionales y de terceros países soberanos. Todo esto con la renovada implementación de la Doctrina Monroe, junto a las peores prácticas del Macartismo que busca generar una terrible persecución acusando mendazmente a los líderes progresistas y de izquierda de la región, descalificándolos bajo sofisticadas fórmulas como el llamado “lawfare” tratándolos de seres corruptos. Recuerda las palabras del Che cuando decía que en el imperialismo no se puede confiar “pero ni tantito así”. Por otro lado Fidel, quien fue el mejor discípulo de Martí, ante los intentos de implementar los principios goebelianos, decía que “no hay arma más poderosa que la verdad” y que como dijo en su momento Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”. El presidente de Cuba nos trae la solidaridad de su pueblo por el triunfo electoral de Alberto y de Cristina, que en base a un proceso de unidad han logrado vencer los intentos de sus adversarios políticos. Finalmente termina diciendo: ¡Que lo sepan los imperialistas y los oligarcas: no hay fuerza en este mundo que pueda separar a nuestros pueblos. No hay fuerza en este mundo que pueda separar a Cuba y a Argentina!
De la lectura de éste texto destacamos el lenguaje simple, ameno y casi familiar que emplea el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, donde hace referencia a determinadas situaciones y anécdotas que del mismo modo fraternal acercan a los pueblos cubanos y argentinos. Así se los recordó compartiendo la historia cuando parece establecerse un impresionante y genial intercambio de hombres gigantes de uno y otro lado: el cubano José Martí representando a la Argentina como Cónsul ante la Conferencia Monetaria de las Américas y el argentino Ernesto Guevara como héroe de Cuba tras el triunfo de la Revolución, luego declarado cubano por nacimiento. También ambos pueblos compartieron genuinas emociones: el tango, la amistad personal entre Maradona y Fidel, el rescate de frases de canciones de León Gieco y Fito Páez, tan ligadas a nuestra cultura, para demostrar los sentimientos que sienten el uno por el otro. No menos importante es la comunión de estos pueblos en lo referente a la integración de los recursos humanos, como la que se dio en la conocida y exitosa "Misión Milagro". Pero a pesar de estas citas cargadas de tanta emoción y verdad nos damos cuenta lo difícil que es mantener y defender estos lazos indiscutibles de hermandad entre ambos pueblos cuando desde el imperio del norte de nuestro continente solo se trabaja para lograr la desunión y el alejamiento de pueblos y naciones que se respetan y brindan ayuda. Recordemos cuando realizamos el taller de lectura sobre "Como fue tratado por los diarios (ultraderechistas) de Rosario el triunfo de la Revolución". El primer y principal concepto en el que se hizo hincapié y que tenía como única finalidad y objetivo de lograr el descontento popular con lo sucedido en Cuba el 1 de Enero de 1959, fue comparar este triunfo revolucionario, posteriormente declarado Socialista, con el derrocamiento de Perón por parte de la Revolución Libertadora, a manos de los militares, en el año 1955 en nuestro país. Nada más alejado de la realidad. La lucha imperialista por generar el descontento interno del pueblo cubano, privándolos como lo hacen, de todo tipo de crecimiento y desarrollo económico por medio del bloqueo al que lo someten desde hace ya 60 años para hacer fracasar al régimen Socialista, será incansable. Por supuesto aplica y aplicará las mismas inhumanas actitudes con los países que demuestren estos lazos de amistad y apoyo con el Gobierno y Pueblo cubano. Pero como cita Díaz Canel casi al finalizar su discurso: "gracias al carácter Socialista de la Revolución y a la planificación Socialista del Estado es que Cuba sigue adelante y es CONTINUIDAD".
Por último y creyendo que hay un grado de continuidad con el taller que acabamos de realizar, se decidió para el próximo Taller de Lectura abordar el tema "Declaración final del primer Encuentro Mundial contra el Imperialismo".
Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 01 de febrero de 2020