enero 09, 2024

Círculo de Lectura # 178 – Febrero de 2024

 Círculo de Lectura # 178  –  Febrero de 2024

“Hart, una Cuba cubana para siempre”

Por: Eloísa Carrera

 14 junio 2023 – Tomado de Cubadebate

http://www.cubadebate.cu/opinion/2023/06/14/hart-una-cuba-cubana-para-siempre/

El 26 de noviembre del 2017, el Dr. Armando Hart Dávalos, partió a la inmortalidad, pero ha regresado en cada uno de sus textos ante el llamado de la Martiana Revolución de Fidel, para como siempre hizo, responder entre los primeros; la publicación de esta columna de Cubadebate es una muestra de ello.

 Hart es una figura central para ver y entender la Revolución Cubana, no es una figura secundaria, “porque a través de él se mueve una corriente de pensamiento que lo emparenta con la forma más abierta, creadora, menos dogmática, más crítica y culta, así como más martiana y cubana de enfocar nuestra propia Revolución; por eso sus relaciones con el Che y Fidel, por eso su profundo conocimiento del legado martiano”.

 En las páginas escritas por el Dr. Hart, florece esa decisiva arista temática que prevalece en la obra que nos legó, de la que emerge su noción y discernimiento de una Cuba cubana, desde una perspectiva antimperialista, en cuya base y trasfondo se encuentra la esencia puramente martiana y fidelista de sus ideas y pensamientos. No olvidemos que para un hombre como él, el hilo central que caracterizó a la cultura cubana y, especialmente, a la cultura política cubana, desde su surgimiento en las postrimerías del siglo XVIII hasta hoy, es su acercamiento a una cultura política militante, de vocación latinoamericana y universal, en la que, por razones obvias, no se produjo ningún antagonismo entre lo político y lo cultural.

 Desde luego que, el Dr. Hart fue un protagonista directo de los principales sucesos revolucionarios e históricos acontecidos en el país en los últimos 70 años, lo que incluye el hecho de haber sido un destacado combatiente clandestino a lo largo de toda la lucha insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista, a partir del momento mismo del golpe de Estado el 10 de marzo de 1952. Con posterioridad al triunfo de enero, junto a Fidel dirigió la mítica Campaña de Alfabetización, creó el Ministerio de Cultura y el Programa Nacional Martiano.

 Se refugió toda la vida en el mundo de las concepciones, porque, como él decía, cuando se siente pasión por una causa, por un valor abstracto como es la Justicia, todo hombre honrado debe darse a él y es honor al que no se renuncia y deber ante el que no se debe claudicar. Cuando advertimos el entorno donde creció y se educó, encontramos los componentes que contribuyeron a su martiana formación. No olvidemos que cuando recordaba a su madre, su primera asociación era el pleno rigor y la exigencia, mezclados con el amor, la bondad y la justicia, sentimientos con los que también relacionaba a su padre, además del estricto cumplimiento de la Ley. Siempre les agradeció infinitamente la educación brindada, la cual empezó con la prédica de su intachable ejemplo. De sus padres conservó siempre vivencias entrañables, de ellos aprendió los estrechos vínculos entre el derecho y la moral, principios que sustentaron la educación que Marina y Enrique brindaron a sus hijos; por ello recordaba que, en su hogar, cuando querían distinguir a alguien por sus cualidades, decían, esa es una persona decente y honesta.

 Ese es un detalle clave para entender a esta familia, el origen de sus ideas y actuación en la vida, porque como bien él afirmó: “si entendí la Revolución Cubana, el socialismo y tomé partido por las causas justas, fue porque he aspirado siempre a ser una persona decente y honesta”.

 Soñaba que debía trabajar para transformar la realidad a partir de la ética y la justicia. Eligió la carrera de Derecho porque pensaba que de esa forma podría encauzar sus ingentes inquietudes políticas y su vocación de lucha por la justicia y la moral. Deseaba ejercer una Cátedra como profesor universitario de Derecho Constitucional, lo que no llegó a realizar porque pasó directamente a servir a la patria, en la primera línea de la lucha insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista.

 Cuando se conoce su trayectoria ideológica y política, resulta muy elocuente su afirmación: “Mi integración al Movimiento 26 de Julio fue el resultado de un proceso natural. El Programa del Moncada materializó el sentimiento ético que estaba profundamente arraigado en la martiana tradición patriótica cubana”. Desde los inicios la lucha tuvo para él un contenido profundamente ético,  al punto que llegó a afirmar: “Para mí todo empezó como una cuestión de carácter moral”. Esa frase demuestra el enorme peso que tuvo la ética en la formación de su carácter y a lo largo de toda su vida. Para él, el tema de la Ética es el tema central de la política.

 Con una tenaz insistencia recordaba la identidad de la lucha por el bien y la justicia social y en ese sentido afirmaba que la humanidad en su conjunto está necesitada de una reflexión educativa y cultural profunda, sugiriendo la imprescindible urgencia del conocimiento del pensamiento martiano para poder contribuir a la salvaguarda de nuestra supervivencia. Subrayaba que ante la quiebra de los valores culturales, éticos y jurídicos de la civilización, es necesaria la ciencia, la ética y también la utopía, en un mundo en el que las instituciones educacionales tienen que empeñarse en reafirmar los valores espirituales, jurídicos y los paradigmas éticos que demanda la Humanidad, para lograr salvarse de un desastre de proporciones incalculables.

 El electivismo filosófico cubano en la fuente de sus ideas

 Para comprender el contenido y alcance de la Martiana Revolución de Fidel, a la que él entrego su vida, es imprescindible ir a los orígenes del pensamiento filosófico, político y pedagógico de más de dos siglos de historia que, desde el padre Caballero, Varela, Luz y luego Martí, han conducido a las ideas que hicieron síntesis en el carácter singular de este proceso.

 A mediados del siglo XX, el pensar y el hacer de la Generación del Centenario, surgió de la práctica política, inspirada en el electivismo filosófico cubano, fundamentado en el cuerpo de ideas y pensamientos de los principales representantes de la tradición electiva, de su contenido profundamente antidogmático y científico, ético, patriótico, nacionalista, independentista, liberador, democrático-popular, autóctono y creativo, de pura inspiración cubana. En ese sentido el Dr. Hart afirmaba que para él, el propósito de “elegir” estaba orientado a hacer prevalecer la integralidad de la cultura para orientar el camino hacia la práctica de la justicia; asimilando lo mejor del pensamiento universal, para conformar un paradigma propio, diferente y creativo, que fuera capaz de encontrar respuestas propias a nuestras necesidades y urgencias como nación y país.

 Como sus ilustres Maestros, estimaba que las ideas no se debían cerrar en un sistema filosófico concreto, por eso ratificó que en su credo lo más importante era no adscribirse a ninguna Escuela o Sistema determinado, sino seguir aquel agudo aforismo: “todos los Sistemas y ningún Sistema, ¡He ahí el Sistema!”. De igual modo, consideró como aspecto central de su concepción filosófica, la práctica de educar y mejorar al hombre mediante la acción social y política, orientada hacia la transformación ético moral por medio de la Educación, la Ciencia y la Cultura, con el objetivo de prepararlo para la vida y ponerlo en consonancia con las necesidades de su pueblo. Por eso subrayó, si el método electivo en la búsqueda del conocimiento y los caminos de la acción los relacionamos con el principio del Maestro Luz y Caballero “la justicia es el sol del mundo moral” y con el propósito del Apóstol, de echar su suerte “con los pobres de la tierra” y sus ideas en relación con el “equilibrio del mundo”, tendremos un núcleo central del pensar filosófico cubano de incalculable valor para fundamentar el quehacer pedagógico y la política culta en defensa de nuestro pueblo. Por eso pudo decir: “Caballero nos enseñó a pensar, Varela nos enseñó el camino; Luz nos enseñó a estudiar y conocer y Martí, con su inmensa sabiduría, descubrió los secretos del hacer y, por tanto Martí nos enseñó a actuar y Fidel a vencer”. Debo recordar que para Hart, justamente es Fidel,  el guía insuperable y el principal heredero, discípulo y continuador del Apóstol cubano y de todo lo que representa.

 José Martí, centro de su paradigma

 En la Historia cubana contamos con el paradigma martiano, en el que se destaca la importancia de la Educación y la Cultura, en la transformación revolucionaria y moral de la sociedad, recordemos aquellos planteamientos centrales del Apóstol cubano: “Ser bueno es el único modo de ser dichoso. Ser culto es el único modo de ser libre”; “no hay mejor Sistema de Educación que aquel que prepara al niño a aprender por sí”, “se debe enseñar conversando, como Sócrates de aldea en aldea, de campo en campo, de casa en casa”.Y es que Martí da continuidad a esa línea de pensamiento independentista, anticolonialista y soberano, que nace de las entrañas más profundas de nuestra América, de los grandes próceres y pensadores cubanos y latinoamericanos. De la cual la Generación del Centenario es también heredera, discípula y continuadora, porque esa Generación hunde sus raíces en esa noble y fecunda historia.

 Esa corriente tiene entre sus principales planteamientos, su acendrado espíritu antiimperialista, su denuncia y enfrentamiento al capitalismo y al imperialismo en el terreno económico y cultural; la defensa de la soberanía, la independencia nacional y la identidad cultural de nuestros pueblos, así como la unidad latinoamericana. Para Hart, precisamente, esa tradición del pensamiento radical latinoamericano, responde a lo que él denominó: una Cultura de Liberación. Ese concepto, también fue llamado por él: Cultura de Hacer política, Cultura de Baraguá o Cultura de Liberación Nacional, Social y de Resistencia. En definitiva se trata de la Cultura patriótica, que viene de la tradición que se gestó en el proceso de independencia nacional, latinoamericanista y antiimperialista, de vocación universal que tuvo lugar en nuestra Patria desde el siglo XIX, en cuyas raíces está la tradición del pensamiento radical latinoamericano y fue forjada en el combate por la transformación del mundo en favor de la justicia y ha estado volcada hacia la acción. En ella se articulan los conceptos ética, política y cultura y las aspiraciones humanistas a favor de la justicia para los pobres y los explotados.

 En la Cultura de Liberación, lo primero y esencial es la decisión de luchar por conquistar la liberación humana, el amor a la libertad y la independencia nacional. Asimismo, forman parte de esa noción la idea de la rebeldía, la disciplina, el sentimiento de eticidad que constituyen elementos que definitorios de una cubanía consecuente, como expresión de la acción política. Se trata en fin, de una Cultura que tiene entre sus atributos fundamentales, la opción ética que está en la “médula y el corazón de la Cultura Cubana y Latinoamericana, que para Armando es la Cultura de esencia e inspiración martiana”.

 Estas ideas se tornan imprescindibles en el mundo de hoy y vienen a tener en José Martí a su guía y máximo inspirador, porque de él parte toda una línea de pensamiento que llega al siglo XX, la cual está integrada por una numerosa nómina de hombres enteros, herederos directos del paradigma martiano, que podemos simbolizar en los inolvidables Comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro.

 Tras el triunfo de enero, con solo 28 años de edad, le tocó ocupar la cartera de Ministro de Educación del Primer Gabinete del Gobierno Revolucionario y desde esa misión continuó con lealtad martiana la obra de Fidel; contribuyendo con modestia a la realización de objetivos que tuvieron como principios aquella certera definición del Comandante, cuando dijo: “No le decimos al pueblo, cree, le decimos, lee”. Recordemos que desde entonces, el joven Ministro colocó como lema central de la educación cubana el principio martiano, ya citado en este texto, Ser cultos es el único modo de ser libres.

 Al igual que Martí, diferenciaba la instrucción de la educación, considerando el valor y el peso que tiene en la formación del pensamiento y los sentimientos. También para él, la educación es el pilar central del enriquecimiento y la superación del ser humano; proceso en el cual se adquiere el conocimiento que le permitirá asegurar su mejoramiento permanente.

 Su ideario educativo quedó plasmado en su histórico “Mensaje Educacional al pueblo de Cuba”. Documento crucial, en el que por su contenido y carácter, está implícita una Filosofía de la Educación, en la que se definen los principios de la Nueva Política Educacional, la proyección de la Reforma General de la enseñanza e incluso contiene de forma explícita, los ideales en los que se asentó la revolución educacional a partir de 1959.

 Para entender la magnitud de la presencia martiana en sus concepciones educativas, hay que empezar por recordar el cardinal tema martiano de la utilidad de la virtud, que trae en esencia el tema de la ética. Asimismo, la ética martiana presente en el ideario educativo de Hart, establece una relación íntima entre la inteligencia, la bondad y la felicidad, porque para él, igual que para el Apóstol cubano, no hay felicidad mayor que la de hacer un bien a los demás; del mismo modo que para Martí, Hart asegura que la maldad conduce inevitablemente a la infelicidad, recordemos que tanto en La Edad de Oro como en otros textos y documentos martianos se tiende a establecer ese vínculo moral.

 Hart, de igual modo, tomó de las ideas martianas el hecho de que en la práctica política tiene que haber principios y fines de carácter ético―moral. Esto es posible porque la definición martiana de la ética viene dada por el postulado lucista, de que la Justicia es el sol del mundo moral y, obviamente, el fin de la práctica política martiana es la justicia. En Martí defender la justicia como objetivo esencial de la política se vincula también con los más altos principios del derecho.

 La Cultura de hacer política, es otro aspecto decisivo que los une, porque como Martí, Hart subraya que se debe saber diferenciar y, a su vez, relacionar de un lado la ideología entendida como producción de ideas o como ciencia del estudio de las ideas y de otro, la práctica política concreta, porque la primera, inspira y orienta a la segunda, pero no es ella. La segunda promueve y desarrolla materialmente la acción política hacia los fines y objetivos que se propone. La confusión en diferenciar ambos conceptos ─dice Hart─ puede conducir al dogmatismo y, al mismo tiempo, no relacionar adecuadamente estas concepciones puede llevar a la dispersión y a la anarquía. En el equilibrio entre las formas de hacer política y los objetivos que se propone, está la esencia del pensamiento martiano en el que Hart se inspiró. También afirmó que debemos entender la práctica política, como las acciones que se producen para lograr alcanzar los objetivos de la movilización de las personas a favor de tal o cual fin o aspiración.

 Cada día que pasa la figura del Apóstol se agiganta y su pensamiento adquiere una dimensión más universal, porque cada vez es más necesario su legado para las presentes y venideras generaciones, para que triunfen definitivamente entre nosotros el mejoramiento humano, la utilidad de la virtud y el equilibrio del mundo.

 En Crónicas… seguimos la huella de su martiana y fidelista impronta

 Crónicas… es un macroproyecto sociocultural que tiene la misión de conservar, para investigar, estudiar y promover, por distintas vías y medios, el pensamiento, la historia y la cultura cubanas desde la cosmovisión del Dr. Hart, a partir de su Fondo Personal de Archivo; el que viene a ser el sistema nervioso central de Crónicas… Por lo que Crónicas… es, un Fondo de Archivo y Documentación y a su vez es, un espacio de investigación, desarrollo y promoción sociocultural, que presta un servicio a Cuba y al mundo desde la comunidad en la que se encuentra.

 La humanidad atraviesa la crisis más aguda por la que ha pasado la llamada cultura occidental en toda su historia; bien conocemos que en este tiempo lo que se ha globalizado en el mundo es el materialismo vulgar y ramplón, al que se ha sumado la plena inseguridad, incertidumbre y el desajuste por la covid-19. Como consecuencia han quebrado los principios éticos, políticos, jurídicos y las ideas filosóficas que tras larga evolución sirvieron de fundamento al propio sistema capitalista.

 En esta situación ha emergido un nuevo tipo de lumpen de origen cubano, desclasado y amoral; para el que es natural la descarnada grosería, la obscenidad, la chabacanería, la indecencia, la vulgaridad, la liviandad, la mentira, capaz de cualquier bajeza, con una narrativa canallesca y soez, que representan lo peor del vale todo. Esos son hoy nuestros adversarios y enemigos y justamente para enfrentar esta Guerra cultural y el combate contra la ignorancia, estamos obligados a blindarnos de ideas y cultura, a armarnos de la razón, la verdad y la ética y para ello la brújula que nos ofrece el pensamiento, la vida y la obra de Armando, es de gran valor, provecho y utilidad. Se deberá tener en cuenta que la cultura y la ética son hoy más necesarias que nunca antes y son la bandera esencial en la salvaguarda de nuestros pueblos, tal como nos lo confirma el Dr. Hart en la totalidad de sus textos.

 

Cuando el caos y la inmoralidad, reinan por doquier; con nuestras labores en Crónicas…, nos empeñamos en contribuir con el bastión antimperialista que es Cuba, nuestra amada patria y para ello se requiere de una reflexión liberadora de la conciencia humana que nos permita ser más eficaces en el cumplimiento de nuestros objetivos y principios. Y en esa batalla en Crónicas… seguimos fieles a la idea que se convirtió en una obsesión para Hart desde principios de los años noventa, porque él estaba seguro de que se trataba de una propuesta que mucho contribuiría al país en aquellas difíciles circunstancias. Recordemos que, aquellos fueron los años del derrumbe del socialismo en Europa Oriental y la URSS y el comienzo del embarazoso Período Especial; circunstancias en las que se intensificó la necesidad de defender el original pensamiento de la Revolución Cubana. De igual modo, ya se veía con claridad, el veleidoso dominio sobre los poderosos medios de comunicación, el desarrollo de las tecnologías cada vez más sofisticadas operando con una profunda distorsión y disociación en toda la gigantesca superestructura del mundo contemporáneo; la manipulación de la subjetividad en favor de la enajenación de los individuos y la atomización de las colectividades al punto de haber perdido por completo hasta el más mínimo resorte ético.

 No puedo olvidar que, a la tensa situación ya descrita, se incorporaron los infaustos resultados de las elecciones legislativas que tuvieron lugar en Estados Unidos en el propio año 1994. Porque ese fue el momento en el que los republicanos tomaron el control de ambas cámaras del Congreso en Washington y ello propició que se incrementara el poder de los grupos anticubanos de extrema derecha, en su afán de aumentar las presiones y sanciones de todo tipo contra nuestro país. Y por eso a partir de febrero de 1995, se interpuso el proyecto de la ignominiosa Ley Helms-Burton, con la cual creció de manera ostensible la hostilidad anticubana. Con posterioridad y basado en ese engendro, cada una de las administraciones norteamericanas, han venido atacando al pueblo cubano de forma creciente, abyecta, indigna y despreciable. No podemos olvidar que cada segundo que transcurre crece la agresión de los reaccionarios de extrema derecha contra nuestro pueblo y gobierno, ello hace que se multiplique la vergüenza de los cubanos dignos por defender la patria, al precio de nuestras propias vidas, si fuera necesario.

 Desde la superpotencia imperial se lleva a cabo una política guerrerista e intervencionista que pone en peligro la existencia no solo de la humanidad sino de todas las especies. Y en los textos de Hart se insiste en que en esta batalla a favor de la vida y de la paz, solo se ganará con las ideas y la cultura y que nuestra región latinoamericana y caribeña con su tradición intelectual puede y debe hacer una contribución esencial al propósito de salvar a la humanidad, porque es la región del orbe que posee los elementos de cultura necesarios para ello.

 De igual modo, nos recordó siempre que tenemos por delante el reto permanente de aprender del pasado, porque allí está la historia de nuestra cultura y, con ella la de nuestra nacionalidad. Estudiar el pasado es una forma de comprender el presente y también una manera de proyectar el futuro. Desde esa perspectiva le abrió paso a la investigación histórica de la cultura y a la práctica científica que se deberá llevar a cabo en esa área del conocimiento humano.

 La Cultura de Emancipación Liberadora que nos propone Hart, siguiendo la huella de martí y de Fidel, es una forma de encontrar el camino y la vía que de paso a un pensamiento revolucionario y de acción política que en la actualidad nos pueda asegurar la posibilidad de enfrentar la encrucijada colosal en la que nos encontramos, tal y como muestran los combativos textos del Dr. Hart; no olvidemos que para él, los sueños de principios del siglo XIX, de Varela, de Martí, de todo nuestro pueblo, bajo la guía insuperable de Fidel, se harán realidad y seguirán adelante si nos inspiramos en estas ideas.

 Entre Fidel y Hart se dieron hermosas coincidencias, porque ambos sintieron la Política como su mayor motivación. Con enorme placer recordaba que su vida  estaba dividida en dos etapas fundamentales: antes y después de conocer a Fidel. De quien siempre afirmó, “ese es el hombre que lleva en su conciencia toda la ética y la sabiduría política que faltó en el siglo XX y aun en el XXI.”

 Por lo que la obra que llevamos adelante en Crónicas… tal y como él deseó siempre, es también una contribución al análisis que estamos urgidos en el contradictorio momento presente. No olvidemos aquella afirmación suya, que en tantas oportunidades reiteró: “el hilo central que caracterizó la cultura cubana y, especialmente, la cultura política cubana desde su surgimiento en las postrimerías del siglo XVIII y hasta hoy, es su acercamiento  a una cultura política militante de vocación latinoamericana y universal, en la que, por razones obvias, no se produjo antagonismo entre lo político y lo cultural”. De manera que, el pensamiento de Hart, en toda su obra, se enfrenta a la nueva mentalidad plattista sin Enmienda, que en su opinión, es la misma de siempre, por su rancia esencia injerencista y neocolonialista.

 En cada una de sus páginas, Hart nos sitúa en el bando de los que aman y construyen con la verdad, en la guerra de pensamiento que se nos hace y en la que se juega a la desmemoria de las más jóvenes generaciones de cubanos que no vivieron y aún desconocen determinadas etapas de la Revolución.

 Hart fue un ser que amanecía y terminaba el día lleno de proyectos, no conoció el tedio, la monotonía o la rutina jamás, porque era creativo, tenaz, perseverante y esforzado, inquieto e hiperquinético. Practicó en su actuar diario, la filosofía de la ética y el optimismo revolucionario unido a su vocación de servicio a la patria y a la Revolución, lo cual significaba estar allí donde hacía más falta, en el momento oportuno para desbrozar del arribismo y la mediocridad el camino a la luz. Aparecían entonces su ternura, paciencia, mirada profunda y reflexiva, siempre dispuestas al diálogo de lo esencial y a la exposición de la verdad. Pero por encima de todas esas cosas él fue un hombre bueno, fue un ser bondadoso en la profundidad total de esta cálida y tierna palabra. Su vida estuvo bordada de sencillez, humildad y modestia, al punto que jamás reparó en el hecho de que, como dijera el poeta Miguel Barnet, su nombre ya estaba no solo en los museos, sino también en la leyenda.

 Vivió convencido que gracias a nuestra cultura el pueblo cubano sabrá vencer cualquier dificultad que se presente por gigantesca que esta sea, tal y como supieron hacer los hombres de Baraguá ante las dificultades que tuvieron entonces; con su obra Hart nos invita a sumarnos a la ofensiva de su propuesta cubana, fidelista y martiana, latinoamericana y antiplattista, para que no solo defendamos, sino que desarrollemos una Cuba cubana para siempre.

enero 07, 2024

Síntesis y conclusiones del Círculo de Lectura Nº 177

 Síntesis y conclusiones del Círculo de Lectura Nº 177

“El bloqueo económico, comercial y financiero de EEUU contra Cuba: Un caso de genocidio en cámara lenta”

Este texto escrito por el ingeniero cubano José R. Oro y tomado de Cubadebate el 27 y 29 de octubre de 2023, forma parte de un escrito más amplio, del que hemos escogido la sección correspondiente al bloqueo a Cuba.

Desde el mismo triunfo de la Revolución cubana el 1° de enero de 1959 ésta fue declarada enemiga de los Estados Unidos, iniciándose todo un proceso de hostigamiento y de ahogamiento económico, comercial, cultural y financiero, el cual ya lleva más de sesenta años. Este acto de exterminio encubierto de la población cubana en base al hambre y al descontento, buscó de esta manera provocar un alzamiento de su población contra el gobierno revolucionario, lo que nunca ocurrió. 

Después de la caída de la Unión Soviética que generó para Cuba el inicio de lo que se denominó el período especial, y con la finalidad de recrudecer aún más la situación, aparece la llamada “Ley Torricelli” con el objetivo fundamental aislar totalmente a Cuba del entorno económico internacional y hacer colapsar su economía. 

Luego, en el año 1996 hace lo propio la aparición también de la llamada “Ley Helms Burton”, con la finalidad de que las filiales estadounidenses en terceros países no podían establecer ningún tipo de relación comercial con Cuba. El bloqueo se ha tornado cada vez más cruel e inhumano, que hasta les prohíbe a sus propios ciudadanos que tienen familiares en la isla poder viajar para ir a visitarlos, tornándose de esta manera también en una violación de sus propios derechos humanos. 

El bloqueo ha sido llevado a extremos inimaginables por el anterior presidente republicano de los Estados Unidos, Trump, y que luego se han mantenido por el actual presidente demócrata Biden, que incluso lo ha recrudecido aún más durante la pandemia del covid-19. Esto va despertando cada vez más la indignación de su propio pueblo manifestándose de esta manera un continuo crecimiento de la solidaridad a la Revolución cubana. A pesar de las fuertes presiones ejercidas por los Estados Unidos en la comunidad internacional para introducir reformas o enmiendas a la Resolución de Condena al Bloqueo que Cuba presenta cada año ante la Organización de Naciones Unidas, seguramente ésta vez se logrará nuevamente un abrumador apoyo para el levantamiento del bloqueo a Cuba en dicha Asamblea. 

Por otro lado el gobierno revolucionario cubano continúa trabajando a diario para producir en la isla todo lo más posible a modo de sustituir importaciones, creando artículos que puedan servir para la exportación y favoreciendo el turismo internacional.

Por otro lado, a lo largo de éste año Cuba ha mantenido una importante actividad diplomática de carácter internacional, que la ha visibilizado de modo muy favorable.

Durante el posterior debate se aclaró que cuando en el último párrafo del texto el autor menciona “la Reconcentración” y “la masacre de los independientes” el autor se refiere al hecho de que durante la última etapa de la guerra hispano cubana el año 1896, el general español Valeriano Weyler ordenó la concentración de la población rural del occidente cubano en núcleos urbanos que se convirtieron en campos de concentración. 

La Reconcentración fue un crimen genocida puro y simple, que como resultado del desplazamiento forzado, el hambre y las enfermedades producto del hacinamiento en las ciudades, se calcula que murieron unas 140 000 personas. Y cuando se refiere a “la masacre de los independientes” fue cuando en 1912 estalló una breve "guerra racial" encabezada por el Partido Independiente de Color, conformado por negros y mestizos, donde masas negras clamaban por sus derechos civiles, escamoteados por el Gobierno, bajo la influencia de la intervención militar estadounidense. La situación estuvo a punto de salirse de control y terminó en una serie de masacres de los miembros del partido por parte del ejército cubano. 

Y en otro, párrafo cuando menciona al “Tercer Reich milenario” se refiere a que cuando en el año 1933 fuera creado el trágico y expansionista Tercer Reich liderado por Hitler, que creían que iba a durar mil años, cuando Alemania se rindió ante los aliados, el 8 de mayo de 1945, el “Tercer Reich” llegó a su fin. 

Por otro lado se comentó acerca del pedido del levantamiento del bloqueo a Cuba, que en la sesión de la Asamblea de la Organización de Naciones Unidas del 02 de noviembre de 2023 logró una vez más el apoyo de 187 países a favor, dos en contra, los de Estados Unidos e Israel, y una sola abstención, la de Ucrania, y así se aprobó por trigésimo primera vez la resolución que pide a Estados Unidos acabar con el bloqueo.

Lamentablemente el poder de veto que algunos países tienen en dicha Asamblea, Estados Unidos lo utiliza para revocar dicha resolución. Se comentó que el bloqueo también es de carácter cultural, ya que mediante las redes sociales se pretende manipular a las conciencias de los cubanos, que afortunadamente debido a su formación cultural y al pensamiento crítico de su población se encuentran enfrentando y venciendo ésta guerra cognitiva que se les hace desde el imperio.

Por último acordamos abordar para el próximo Círculo de Lectura, del sábado 03 de febrero de 2024, un texto de Eloísa Carrera: “Hart, una Cuba cubana para siempre”. 

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 06 de enero de 2024.

enero 04, 2024

Círculo de Lectura # 177 - Enero de 2024

 Círculo de Lectura # 177 - Enero de 2024

“El bloqueo económico, comercial y financiero de EEUU contra Cuba:Un caso de genocidio en cámara lenta"

Por: José R. Oro

Tomado de Cubadebate el 27 de octubre de 2023

http://www.cubadebate.cu/opinion/2023/10/27/el-bloaueo-economico-comercial-v-financiero-de-eeuu-contra-cuba-un-caso-de-aenocidio-en-camara-lenta-i/

Triunfa la Revolución Cubana, hito de la historia de la Patria Grande

Cuando triunfó la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959, la política exterior estadounidense, que ya había establecido su concepto de “enemigo” para conceptualizar al “campo socialista” y sus instituciones formadas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en los países de Europa oriental y central (en la Unión Soviética después de la Revolución de Octubre de 1917). Este concepto fue incorporado al repertorio de la Guerra Fría y de la lucha contra “la expansión del Comunismo” por todo el mundo.

A pesar de que la Revolución Cubana no había definido aún su carácter socialista, la potencia imperial inició un proceso de ahogamiento económico, financiero, comercial y cultural contra ella, que a lo largo de más de 60 años no hizo más que agravarse. De forma general podemos llamar a este proceso el “Bloqueo”, que incluiría casi todas o todas las formas de acciones no militares contra la República de Cuba y su Revolución, insisto incluso antes de que esta tomara un carácter socialista.

El bloqueo de Estados Unidos contra el pueblo cubano: Forma especial y “disimulada” de Genocidio

Sí, sin duda alguna es una forma especial de Genocidio, es un acto de exterminio sostenido y encubierto. La Revolución Cubana fue considerada desde el primer momento por el gobierno de EEUU como una afrenta al poderío imperial. A unos pocos meses del triunfo de la Revolución Cubana, a pesar no había definido aún su carácter socialista, insistimos, el presidente Dwight Eisenhower, suspendió la compra de la cuota azucarera y poco más tarde, rompió relaciones diplomáticas con Cuba el 3 de enero de 1961.

La convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio establece que genocidio es un delito de derecho internacional que se define por su intencionalidad de “destruir total o parcialmente a un grupo nacional...”. Entre los actos característicos de genocidio señala: “Asesinato de miembros del grupo [nación], lesión física o mental de los miembros del grupo; sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial...”

Jamás en toda la historia de la humanidad un país completo se ha sometido a un bloqueo económico, comercial y financiero tan prolongado como el que 13 gobiernos de Estados Unidos han mantenido contra Cuba desde hace 60 años. De hecho una completa guerra económica, despiadada y cruel.

Oficialmente el bloqueo se inició el 7 de febrero de 1962, con la firma de una orden ejecutiva del presidente John F. Kennedy, mediante la cual se endurecían las sanciones económicas contra Cuba y se promovía su aislamiento internacional, con la intención evidente de propiciar la derrota de la revolución.

El objetivo principal del bloqueo es infligirle los mayores sufrimientos al pueblo cubano con la finalidad de distanciarlo de la revolución y de sus dirigentes, de tal manera que fuera la misma población la que acabara con la revolución.

El bloqueo o como lo llama incorrectamente el gobierno de Estados Unidos, embargo, se profundizó con la ley promovida por los senadores Robert Torricelli y Bob Graham en 1992, llamada Ley de la Democracia Cubana, que busca profundizar el aislamiento internacional de Cuba, sobre todo tomando en cuenta el grave daño que había significado la caída de la URSS. Esta ley era algo así como el golpe de gracia que se le pretendía propinar a Cuba en el momento más difícil y consistía, en la prohibición a negociar con las filiales de empresas estadounidenses en cualquier parte del mundo; el otro aspecto de importancia es la prohibición a embarcaciones marinas a entrar en aguas estadounidenses si antes han tocado algún puerto cubano en el lapso de 180 días.

Unos años después, en marzo de 1996 se aprobó una nueva ley contra Cuba, esta vez patrocinada por el senador Jesse Helms y el representante Dan Burton, titulada: Ley para la libertad y la solidaridad democrática cubanas. Esta ley hace énfasis en las sanciones internacionales contra Cuba, prohibiendo comerciar con filiales de empresas estadounidenses instaladas en terceros países, prohibición del financiamiento indirecto, exclusión del Gobierno de Cuba de la participación en todos los organismos del sistema de cooperación internacional, con amenazas a los organismos que acepten la participación de Cuba de reducir el aporte financiero a las mismas por parte del gobierno estadounidense, así como de descontar el monto de cooperación que le fuere aprobado a Cuba del financiamiento de la organización que lo hubiere realizado; insiste en que el bloqueo se eliminará cuando haya un hipotético gobierno de transición y gobierno democrático, que sería calificado de esa manera solamente por la “potestad y arbitrio” del gobierno de Estados Unidos, “prerrogativa” que está en contra de todo principio de la Ley Internacional.

Como se expresará en la segunda parte de este escrito, el bloqueo contra Cuba es un acto de Genocidio en cámara lenta, un acto cruel de intentar asfixiar, desintegrar a Cuba y a su pueblo, de crear el caos y llevar al país a una guerra civil de incalculables consecuencias.

El proyecto de resolución, titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba”, será puesto a consideración de la Asamblea General de Naciones Unidas, el 1 y 2 de noviembre. En esta ocasión, dos de los poquísimos países que han apoyado a Estados Unidos en ese crimen que es el bloqueo, Israel y Ucrania, se ven envueltos en terribles y amenazadores conflictos, en gran parte como resultado de seguir las políticas agresivas de EE.UU. en su insensata apuesta por eternizar un imposible mundo “unipolar”.

Al presentar el documento a ser votado en la ONU durante una conferencia de prensa el 20 de octubre en La Habana, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, calificó de genocida a ese cerco maligno que sufre Cuba, y denunció las pérdidas que provoca a la isla, las cuales superan el billón de dólares. Asimismo, precisó que los perjuicios causados por la medida implican una afectación de más 405 millones mensuales y un millón de dólares cada dos horas. El producto interno bruto de Cuba pudo haber crecido durante el ejercicio del 2022 en alrededor de un 9%, de no ser por la política de sanciones estadounidense. Si calculamos los daños del perjuicio del bloqueo en estos 60 años, a partir del valor de oro, alcanzan un billón 337 mil millones de dólares, cifra inconmensurable para cualquier economía del mundo, dijo el canciller.

El bloqueo contra Cuba tiene un impacto letal con daños económicos directos e indirectos y busca privar al país de los ingresos financieros que resultan indispensables para adquirir alimentos, tecnologías, suministros, además provoca pérdidas al turismo, apuntó. En el contexto de esa política, el Gobierno estadounidense aplicó, entre enero del 2021 y febrero del 2023, 909 acciones discriminatorias de cancelación de contratos y servicios por bancos extranjeros. Durante el momento más crítico de la pandemia de la covid-19 en la isla, el gobierno estadounidense recrudeció el cerco económico, comercial y financiero, acción que el máximo representante de la diplomacia cubana calificó de acto cruel y genocida.

Los propósitos de esos ataques, sabotajes terroristas y del prolongado bloqueo que se aplica de manera extraterritorial contra la soberanía de terceros Estados, compañías y ciudadanos de otros países, son agudizar la escasez de alimentos y las carencias materiales, la interrupción de los servicios públicos para sembrar el desaliento, responsabilizar y denigrar a la Revolución culpándola de ineficiente en el manejo de los recursos y el modesto o no crecimiento de la economía, recrudecidos estos efectos por la exacerbación del bloqueo desde el inicio de la pandemia de covid-19.

Aunque en las redes sociales los enemigos de Cuba pretendan encubrir esta realidad, el bloqueo económico, comercial y financiero es el principal obstáculo al desarrollo de la economía cubana y para el pleno disfrute de los derechos humanos del pueblo de Cuba, donde nadie escapa de sus terribles efectos. Y es, de hecho, un acto consumado de genocidio.

Aspecto central del bloqueo es, sobre todo, la violación a los derechos humanos del pueblo cubano, derechos que son violados sistemáticamente desde hace más de seis décadas por el Gobierno de EE.UU., constituyéndose en un caso de genocidio permanente. La convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio establece que genocidio es un delito de derecho internacional que se define por su intencionalidad de “destruir total o parcialmente a un grupo nacional...”.

El bloqueo, sin embargo, va más allá, pues se ha convertido en un conjunto de leyes y decretos presidenciales de la nación estadounidense aplicados extraterritorialmente, es decir, leyes de un Estado que aplica a cualquiera de los Estados del mundo cuando lo considera conveniente, rompiendo el sistema de derecho internacional.

El bloqueo no solo afecta a otros gobiernos o empresas que negocien con Cuba, a organismos científicos o de cooperación, sino que afecta la aplicación de la misma Constitución de EE.UU. y los derechos de los ciudadanos estadounidenses, pues las leyes anteriores les prohíben viajar a Cuba por razones turísticas, tampoco pueden hacerlo fácilmente por razones científicas, de estudio o de colaboración con los científicos o con los artistas cubanos. En caso de que ese ciudadano o ciudadana quiera establecer algún negocio, tampoco puede hacerlo con Cuba, de tal manera que el bloqueo es una enorme violación de los derechos humanos de los estadounidenses.

Un aspecto esencial que hay que tomar en cuenta es el sufrimiento inmenso del pueblo cubano: mujeres, hombres, niños, adultos mayores, personas con alguna discapacidad, se han visto afectadas a lo largo de los últimos 61 años, en su acceso a bienes materiales que afectan la calidad y cantidad de la alimentación, el equipamiento médico, educativo, científico. Muchos cubanos han sido víctimas de las acciones terroristas financiadas y organizadas desde Estados Unidos a partir del mismo día del triunfo de la Revolución. Científicos y artistas calificados y reconocidos por su trayectoria se han visto empujados a abandonar Cuba para poder dar a conocer sus trabajos, aun contra su voluntad.

Los daños ocasionados por el bloqueo se han contabilizado en más de un billón 337 000 millones de dólares. Esta cifra no contabiliza, como no lo puede expresar ninguna cifra, los sufrimientos del pueblo cubano, las pérdidas familiares o personales de carácter físico y moral.

Solidaridad en EEUU para derrotar al bloqueo anticubano

La solidaridad internacional con la Revolución y la resistencia del heroico pueblo cubano lograrán finalmente derrotar al bloqueo, agudizado a extremos inimaginables por Donald Trump, y mantenido intacto por su sucesor, Joe Biden.

Uno de los puntos más importantes de esa lucha es el reconocimiento del carácter genocida del bloqueo anticubano.

En EE.UU. se observa el crecimiento de una fuerte oposición al bloqueo contra Cuba y una de las razones de que esto se produzca es la creciente convicción sobre su naturaleza genocida. Entre las muchas organizaciones que protestan contra el bloqueo y lo identifican como un acto de genocidio contra Cuba están prácticamente todas las que conforman el movimiento progresista y de izquierda de esa nación.

Países como Venezuela, Nicaragua, Bolivia, México, Rusia, la República Popular China, la República Popular Democrática de Corea, Irán, Siria y muchos otros se preparan para defender a Cuba a capa y espada, mientras que poquísimas delegaciones encabezadas por Estados Unidos tratan de sabotear la resolución, algo que ya intentaron cada año por más de tres décadas.

El clima de hostilidad en las relaciones bilaterales ha estado fuertemente marcado por el incremento de la retórica agresiva del Gobierno estadounidense contra Cuba. Como parte de esta escalada, EE.UU. intentará introducir “enmiendas” al proyecto de resolución contra el bloqueo presentado por Cuba a la Asamblea General de las Naciones Unidas. El objetivo de estas previsibles maniobras será modificar la naturaleza del texto y fabricar pretextos para la continuidad y el reforzamiento de su política genocida, recurriendo a falsas alegaciones en materia de derechos humanos y cualquier otro invento, a lo que ya nos tienen acostumbrados. A pesar de las fuertes presiones que van a ser ejercidas por EE.UU., la comunidad internacional rechazará sus propuestas, al tiempo que expresará una vez más su apoyo abrumador a la resolución de condena al bloqueo.

El debate de 2023 se va a producir en medio de agravadas tensiones a nivel planetario, las guerras en Ucrania y el Medio Oriente han dividido en buena medida al movimiento progresista y de izquierda en el mundo, pero a pesar de ello Cuba obtendrá otra atronadora victoria. Lo sabemos y allí estaremos como siempre para apoyar la causa de nuestra patria.

Una de las cosas que hace que el bloqueo cubano sea tan despreciable es su ataque intencional contra civiles, genuina e indisputable característica del genocidio. Busca estrangular a la nación cubana económica, política y socialmente, matando y amenazando la vida de millones de personas. El bloqueo prohíbe a las empresas estadounidenses y sus sucursales extranjeras hacer negocios directamente con Cuba. Sin embargo, este genocidio no se limitó al bloqueo propiamente dicho. Estados Unidos tiene una larga historia de ataques a Cuba mediante la utilización de mercenarios, paramilitares, ataques terroristas y guerra biológica, entre otras agresiones. Pero usamos el término “bloqueo” en una acepción amplia que incluye todas esas acciones hostiles

Cuba se prepara para producir todo lo necesario en su territorio, sustituir importaciones, crear nuevos rubros exportables, fortalecer el turismo internacional y lograr un futuro próspero y sostenible. Pero todo ello está profundamente dificultado por el bloqueo y sus diferentes ramificaciones, incluso psicológicas.

Particularmente salvaje e inhumano ha sido el recrudecimiento del bloqueo durante la pandemia de covid-19, e incluso negar (o calumniar) la ayuda médica de Cuba a muchos países, el desarrollo de las vacunas en Cuba y que hayan sido compartidas con otros países.

Esta ha sido una etapa de intensísima actividad para Cuba y su presidente. Primero, la extraordinaria Cumbre del G77 y China, que se efectuó con gran éxito en La Habana, y ahora el segmento de alto nivel en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Muchos jefes de Estado expresaron su demanda del fin del bloqueo anticubano y la salida de nuestro país de la Lista de Países que Patrocinan el Terrorismo, lista espuria a la que Cuba nunca debió pertenecer.

La actividad diplomática y política de Cuba ha sido este año tan fuerte y coordinada como siempre, quizás más. A finales de septiembre, se produjo la visita del presidente cubano a Nueva York, que fue excepcional de muchas formas. En primer lugar, se produjo a los pocos días de efectuarse en La Habana la imponente Cumbre del G-77 y China, hecho que, junto con anterior reunión del Brics en África del Sur, fueron el centro de la atención de política internacional este año (antes de la tragedia en el Medio Oriente) y la evidencia del desmoronamiento del mundo unipolar, que como fuera antes “el Tercer Reich milenario”, es solo una ilógica y desatinada fantasía.

A guisa de unas pocas conclusiones

Surgen muchas preguntas al calificar al bloqueo anticubano como un “genocidio a cámara lenta”, algunas de las cuales son:

¿Cuántos cubanos han muerto, principalmente niños y ancianos, o han visto reducida su vida a causa del bloqueo y las carencias relacionadas con el mismo?

No sabemos una cifra, ni creo pueda saberse con exactitud, pero son muchos más de lo que imaginamos. Sin incluir aquellas personas afectadas por ataques biológicos, dengue u otras afecciones originadas por acciones hostiles.

¿Cuántos compatriotas has emigrado, entre ellos muchas personas valiosas?

No poseo una cifra exacta, pero todos tenemos claro que son cantidades muy significativas, incluyendo profesionales en los cuales el país ha invertido muchos esfuerzos y recursos.

¿Cuántos han dejado de nacer, debido a las carencias relacionadas con el bloqueo, y que no son fáciles de cuantificar, por ejemplo, el déficit de viviendas?

Cuba ocupa el lugar 193, entre 221 países y territorios, con una cifra de entre 1.4 y 1.71 nacimientos (dependiendo de la fuente de datos) por cada mujer. Cualquiera sea la cifra, es sumamente baja. Por ejemplo, la hermana Angola tiene entre 5.1 y 5.3 nacimientos por mujer (que es muy alta, por cierto). El promedio mundial es de 2.3 nacimientos por mujer.

Como consecuencia del punto anterior, se ha producido un envejecimiento de la población cubana, por falta de nacimientos, alta expectativa de vida y el hecho de que muchos de los emigrantes son personas jóvenes, creando un considerable problema en que la población activa disminuye y no puede apoyar suficientemente a los planes de pensiones, atención médica a la tercera edad, etc. Si tomamos en cuenta todo lo anterior, el efecto demográfico y social del bloqueo es tan alto y perjudicial como los económicos.

El bloqueo ha limitado el desarrollo de regiones menos prósperas del país, forzando migraciones internas, el despoblamiento rural y otras distorsiones demográficas que a su vez limitan la producción agrícola, etc. Muchas zonas rurales cubanas han sufrido reducciones de población y, aún más, de potencial fuerza de trabajo.

Es decir, el bloqueo contribuye a un círculo vicioso de problemas, que afectan de manera directa al pueblo de Cuba, en particular a quienes tienen menos recursos.

Podemos responder de forma CLARA y afirmativa la pregunta titular:

Sí, el bloqueo anticubano es un genocidio. No solo eso: ¡es el acto genocida más prolongado de la historia!

No podemos olvidar la historia, como nos proponía hacer el ahora expresidente Barack Obama. Además, la historia no debe ser recordada “selectivamente”, crímenes como “la Reconcentración”, “la masacre de los Independientes de Color” y ahora el salvaje bloqueo no deben ni pueden ser “olvidados” jamás.