Síntesis y
conclusiones del Círculo de Lectura Nº 168
“La transición socialista como
revolución cultural permanente”
Por Wilder Pérez Varona -
Filósofo e investigador del pensamiento cubano
Tomado de “Cuba Socialista”, revista cuatrimestral teórica y
política del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. En este texto el
autor analiza dos lógicas contrapuestas, que son el capitalismo y el
socialismo. La primera de carácter dominante y la segunda de carácter
emancipador como una revolución cultural permanente. Como el socialismo es una
etapa de transición hacia el comunismo, no está libre de contradicciones ya que
se trata de una batalla entre esas dos lógicas.
En el camino de la construcción del socialismo, que busca mejorar las
condiciones de vida del hombre, también se va produciendo una transformación de
su subjetividad. Para ello se debe entender al capitalismo y saber qué
socialismo se quiere construir. Una interpretación es del tipo economicista,
donde se considera que se debe expropiar los medios de producción para pasarlos
a mano del estado y eliminar de esta manera las desigualdades en la
distribución. La otra interpretación no solo se basa en una distribución más
justa, sino también en el modo de producción, lo que determina la vida en la sociedad
generando así nuevas relaciones sociales. Se trata de asumir colectivamente las
nuevas condiciones de vida, en un proceso pluricéntrico con la participación de
todos los diversos sectores de la sociedad de manera auto organizadas, lo que
genera una subversión cultural y de alcance civilizatorio. Con el trabajo los individuos generan sus propias
relaciones sociales, donde se vincula la cultura y el trabajo en un proceso
emancipador, y en una lucha contra la subordinación del trabajo al capital y su
poder de dominación. La estatización de los medios de producción no es igual a
socialismo, porque no socializa la producción como un modo de autogestión por
parte de los trabajadores. La construcción del socialismo es un proceso
cultural que nos debe conducir a una nueva forma de vida caracterizada por la
autodeterminación en una permanente lucha contra el poder hegemónico del
capital que nos ha llevado a la falsa convicción de que así como están las
cosas, eso es lo natural y lo lógico. Para ello se deben apoyar las
organizaciones entre sectores populares, generando formas colectivas de control
sobre los medios y los modos de producción, y la estabilidad económica para
poder democratizar cada vez más las estructuras estatales. También es necesario
garantizar las condiciones culturales de la población para alcanzar el
desarrollo de las fuerzas productivas para la emancipación tecnológica y
económica del país. Todo esto debe ser visto y planteado desde el ideal comunista.
Durante el posterior
debate se vio que se trata de un texto bastante complejo. El sistema
capitalista actúa de manera que no percibimos como ha construido nuestra manera
de pensar. Es por esto que el modo en que se produce la subjetividad debe estar
en el centro de la reflexión. El Che nos decía que …”nadie todavía ha cortado
una espiga con amor y con gracia”. Trabajar con un sentido social hace a la
construcción del “hombre nuevo”. En el texto se menciona repetidamente la
palabra autonomización para definir una nueva cultura en la implementación del
modo de producción socialista. Es la autogestión social generalizada que
comprende la auto organización, la auto gestión, la autodeterminación y la
autodefensa. Se mencionó como ejemplo a las cooperativas de trabajo que se
autogestionan. Si bien se trata de procesos difíciles de implementar, pero lo
bueno es saber que el pueblo cubano da con su ejemplo la posibilidad de
lograrlo. Para ello es necesario recuperar el compromiso con el trabajo, y
reconocer que no solo se trabaja por obtener un sueldo, sino que debe haber una
motivación de carácter social. Se debe ir más allá de la sola estatización de
los principales medios de producción, se deben cambiar los modos de producción
para generar las nuevas relaciones de producción. Se debe socializar la
producción. La sola estatización es capitalismo de Estado, es volver a lo
mismo. Como la transición de un sistema a otro está lleno de obstáculos, ya que
se trata de sistemas antagónicos, se generan múltiples contradicciones y cuando
lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no termina de morir, en esos claro
oscuros aparecen los monstruos. Los monstruos del neofascismo personificados,
por ejemplo por Trump, Bolsonaro, Macri, Milei entre otros. Estos avances hacia
la nueva sociedad a veces sufren algunos retrocesos, pero nunca se vuelve al
punto inicial, siempre se va progresando. Ejemplo de compromiso social son los
resultados de acciones desde las cooperadoras escolares, las juntas vecinales,
las cooperativas, los sindicatos, las organizaciones sociales en general y los
partidos políticos. Son todos espacios de participación social desde donde
podemos dar nuestros aportes. Claramente se trata de una batalla
ideológica para la formación de la
cultura política necesaria para poder continuar con los procesos de cambio
hacia una sociedad más justa, socialista.
Finalmente hemos acordado abordar para el próximo Círculo de
Lectura, del primero de mayo, un texto de Roberto Regalado, politólogo y Doctor
en Ciencias Filosóficas, profesor de la Universidad de La Habana, titulado “El
colapso del «socialismo real» y su impacto en América Latina”, como para dar continuidad al tema hoy
debatido.
Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 01 de abril de 2023.