junio 06, 2016

Taller de Lectura N° 86, síntesis y conclusiones - Junio de 2016

Taller de Lectura N° 86, síntesis y conclusiones  -  Junio de 2016

Informe Central al VII Congreso del Partido Comunista Cuba
(Primera Parte)

Por: Raúl Castro Ruz

17 abril 2016 – Tomado de Cubadebate

Informe Central al 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba, presentado por el Primer Secretario del Comité Central, General de Ejército Raúl Castro Ruz, La Habana, 16 de Abril de 2016, Año 58 de la Revolución

(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)

Compañeras y compañeros:

Damos inicio a las sesiones del 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cu­ba cuando se cumple el 55 aniversario de la proclamación, por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, del carácter socialista de la Revolución, el 16 de abril de 1961, en la despedida del duelo de las víctimas en los bombardeos a las bases aéreas el día anterior, preludio de la invasión mercenaria por Playa Girón, organizada por el gobierno de los Estados Unidos y que fue derrotada en menos de 72 horas, gracias a las acciones previas acometidas por la Seguridad del Estado y al coraje de los combatientes del Ejército Rebelde, policías y milicianos, que por vez primera lucharon defendiendo el socialismo, bajo el mando directo de Fidel.

Nos reunimos hoy, a los cinco años exactos del anterior Congreso, con lo cual damos cumplimiento al Objetivo de trabajo No. 17 aprobado por la Primera Conferencia Nacional del Partido, que estableció mantener la periodicidad fijada en los Estatutos para la celebración de los congresos del Partido, salvo ante la amenaza de guerra, desastres naturales y otras situaciones excepcionales.

El 7mo. Congreso, órgano supremo de la organización partidista, cuenta con la participación de mil delegados, propuestos desde la base y electos democráticamente, que representan a más de 670 000 militantes, integrados en aproximadamente 54 500 núcleos.

Como podrá apreciarse, ha disminuido la militancia de nuestro Partido, lo que está influenciado por la negativa dinámica demográfica que afrontamos, el efecto de una política restrictiva de crecimiento desde el año 2004 y las insuficiencias propias en el trabajo de captación, retención y motivación del potencial de militantes. Cierto es también que en los últimos años se ha logrado frenar esta tendencia.

En el período transcurrido, se ha venido aplicando lo establecido en el Objetivo No. 18 de la Primera Conferencia Nacional, de efectuar como mínimo dos plenos del Comité Central al año donde se analiza la marcha del proceso de implementación de los Lineamientos, el cumplimiento del Plan de la Economía y el Presupuesto y de los propios Objetivos señalados. En las sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular, órgano supremo del poder del Estado, se han debatido igualmente dos veces al año la ejecución del Plan de la Economía y el cumplimiento de los Lineamientos.

Arribamos al 7mo. Congreso con la presentación de cuatro importantes proyectos de documentos rectores, en varios de los cuales se comenzó a trabajar prácticamente al concluir el 6to. Congreso de la Organización. Estos son:

Primero: Reseña de la evolución de la economía en el quinquenio 2011 - 2015. Informe sobre los resultados de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. Actualización de los Lineamientos para el período 2016 - 2021.

Segundo: Bases del Plan Nacional de desarrollo económico y social hasta 2030: Propuesta de Visión de la nación. Ejes y sectores estratégicos.

Tercero: Conceptualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista.

Cuarto: Trabajo del Partido en cumplimiento de los Objetivos aprobados en la Primera Conferencia Nacional y de las Directrices del Primer Secretario del Comité Central.

Son documentos abarcadores y de gran complejidad que marcarán el rumbo del proceso revolucionario cubano, del Partido y de la sociedad hacia el futuro en la construcción de un socialismo próspero y sostenible.

Están estrechamente vinculados entre sí y debemos enfocarlos no como una obra totalmente terminada ni con un prisma estático o dogmático, sino que tras los debates en este evento, tal y como hicimos a partir del 6to. Congreso, serán sometidos a evaluaciones periódicas, donde predomine una visión dinámica de estos documentos programáticos.

A diferencia del Congreso anterior cuando la propuesta de los Lineamientos fue sometida previamente a amplia consulta con la militancia del partido, la juventud comunista y el pueblo en general y posterior a su aprobación en ese evento se refrendó por la Asamblea Nacional, en esta ocasión no se realizó ese proceso considerando que se trata de la confirmación y continuidad de la línea acordada hace cinco años en cuanto a la actualización de nuestro modelo económico y social.

Los cuatro proyectos enumerados que se presentan a este evento son resultado de una elaboración colectiva, con la participación de profesores universitarios, académicos, investigadores de las ciencias económicas y sociales y funcionarios del Gobierno y el Partido.

Para su análisis en las respectivas comisiones, fueron debatidos en dos plenos del Comité Central del Partido, en los meses de diciembre y enero pasados, proceso que aportó más de 900 opiniones y sugerencias que conllevaron a la elaboración de una nueva versión para someterla al criterio de los delegados al Congreso, en reuniones en todas las provincias, a inicios de marzo, con la contribución de más de 3 500 invitados en representación de los diferentes sectores de la sociedad, incluidos todos los diputados de la Asamblea Nacional, con cuyas intervenciones y propuestas, que superaron la cifra de 8 mil 800, se preparó la versión final.

Es la primera vez que presentamos a un Congreso del Partido el tema de la Conceptualización, que recoge las bases teóricas y las características esenciales del modelo económico y social al que aspiramos como resultado del proceso de actualización.

A lo largo de estos cinco años se elaboraron ocho versiones de la Conceptualización que fueron analizadas sucesivamente, primero en las reuniones de la Comisión del Buró Político para el control de la implementación de los acuerdos del 6to. Congreso y posteriormente en el Buró Político y en los plenos del Comité Central, con la participación del Consejo de Ministros.

Por su parte, el proyecto relacionado con las bases del Plan Nacional de Desarrollo hasta el 2030, es fruto de la labor realizada desde hace cuatro años por académicos y especialistas de los organismos del gobierno y de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo. Aborda un asunto de alcance trascendental, cuya gran complejidad téc­nica no nos permitió llegar al Congreso con el Plan Nacional de Desarrollo hasta el 2030 terminado, como era el propósito inicial, sino que se presentan sus bases, o sea, la Visión de la Nación y los Ejes y Sectores Estratégicos, lo cual nos proporciona una formidable herramienta para continuar trabajando hasta su conclusión, que esperamos alcanzar en el año 2017.

Hemos concebido que ambos documentos, es decir, la Conceptualización y las bases del Plan Nacional de Desarrollo, luego de su análisis en el Congreso, sean debatidos democráticamente por la militancia del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, representantes de las organizaciones de masas y de amplios sectores de la sociedad, con el propósito de enriquecerlos y perfeccionarlos.

Con ese fin solicitamos al Congreso que faculte al Comité Central que sea electo para introducir las modificaciones que resulten del proceso de consulta y su aprobación definitiva, incluyendo los ajustes pertinentes a los Lineamientos que se aprueben en este evento.

Desde la aprobación de los Lineamientos por el pasado Congreso nos quedaba claro que el proceso de su implementación no constituiría un camino fácil, libre de obstáculos y contradicciones, así como que las transformaciones fundamentales requeridas para la actualización del modelo nos tomarían más de un quinquenio. La práctica ha confirmado la justeza de aquella apreciación. Hemos continuado avanzando con paso seguro, sin prisas, pero sin pausas, o sea, con la gradualidad e integralidad necesarias para alcanzar el éxito.

El obstáculo fundamental que hemos enfrentado, tal y como previmos, es el lastre de una mentalidad obsoleta, que conforma una actitud de inercia o de ausencia de confianza en el futuro. No han faltado, como era lógico esperar, sentimientos de nostalgia hacia otros momentos menos complejos del proceso revolucionario, cuando existían la Unión Soviética y el campo socialista. En el otro extremo han estado presentes aspiraciones enmascaradas de restauración del capitalismo como solución a nuestros problemas.

Pese a ello se ha trabajado con sistematicidad e intensidad en la implementación de los Lineamientos, habiéndose implantado totalmente el 21% de los 313 aprobados. Se encuentran en la fase de implementación el 77% de ellos, mientras que no se ha iniciado en el 2%.

Estas cifras no logran mostrar con toda claridad cuánto se ha trabajado y avanzado en el proceso, que no es poco ni mucho menos, y encuentran su reflejo en la aprobación de 130 políticas y la emisión de 344 nuevas normas legales de diferentes rangos, la modificación de 55 y la derogación de 684. Sin embargo, la lenta puesta en práctica de las regulaciones jurídicas y su asimilación, sobre todo, ha dilatado la implantación de las políticas aprobadas.

Como resultado de la labor realizada en la implementación de los lineamientos y las nuevas tareas que se incorporaron al proceso de actualización del modelo económico, se somete a la consideración del Congreso una propuesta actualizada para el período 2016 - 2021, con un total de 268 lineamientos, de ellos 31 conservan la redacción original, 193 se modifican y se agregan 44 nuevos.

Al valorar el ritmo de las transformaciones en curso, no debe perderse de vista el hecho de que en el caso de Cuba jamás puede permitirse la aplicación de las llamadas “terapias de choque”, frecuentemente empleadas en detrimento de las clases más humildes de la sociedad. Esta premisa, que se corresponde con el principio de que nadie quedará desamparado, condiciona en gran medida la velocidad de la actualización del modelo económico cubano, en lo cual es innegable la influencia de la crisis económica internacional y en particular los efectos del bloqueo económico contra Cuba.

Las fórmulas neoliberales que propugnan la privatización acelerada del patrimonio estatal y de los servicios sociales, como la salud, la educación y la seguridad social, nunca serán aplicadas en el socialismo cubano.

Aun con las limitaciones económicas presentes, se han preservado y perfeccionado los servicios sociales a la población cubana en Educación, Salud, Cultura y Deportes y la Seguridad Social. Sin embargo, debemos insistir en la necesidad de mejorar sostenidamente su calidad.

Las transformaciones realizadas en el reordenamiento de estos sectores, a pesar de las quejas e incomprensiones iniciales que fueron debidamente esclarecidas o realizados los ajustes requeridos, han contribuido a elevar la calidad de los citados servicios con un menor costo presupuestario, lo que se evidencia en los indicadores de salud obtenidos, como es el caso, por sólo mencionar un dato, de la tasa de mortalidad infantil de 4,2 por cada 1 000 nacidos vivos, semejante a la que se obtiene en muy pocos de los países más desarrollados.

El reordenamiento de la red escolar permitió reducir la cantidad de centros y alrededor de 250 000 alumnos internos, mientras que se invirtió la pirámide existente en la formación de técnicos medios y obreros calificados mediante el incremento de la matrícula en la educación técnico - profesional.

Está en marcha un programa de mantenimiento y recuperación de la infraestructura constructiva y el equipamiento del sistema de Educación.

En el sistema nacional de Salud se ha venido ejecutando un conjunto de medidas dirigidas a su reorganización, compactación y regionalización de los servicios, con el objetivo de mejorar el estado de salud de la población, incrementar la calidad y satisfacción del pueblo por los servicios que se le prestan y hacer eficiente y sostenible el sistema, a la vez que se garantiza su desarrollo.

El perfeccionamiento de las estructuras de dirección y el ajuste de las plantillas propició la disminución de 152 000 plazas y la reubicación de más de 20 000 médicos en la actividad asistencial. Estas decisiones, unidas a otras orientadas al uso racional de los recursos, permitieron la reducción del presupuesto asignado a la Salud en más de 2 000 millones de pesos.

De forma paralela, se han presentado dificultades en el suministro a las farmacias de medicamentos importados y de producción nacional y persisten condiciones higiénico - sanitarias que propician la trasmisión de enfermedades infecciosas como el cólera, dengue, chikungunya y últimamente el zika. En la actualidad se acomete el Plan de acción para el enfrentamiento a enfermedades trasmitidas por el mosquito Aedes que no puede verse como una efímera campaña más, sino que debe garantizar su sostenibilidad en el tiempo.

Las decisiones en la economía no pueden, en ningún caso, significar una ruptura con los ideales de igualdad y justicia de la Revolución y mucho menos resquebrajar la unidad de la mayoría del pueblo en torno al Partido. Tampoco se permitirá que como consecuencia de esas medidas se genere inestabilidad e incertidumbre en la población cubana.

Por eso insisto en que se requiere mucha sensibilidad e intencionalidad política para avanzar en la implementación de los Lineamientos. Es preciso asegurar más explicación al pueblo, más disciplina y exigencia y un mayor y más cercano seguimiento al proceso de cambios. Hay que tener, como ya hemos dicho, los oídos y los pies bien puestos sobre la tierra.

La muestra más elocuente de la complejidad del proceso de implementación radica en la dualidad monetaria y cambiaria, asunto en el que no se ha dejado de trabajar a lo largo de estos años, y cuya solución no quedará para las calendas griegas, ya que aunque no representa la solución mágica a las distorsiones estructurales de la economía, significará un impulso fundamental para avanzar en el resto de las tareas de la actualización de nuestro modelo económico.

El ordenamiento monetario del país facilitará crear las condiciones requeridas para superar los nocivos efectos del igualitarismo y hacer realidad el principio socialista que expresa “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo”. Con ello será posible rectificar el fenómeno de la llamada “pirámide invertida” que no permite retribuir de manera justa el trabajo en función de su cantidad, calidad y complejidad y que el nivel de vida se corresponda con los ingresos legales de los ciudadanos, generando desmotivación de la fuerza laboral y también en los cuadros, lo cual desestimula su promoción a mayores responsabilidades.

Es propicia la ocasión para ratificar, una vez más, la decisión de garantizar los depósitos bancarios en divisas internacionales, en pesos cubanos convertibles y pesos cubanos, así como el efectivo en poder de la población y las personas jurídicas extranjeras y nacionales.

La empresa estatal socialista, definida como la forma principal de gestión en la economía nacional, se encuentra en una posición desventajosa en comparación con el creciente sector no estatal que se beneficia por trabajar en un circuito monetario basado en la tasa de cambio de 1 X 25, mientras que para ella rige la paridad del CUC con el peso cubano. Esta importante distorsión deberá ser solucionada a la mayor brevedad posible, en el marco de la unificación monetaria y cambiaria.

Esa anomalía sumada al discreto desempeño de nuestra economía no ha permitido avanzar sustancialmente en la implementación de los lineamientos vinculados a la eliminación paulatina de las gratuidades indebidas y los subsidios excesivos, teniendo en cuenta que no se ha podido generalizar el incremento de los ingresos de los trabajadores, ni asegurar la oferta estable de determinadas mercancías en el mercado liberado.

A pesar de que se disminuyeron o suprimieron algunos productos de la canasta familiar normada, dígase la famosa libreta de abastecimientos, y se trasladó la venta minorista de estos al mercado liberado a precios no subsidiados, se mantiene un alto nivel de subsidio en una variada gama de productos y servicios básicos.

Por otra parte, el elevado índice de envejecimiento de la población cubana, la cual además migra del campo a las ciudades, se concentra y eleva su nivel de calificación, representa un problema estratégico para el desarrollo, que se origina en la existencia desde hace años de un conjunto de factores socioeconómicos y culturales no fáciles de revertir. Fue elaborada la Política para enfrentar esta situación, definiéndose 76 medidas y 252 acciones, cuya aplicación será gradual dependiendo del desempeño de la economía y los resultados se obtendrán en el largo plazo.

Fue aprobada la Política para la Inversión Extranjera, reconocida como una fuente importante y necesaria para el desarrollo del país y se puso en vigor una nueva Ley en esta materia, la cual a la par de brindar incentivos y seguridad jurídica a los inversionistas, preserva la soberanía nacional, la protección del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales.

Se constituyó la Zona Especial de Desarrollo del Mariel con ventajas adicionales para la atracción de inversionistas nacionales y foráneos, y se aseguró el marco jurídico y la infraestructura necesaria para su asentamiento y despliegue productivo con el objetivo de generar exportaciones, promover la sustitución de importaciones, propiciar la transferencia de tecnologías y habilidades gerenciales de los cuales apenas sabemos nada, generar fuentes de empleo y de financiamiento de largo plazo y conformar la logística que facilite alcanzar altos niveles de eficiencia.

Sin menospreciar en lo más mínimo el obstáculo que en este sentido significa el bloqueo norteamericano y su aplicación extraterritorial, se requiere dejar atrás prejuicios arcaicos respecto a la inversión extranjera y avanzar resueltamente en la preparación, diseño y concreción de nuevos negocios.

El destino de las inversiones se ha modificado sustancialmente, si hace 5 años la esfera productiva y las infraestructuras recibían el 45% de ellas, en el 2015 acumularon el 70%. Asimismo, en el proceso inversionista se ha incrementado el rigor y el control en el cumplimiento de los planes y en sentido general mejoraron sus indicadores, a pesar de que se mantienen no pocas tensiones en los suministros y el aseguramiento de fuerza de trabajo debidamente calificada y motivada, al tiempo que subsiste la improvisación, superficialidad y falta de integralidad a causa de una incorrecta preparación de las obras, lo que conduce a dilatados plazos de ejecución y afectaciones en la calidad de las terminaciones.

En el propósito de fortalecer el papel de la empresa estatal socialista y su autonomía, se ha avanzado en la separación de las funciones estatales de las empresariales, modificándose de manera paulatina las relaciones de los organismos del Gobierno con las empresas, cuyos directivos cuentan hoy con mayores facultades para su gestión.

No obstante, este es un trayecto que no se recorre en un día, semanas o meses, sino que madurará a mediano y largo plazos en la medida en que se consoliden las condiciones organizativas, la capacitación de los cuadros y se supere el hábito de esperar por instrucciones desde arriba para actuar en el marco de facultades ya otorgadas, en lugar de promover la iniciativa y el espíritu emprendedor.

Ha continuado al propio tiempo el avance del proceso de perfeccionamiento de los organismos de la Administración Central del Estado y entidades nacionales incluyéndose, en una primera etapa, a los organismos globales y de la esfera productiva. Se concluyó el proceso en cuatro de ellos, se extinguieron o fusionaron cuatro y 13 están en la etapa de implantación. Prosigue el trabajo con los organismos vinculados a los principales servicios a la población.

También se encuentra en fase de implementación el experimento que se desarrolla en las provincias de Artemisa y Mayabeque, con vistas a su posterior generalización, que entre otros aspectos persigue la separación de funciones de la dirección de las asambleas del Poder Popular y de los Consejos de Administración, lo que permite que las asambleas se concentren en la atención directa a los delegados, consejos populares y al trabajo de las Comisiones en su labor de control y fiscalización.

La aplicación del nuevo modelo en las administraciones locales ha conducido a una notable reducción de los cargos de esos órganos en provincia y municipio, sin generar inestabilidad en su funcionamiento, favoreciendo su autoridad para ejercer las funciones estatales asignadas.

Tal y como se expresa en las conclusiones del proyecto de informe sobre los resultados de la implementación de los Lineamientos, han existido insuficiencias y deficiencias por parte de los organismos y entidades, incluyendo la propia Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, ocasionando dilaciones en la aplicación de algunas medidas, la conformación de propuestas que adolecían de falta de integralidad o con una visión limitada, fundamentalmente en lo referido a la valoración de los niveles de riesgo y en la apreciación correcta de los costos y beneficios de determinadas medidas.

También se manifestaron problemas en la conducción y control de las políticas aprobadas y en la divulgación y capacitación a los diferentes niveles de dirección. Sobre todo en este último aspecto de la capacitación de los diferentes niveles de dirección hubo quien se creyó que elaborando un papel y mandándolo de un extremo al otro del país y pidiendo que se lo estudiaran los cuadros ya se resolvía el problema, y cuando fuimos a ver cada uno aplicó la medida a su manera; así sucedió con la Resolución 17 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en un tema tan importante como ese, sobre el cual haré una breve referencia en el transcurso de este discurso.

En algunos casos ha faltado sentido de la urgencia cuando los efectos en la práctica no han sido los deseados y hasta, en ocasiones, contrarios al espíritu de las medidas adoptadas, lo que se traduce en que al no enfrentar decididamente una desviación cuando todavía es pequeña, luego de su masificación la justa rectificación se convierte en un problema político.

Un ejemplo gráfico de lo anterior lo representa el comportamiento de los precios de los productos agropecuarios con la reaparición del fenómeno de la especulación y el acaparamiento en beneficio de unos pocos y en detrimento de la mayoría de la población.
Aunque comprendemos que el factor primordial en el crecimiento de los precios reside en un nivel de producción que no satisface la demanda y que el avance en esta materia está condicionado por factores objetivos y subjetivos, no podemos quedarnos con los brazos cruzados ante la irritación de los ciudadanos por el manejo inescrupuloso de los precios por parte de intermediarios que solo piensan en ganar cada vez más.

El reconocimiento del mercado en el funcionamiento de la economía socialista no implica que el Partido, el Gobierno y las organizaciones de masas dejen de cumplir su papel en la sociedad de enfrentar cualquier situación que dañe a la población, ni mucho menos decir: “es una cuestión del Gobierno, yo no me puedo meter”. Yo Partido, yo Gobierno, de cualquier nivel, y yo miembro de una organización de masas me metería en cualquier problema injusto que afecte a nuestra población (Aplausos).

Por eso, apenas se produjo la discusión en el Parlamento sobre este tema, que recordarán sobre todo los diputados aquí presentes y que tardamos mucho en reaccionar, apoyé inmediatamente al Segundo Secretario del Partido, compañero Machado Ventura, que salió al combate por todo el país enfrentándose a ese problema (Aplausos).

Y debemos sacar la conclusión de este hecho, como de otros muchos, que lo peor que puede haber, lo peor que puede hacer un revolucionario o una simple persona honesta, comunista o no, es quedarse cruzado de brazos ante un problema. No tenemos derecho, mucho menos en los tiempos en que estamos viviendo y en los cambios que estamos introduciendo. Es una experiencia que vale la pena recordar, porque nos la podemos encontrar cientos de veces, por no decir miles de veces, en el cumplimiento de esta gigantesca tarea que estamos elaborando para el mejoramiento de nuestro país y de nuestro socialismo.

La introducción de las reglas de la oferta y la demanda no está reñida con el principio de la planificación. Ambos conceptos pueden convivir y complementarse en beneficio del país, como se ha demostrado exitosamente en los procesos de reforma en China y de renovación en Vietnam, como ellos lo califican. Nosotros le hemos llamado actualización porque no vamos a cambiar el objetivo fundamental de la Revolución.

Positivas son las experiencias obtenidas en algunas provincias con la adopción reciente de una serie de medidas organizativas, entre ellas, el incremento del acopio en interés de asegurar la presencia de productos en los mercados estatales, induciendo la disminución de los precios de oferta y demanda. Este es un asunto que requiere un seguimiento constante por parte de todas las instituciones involucradas.

En medio de estas circunstancias los salarios y pensiones siguen siendo insuficientes para satisfacer las necesidades básicas de la familia cubana. Aunque el salario medio experimentó un crecimiento del 43% en el período 2010 - 2015, este se concentró en los dos últimos años, a partir de las decisiones adoptadas a favor de los trabajadores de la Salud Pública, la Inversión Extranjera, la esfera del Deporte y por la flexibilización en los sistemas de pago en el sector empresarial. Sin embargo, no ha sido posible extender a la mayoría de las actividades presupuestadas los incrementos salariales previstos en la política aprobada.

La implementación de los nuevos sistemas de pago por resultado establecidos por la Resolución No. 17 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, a la que hice mención hace un instante, si bien influyó en sentido general en la elevación de la motivación de los trabajadores y el aumento de la productividad, que pude precisar personalmente visitando diferentes fábricas y conversando con los trabajadores, cierto es que también se presentaron múltiples deficiencias, originadas en lo fundamental por la inadecuada preparación de condiciones previas, incluyendo la capacitación de los directivos empresariales y el seguimiento.

En esta cuestión igualmente se tardó en corregir las incongruencias conceptuales que se pusieron de manifiesto en su aplicación.

Las experiencias nos enseñan que no basta con que los documentos normativos estén bien elaborados, hay que preparar a los ejecutores directos y pasado un tiempo volverles a dar algunos cursillos y controlar cómo están sus conocimientos para la aplicación de estas importantes actividades, comprobar su dominio de las regulaciones, exigir con sistematicidad que se cumplan en la práctica las disposiciones y reaccionar oportunamente ante las desviaciones, impidiendo que se conviertan en problemas políticos mayores.

Nuestro Héroe Nacional, José Martí, razonó que “Gobernar es prever”, ¡qué simples palabras, son solo tres! ¿Será posible que a algunos de nuestros funcionarios les sea tan difícil aprenderse esas tres palabras de las enseñanzas martianas? Es decir, “gobernar es prever”. Tenemos que aprender a prever para evitarnos bastantes problemas. Debo reconocer que en general durante la implementación de los Lineamientos no hemos sido suficientemente previsores ni ágiles para actuar en la corrección de las deficiencias.

Además de no prever, después nos ponemos a pensar cómo resolver el problema que se creó y no tenemos la agilidad necesaria para enfrentar inmediatamente al problema. Estoy hablando con toda crudeza, como corresponde en un congreso de nuestro Partido Comunista y en todas las reuniones de los comunistas.

Ha proseguido la ampliación del sector no estatal de la economía, en tanto el empleo estatal se reduce del 81,2% en el 2010 a 70,8 en el 2015. Algo más de medio millón de cubanos están registrados como trabajadores por cuenta propia, prestan servicios y generan producciones muy necesarias. Se va conformando una atmósfera que no discrimina ni estigmatiza el trabajo por cuenta propia debidamente autorizado; sin embargo se han presentado manifestaciones de corrupción e ilegalidades, ante las cuales el enfrentamiento ha resultado, una vez más, insuficiente y tardío, como es el caso por ejemplo de conductas evasoras del pago de tributos y el ejercicio ilegal de actividades no permitidas.

Reafirmamos el principio socialista del predominio de la propiedad de todo el pueblo sobre los fundamentales medios de producción, así como la necesidad de descargar al Estado de otras actividades no determinantes en el desarrollo de la nación.

Como mismo aspiramos a mayor eficiencia y calidad en la producción y servicios del sector estatal, también favorecemos el éxito de las formas no estatales de gestión, sobre la base, en todos los casos, del estricto cumplimiento de la legislación vigente.

Continúa en fase experimental la creación y funcionamiento de cooperativas de producción no agropecuarias, principalmente en el comercio, la gastronomía, servicios técnicos, pequeña industria y la construcción.

En esta actividad también se han producido algunos logros, pero igualmente se han puesto de manifiesto deficiencias, que parten de la insuficiente preparación y divulgación de la política aprobada y las normativas emitidas —a las que hemos hecho referencia en varias ocasiones en este informe—, inadecuada organización y control de la contabilidad, aumento de los precios y restricciones para acceder a suministros y servicios en el mercado mayorista.

Al propio tiempo ha resultado inapropiada la conducción y control de este experimento por las instancias correspondientes, razón por la que decidimos concentrar el esfuerzo en consolidar las cooperativas ya creadas y avanzar con gradualidad.

En medio de un entorno internacional desfavorable, caracterizado por la crisis económica global iniciada a finales de la década pasada, en el quinquenio 2011 - 2015 el producto interno bruto de nuestro país creció a una tasa promedio anual del 2,8 %, no suficiente para asegurar la creación de las condiciones productivas y de infraestructura requeridas para avanzar en el desarrollo y mejorar el consumo de la población.

En este complejo contexto se ejecutó un conjunto de acciones enfiladas al saneamiento de las finanzas externas del país y en particular el reordenamiento de la deuda, cuestión en la que se han logrado resultados significativos y que, de conjunto con el cumplimiento de los compromisos financieros asumidos, contribuye al restablecimiento de la credibilidad internacional de la economía cubana y favorece mayores posibilidades de comercio, inversiones y financiamiento para el desarrollo.

No podemos retroceder en esta esfera y con ese propósito debemos asegurar un adecuado balance en la toma de créditos y su estructura, el pago de las deudas reordenadas, la deuda corriente y el cumplimiento del plan. Nunca más debemos volver a empeñarnos.

Por otra parte, se viene introduciendo un conjunto de medidas diseñadas para eliminar trabas que desestimulaban a las diferentes formas productivas de nuestra agricultura, pero no han madurado y el ritmo de crecimiento de la producción agropecuaria todavía no es suficiente, mientras que, como media, cada año el país debió dedicar alrededor de 2 mil millones de dólares a la importación de alimentos, la mitad de los cuales podemos producir en Cuba y hasta exportar los excedentes.

Continúa expandiéndose la exportación de servicios médicos y el turismo, los que aportan más de la mitad de los ingresos en divisas del país, al tiempo que se reduce el peso específico de las exportaciones tradicionales, golpeadas por la caída de sus precios.

Esta realidad corrobora la conveniencia de proseguir diversificando nuestras fuentes de ingreso para no volver jamás a depender de un mercado ni de un producto y desarrollar relaciones comerciales y de cooperación mutuamente ventajosas con todos los países, configurando un adecuado equilibrio en esta esfera.

El innegable prestigio internacional de la medicina cubana, fruto genuino de la Revolución y de los desvelos del compañero Fidel, encierra enormes potencialidades todavía no explotadas en toda su dimensión, como por ejemplo la prestación de servicios médicos a pacientes extranjeros en Cuba, para lo cual se acometen inversiones que en definitiva también reportarán beneficios a la población cubana, que accede gratuitamente a la salud pública.

En cuanto al turismo, en los años transcurridos desde el 6to. Congreso se pusieron en explotación más de 10 900 nuevas habitaciones y se restablecieron otras 7 000, complementándose con el aumento hasta más de 14 000 de las habitaciones que arriendan en CUC los trabajadores por cuenta propia y el despliegue de instalaciones y servicios extrahoteleros, lo que ha permitido proseguir la senda ascendente de esta importante rama de la economía, que posee grandes posibilidades para impulsar el desarrollo de otros sectores y generar encadenamientos productivos.

El programa de inversiones hoteleras en los principales destinos del país marcha a buen ritmo y se retoma la construcción de emblemáticos hoteles de lujo en la capital para enfrentar el déficit habitacional existente. Cada hotel que se inaugura es una fábrica más que genera dentro de nuestras fronteras ingresos de exportación muy necesarios para el país.

El pasado año se sobrepasó por primera vez la cifra de tres millones y medio de visitantes. Se viene consolidando la competitividad del producto turístico cubano en mercados emisores diversificados, sin ignorar las insuficiencias presentes que conspiran contra la calidad de los servicios.

Se vienen conformando condiciones para que en el quinquenio 2016 - 2020 obtengamos resultados superiores y crear en nuestra economía las bases para un desarrollo económico - social sostenible.

En la parte introductoria de este informe explicamos que por primera vez se presenta al máximo evento de nuestro Partido un Proyecto de conceptualización del modelo económico y social cubano.

El objetivo principal de este documento es exponer y fundamentar con claridad los rasgos principales del modelo, de modo que sirva de guía teórica y conceptual a la construcción del socialismo en Cuba, en correspondencia con nuestras características y esfuerzos propios, tomando como base la historia de la nación y del proceso revolucionario, la cultura nacional, las condiciones internas y la situación internacional, así como las experiencias de los procesos de desarrollo económico y social socialista en otros países.

Los principios que sustentan la conceptualización parten del legado martiano, el marxismo –leninismo, el pensamiento del Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, y la propia obra de la Revolución.

Como ya expuse, la complejidad teórica y práctica de este Proyecto y su trascendental repercusión de cara al futuro, aconsejan que no sea aprobado en el marco de este Congreso. En su lugar proponemos a los delegados continuar el debate y adoptar, en principio, ese Proyecto para que sirva de base al profundo y democrático proceso de análisis por la militancia del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, así como por amplios sectores de nuestra sociedad, con cuyos resultados se presentará a la aprobación definitiva del Comité Central. O sea, por las razones expuestas, continuar discutiéndolo desde los municipios, y con la participación democrática de todo el Partido, la juventud, representantes de las organizaciones de masas, etcétera, con el objetivo de concluir su elaboración y se faculta al Comité Central del Partido para su aprobación. Además, se supone que se presente a la Asamblea Nacional, órgano supremo del poder del Estado que es a quien le corresponde darle el valor legal.

Uno de los aspectos novedosos que ha suscitado mayor atención y hasta cierta polémica, es el referido a las relaciones de propiedad, y es lógico que así sea, ya que en dependencia del predominio de una forma de propiedad sobre las demás se determina el régimen social de un país.

En Cuba socialista y soberana la propiedad de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción es y continuará siendo la forma principal de la economía nacional y del sistema socioeconómico y por tanto constituye la base del poder real de los trabajadores.

El reconocimiento de la existencia de la propiedad privada ha generado inquietudes honestas de no pocos de los participantes en las discusiones previas al Congreso, quienes expresaron preocupaciones de que al hacerlo estaríamos dando los primeros pasos hacia la restauración del capitalismo en Cuba. En mi condición de Primer Secretario del Comité Central del Partido estoy en el deber de aseverar que ese no es, en lo más mínimo, el propósito de esta idea conceptual.

Se trata precisamente, compañeras y compañeros, de llamar a las cosas por su nombre y no refugiarnos en ilógicos eufemismos para esconder la realidad. El incremento del trabajo por cuenta propia y la autorización de la contratación de fuerza de trabajo ha conllevado en la práctica a la existencia de medianas, pequeñas y microempresas privadas que hoy funcionan sin la debida personalidad jurídica y se rigen ante la ley por un marco regulatorio diseñado para las personas naturales dedicadas a pequeños negocios que se realizan por el trabajador y su familia.

El Lineamiento No. 3 aprobado por el 6to. Congreso y que se propone mantener y reforzar en el proyecto actualizado precisa rotundamente que “en las formas de gestión no estatales no se permitirá la concentración de la propiedad”, y se adiciona que “tampoco de la riqueza”; por tanto, la empresa privada actuará en límites bien definidos y constituirá un elemento complementario del entramado económico del país, todo lo cual deberá ser regulado por la Ley.

No somos ingenuos ni ignoramos las aspiraciones de poderosas fuerzas externas que apuestan a lo que llaman el “empoderamiento” de las formas no estatales de gestión, con el fin de generar agentes de cambio en la esperanza de acabar con la Revolución y el socialismo en Cuba por otras vías.

Las cooperativas, el trabajo por cuenta propia y la mediana, pequeña y microempresa privada no son por su esencia antisocialistas ni contrarrevolucionarias y la enorme mayoría de quienes allí laboran son revolucionarios y patriotas que defienden los principios y se benefician de las conquistas de esta Revolución.

(Continúa y finaliza en el siguiente Taller de Lectura)


Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura    86

En este Taller hemos abordado la primera parte del Informe Central al 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba, presentado por el Primer Secretario del Comité Central, General de Ejército Raúl Castro Ruz, en La Habana el 16 de Abril de 2016. Inicia el discurso con una contextualización histórica de este Congreso dentro del período revolucionario cubano, con la presentación de importantes proyectos de documentos rectores, como la reseña de la evolución de la economía en el quinquenio pasado, el informe sobre los resultados de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social, y su actualización para el próximo quinquenio. Por otro lado presenta las bases del Plan Nacional de desarrollo económico y social hasta el año 2030 y la conceptualización del modelo, como así también el trabajo del Partido Comunista en el cumplimiento de los objetivos aprobados. Hace un análisis de los obstáculos y contradicciones por las que tuvieron que transitar para lograr las transformaciones propuestas, en aras de lograr la construcción de un socialismo próspero y sostenible, considerando que la introducción de las reglas de la oferta y la demanda en la economía cubana no está reñida con el principio de la planificación, que es uno de los tres principios del socialismo, siendo los otros dos: la propiedad de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción y la distribución equitativa de las riquezas. Se refirió a la necesidad de seguir avanzando en la eliminación la dualidad monetaria y cambiaria que rige en el país. También serán paulatinamente eliminadas las gratuidades indebidas y los subsidios excesivos, para hacer realidad el principio socialista que expresa "de cada cual según su capacidad y a cada cual según su trabajo". Mencionó la ventaja de la creación de las cooperativas de producción no agropecuarias, acompañando el proceso de la formación de pequeños grupos de cuentapropistas. Con respecto a las nuevas relaciones de propiedad, donde aparece el trabajo por cuenta propia, el reconocimiento de la propiedad privada y la autorización de la contratación de fuerza de trabajo, se refiere exclusivamente a pequeños negocios que podrá realizar el trabajador y su familia actuando en límites bien definidos y regulados por la ley. No son por su esencia antisocialistas ni contrarrevolucionarias. Con respecto al proyecto de conceptualización del modelo económico y social cubano, éste está basado en  los principios del legado martiano, el marxismo – leninismo, el pensamiento del Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, y la propia obra de la Revolución. Por otro lado menciona la necesidad de la unidad del pueblo en torno al Partido único, al desafío que representa el trabajo ideológico y la necesidad de la permanente formación de cuadros para evitar la corrupción. Se establecen límites de edad para el ingreso al Comité Central del Parido, como así también para el desempeño de cargos de dirección. Con respecto a la defensa, mientras exista el imperialismo se prestará especial atención a mantener la doctrina de guerra de todo el pueblo, como un fundamento estratégico. En relación al restablecimiento de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, éstas sólo se irán normalizando en la medida que se respete la igualdad soberana, la no injerencia en los asuntos internos y el absoluto respeto a la independencia. Deberá eliminarse el bloqueo económico, comercial y financiero, la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo, deberán suprimirse los programas dirigidos  a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, se deberá eliminar la "Ley de ajuste cubano", la "política de pies secos – pies mojados" y el "Programa de parole para profesionales médicos cubanos", todo esto ante la clara intención del gobierno norteamericano, que al reconocer el fracaso de la política contra Cuba no disimulan al afirmar que los propósitos siguen siendo los mismos y solo se modifican las formas. Finalmente Raúl hace referencia al permanente apoyo recibido de la comunidad internacional, que en este momento está siendo agredida nuevamente por los intereses imperiales. Manifiesta la necesidad de continuar avanzando en la consolidación de la CELAC como zona de paz, que siempre podrá contar con la solidaridad y el apoyo de Cuba. También mencionó las consecuencias de la desfavorable situación económica internacional, con la propuesta de una nueva arquitectura financiera mundial.

En el transcurso del posterior debate se planteó la profundidad ideológica y conceptual de esta primera parte del discurso, y se entendió que se trata de un enorme desafío para el gobierno y el pueblo cubano la implementación de los nuevos lineamientos de la política económica y social, con un gran compromiso y dedicación del gobierno para su concreción. Se vio con claridad que es mucho más difícil, y requiere mucha más dedicación y compromiso sostener un gobierno de características socialistas que un gobierno capitalista, que deja todo en manos del mercado y de las empresas privadas. Se habló de la posible aparición de pequeñas desigualdades sociales, y de la importancia en el trabajo ideológico y la conceptualización del modelo. En base a mejorar la eficiencia, los cubanos podrían producir más de la mitad de los alimentos que importan y por otro lado se continúa con la exportación de servicios médicos y el turismo, que representan más de la mitad de los ingresos en divisas del país. Tratamos de entender la razón de la disminución de la militancia en el Partido Comunista Cubano, apreciando la capacidad de autocrítica, al reconocer las insuficiencias en el trabajo de captación, retención y motivación del potencial de militantes. Finalmente nos comentó el compañero Gerardo Farfán que la lectura es la mejor manera de incorporar nuevos conocimientos, debido al proceso de interpretación y de comprensión de los textos, y que la reflexión y el debate  fortalecen este mecanismo.

Finalmente, para el siguiente Talleres de Lectura se abordará la segunda parte de éste Informe Central al 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba del Primer Secretario del Comité Central, General de Ejército Raúl Castro Ruz, tomado de Cubadebate el 17 de abril de 2016.

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 4 de junio de 2016

mayo 09, 2016

Cine debate - Mayo 2016



Cine Cubano en Radio Nacional Bariloche a cargo del Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba
En el marco del ciclo de Cine Cubano y Videos Debate e iniciando el período 2016, el Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba y Radio Nacional Bariloche los invitan a la proyección del documental:

“Hechos y no palabras. Los Derechos Humanos en Cuba”

Un documental sobre el proceso político cubano y sus particularidades. El film aborda la supuesta violación de los derechos humanos en Cuba, que ha sido utilizada como principal argumento para el Bloqueo que la isla soporta desde hace más de cincuenta años.
Intérpretes: Felipe Pérez Roque, Ricardo Alarcón, Fernando Rojas, Julio Fernández Bulte,  Vicente Feliú.
Duración: 93 minutos
Los esperamos el próximo jueves 12 de mayo a las 20 hs. en el Salón Auditorio de Radio Nacional Bariloche, Av. 12 de Octubre 2421. 
La entrada es libre y gratuita.
Invitan Radio Nacional Bariloche y el Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba

Taller de Lectura N° 85, síntesis y conclusiones - Mayo de 2016



Taller de Lectura N° 85, síntesis y conclusiones  -  Mayo de 2016


Editorial del diario Granma: La visita a Cuba del Presidente Barack Obama

GRANMA  09 MARCH 2016  SOBERANÍA Y LA LEGALIDAD INTERNACIONAL 

Tomado de Red En Defensa De La Humanidad Cuba

Cuba ratifica su voluntad de avanzar en las relaciones con los Estados Unidos, sobre la base de la observancia de los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz

El presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, realizará una visita oficial a Cuba entre el 20 y el 22 de marzo próximos.

Será la segunda ocasión que un mandatario estadounidense llega a nuestro archipiélago. Antes solo lo hizo Calvin Coolidge, quien desembarcó en La Ha­bana en enero de 1928. Arribó a bordo de un buque de guerra para asistir a la VI Conferencia Panamericana, que se efectuaba por aquellos días bajo los auspicios de un personaje local de infausta memoria, Gerardo Machado. Esta será la primera vez que un Presidente de los Estados Unidos viene a una Cuba dueña de su soberanía y con una Revolución en el poder, encabezada por su liderazgo histórico.

Este hecho se inserta en el proceso iniciado el 17 de diciembre de 2014, cuando el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz y el presidente Barack Obama, anunciaron simultáneamente la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas, rotas por los Estados Unidos casi 54 años antes. Forma parte del complejo proceso hacia la normalización de los vínculos bilaterales, que apenas se inicia y que ha avanzado sobre el único terreno posible y justo: el respeto, la igualdad, la reciprocidad y el reconocimiento de la legitimidad de nuestro gobierno.

Se ha llegado a este momento como resultado de la heroica resistencia del pueblo cubano y su lealtad a los principios, la defensa de la independencia y la soberanía nacionales, en primerísimo lugar. Tales valores, no negociados en más de 50 años, condujeron al actual gobierno de los Estados Unidos a admitir los daños severos que el bloqueo ha causado a nuestra población y al reconocimiento del fracaso de la política de abierta hostilidad hacia la Revolución. Ni la fuerza, ni la coerción económica, ni el aislamiento lograron imponer a Cuba una condición contraria a sus aspiraciones forjadas en casi siglo y medio de heroicas luchas.

El actual proceso con los Estados Unidos ha sido posible también gracias a la inquebrantable solidaridad internacional, en particular, de los gobiernos y pueblos latinoamericanos y caribeños, que colocaron a los Estados Unidos en una situación de aislamiento insostenible. “Como la plata en las raíces de Los Andes” —tal como expresara nuestro Héroe Nacional José Martí en su ensayo “Nuestra América”—, América Latina y el Caribe, fuertemente unidos, reclamaron el cambio de la política hacia Cuba. Esta demanda regional se patentizó de manera inequívoca en las Cumbres de las Américas de Puerto España, Trinidad y Tobago, en 2009, y de Cartagena, Colombia, en 2012, cuando todos los países de la región exigieron unánime y categóricamente el levantamiento del bloqueo y la participación de nuestro país en la VII cita hemisférica de Panamá, en 2015, a la que por primera vez asistió una delegación cubana, encabezada por Raúl.

Desde los anuncios de diciembre de 2014, Cuba y los Estados Unidos han dado pasos hacia la mejoría del contexto bilateral.

El 20 de julio de 2015, quedaron oficialmente restablecidas las relaciones diplomáticas, con el compromiso de desarrollarlas sobre la base del respeto, la cooperación y la observancia de los principios del Derecho Internacional.

Han tenido lugar dos encuentros entre los Presidentes de ambos países, además de intercambios de visitas de ministros y otros contactos de funcionarios de alto nivel. La cooperación en disímiles áreas de beneficio mutuo avanza y se abren espacios de discusión, que permiten un diálogo sobre temas de interés bilateral y multilateral, incluyendo aquellos en los que tenemos diferentes concepciones.

El mandatario estadounidense será bienvenido por el Gobierno de Cuba y su pueblo con la hospitalidad que los distingue y será tratado con toda consideración y respeto, como Jefe de Estado.

Esta será una oportunidad para que el Presidente de los Estados Unidos aprecie directamente una nación enfrascada en su desarrollo económico y social, y en el mejoramiento del bienestar de sus ciudadanos. Este pueblo disfruta derechos y puede exhibir logros que constituyen una quimera para muchos países del mundo, a pesar de las limitaciones que se derivan de su condición de país bloqueado y subdesarrollado, lo cual le ha merecido el reconocimiento y el respeto internacionales.

Personalidades de talla mundial como el Papa Francisco y el Patriarca Kirill describieron a esta isla, en su declaración conjunta emitida en La Habana en febrero, como “un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo”. El presidente francés, François Hollande afirmó recientemente que “Cuba es respetada y escuchada en toda América Latina” y elogió su capacidad de resistencia ante las más difíciles pruebas. El líder sudafricano Nelson Mandela tuvo siempre para Cuba palabras de profundo agradecimiento: “Nosotros en África —dijo en Matanzas, el 26 de julio de 1991— estamos acostumbrados a ser víctimas de otros países que quieren desgajar nuestro territorio o subvertir nuestra soberanía. En la historia de África no existe otro caso de un pueblo (como el cubano) que se haya alzado en defensa de uno de nosotros”.

Obama se encontrará con un país que contribuye activamente a la paz y la estabilidad regional y mundial, y que comparte con otros pueblos no lo que le sobra, sino los modestos recursos con que cuenta, haciendo de la solidaridad un elemento esencial de su razón de ser y del bienestar de la humanidad, como nos legara Martí, uno de los objetivos fundamentales de su política internacional.

También tendrá la ocasión de conocer a un pueblo noble, amistoso y digno, con un alto sentido del patriotismo y la unidad nacional, que siempre ha luchado por un futuro mejor a pesar de las adversidades que ha tenido que enfrentar. El presidente de los Estados Unidos será recibido por un pueblo revolucionario, con una profunda cultura política, que es resultado de una larga tradición de lucha por su verdadera y definitiva independencia, primero contra el colonialismo español y después contra la dominación imperialista de los Estados Unidos; una lucha en la que sus mejores hijos han derramado su sangre y han asumido todos los riesgos. Un pueblo que nunca claudicará en la defensa de sus principios y de la vasta obra de su Revolución, que sigue sin vacilación el ejemplo de Carlos Manuel de Céspedes, José Martí, Antonio Maceo, Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena, Antonio Guiteras y Ernesto Che Guevara, entre muchos otros.

Este también es un pueblo al que lo unen lazos históricos, culturales y afectivos con el estadounidense, cuya figura paradigmática, el escritor Ernest Hemingway, recibió el Nobel de Literatura por una novela ambientada en Cuba. Un pueblo que muestra gratitud hacia aquellos hijos de los Estados Unidos que, como Thomas Jordan[1], Henry Reeve[2], Winchester Osgood[3] y Frederick Funston[4], combatieron junto al Ejército Libertador en nuestras guerras por la independencia de España; y a los que en época más reciente se opusieron a las agresiones contra Cuba, desafiaron el bloqueo, como el Reverendo Lucius Walker, para traer su ayuda solidaria a nuestro pueblo, y apoyaron el regreso a la Patria del niño Elián González y de nuestros Cinco Héroes. De Martí aprendimos a admirar a la patria de Lincoln y a repudiar a Cutting[5].

Vale recordar las palabras del Líder histórico de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 11 de septiembre de 2001, cuando afirmó:

“Hoy es un día de tragedia para Estados Unidos. Ustedes saben bien que aquí jamás se ha sembrado odio contra el pueblo norteamericano. Quizás, precisamente por su cultura y por su falta de complejos, al sentirse plenamente libre, con patria y sin amo, Cuba sea el país donde se trate con más respeto a los ciudadanos norteamericanos. Nunca hemos predicado ningún género de odios nacionales, ni cosas parecidas al fanatismo, por eso somos tan fuertes, porque basamos nuestra conducta en principios y en ideas, y tratamos con gran respeto —y ellos se percatan de eso— a cada ciudadano norteamericano que visita a nuestro país”.

Este es el pueblo que recibirá al presidente Barack Obama, orgulloso de su historia, sus raíces, su cultura nacional y confiado en que un futuro mejor es posible. Una nación que asume con serenidad y determinación la etapa actual en las relaciones con los Estados Unidos, que reconoce las oportunidades y también los problemas no resueltos entre ambos países.

La visita del Presidente de los Estados Unidos será un paso importante en el proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales. Hay que recordar que Obama, como lo hizo antes James Carter, se ha propuesto, desde el ejercicio de sus facultades presidenciales, trabajar para normalizar los vínculos con Cuba y, en consecuencia, ha realizado acciones concretas en esta dirección.

Sin embargo, para llegar a la normalización queda un largo y complejo camino por recorrer, que requerirá de la solución de asuntos claves que se han acumulado por más de cinco décadas y que profundizaron el carácter confrontacional de los vínculos entre los dos países. Tales problemas no se resolverán de la noche a la mañana, ni con una visita presidencial.

Para normalizar las relaciones con los Estados Unidos será determinante que se levante el bloqueo económico, comercial y financiero, que provoca privaciones al pueblo cubano y es el principal obstáculo para el desarrollo de la economía de nuestro país.

Debe reconocerse la posición reiterada del presidente Barack Obama de que el bloqueo tiene que ser eliminado y sus llamados al Congreso para que lo levante. Este es también un reclamo mayoritario y creciente de la opinión pública estadounidense, y casi unánime de la comunidad internacional, que en 24 ocasiones consecutivas ha aprobado en la Asamblea General de las Naciones Unidas la resolución cubana “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.

El mandatario estadounidense ha adoptado medidas para modificar la aplicación de algunos aspectos del bloqueo, que son positivas. Altos funcionarios de su gobierno han dicho que están en estudio otras. Sin embargo, no ha sido posible implementar una buena parte de las medidas, por su alcance limitado, por la persistencia de otras regulaciones y por los efectos intimidatorios del bloqueo en su conjunto, que ha sido aplicado duramente por más de cincuenta años.

Resulta paradójico que, por una parte, el gobierno tome medidas y que, por otra, arrecie las sanciones contra Cuba, que afectan la vida cotidiana de nuestro pueblo.

La realidad sigue mostrando que el bloqueo se mantiene y se aplica con rigor y con un marcado alcance extraterritorial, lo cual tiene efectos disuasivos para las empresas y los bancos de los Estados Unidos y de otros países. Ejemplo de ello son las multas multimillonarias que se continúan imponiendo a compañías y entidades bancarias estadounidenses y de otras nacionalidades por relacionarse con Cuba; la denegación de servicios y el cierre de operaciones financieras de bancos internacionales con nuestro país; y la congelación de transferencias legítimas de fondos hacia y desde Cuba, incluso en monedas distintas al dólar estadounidense.

El pueblo de Cuba espera que la visita del mandatario estadounidense consolide su voluntad de involucrarse activamente en un debate a fondo con el Congreso para el levantamiento del bloqueo y que entretanto, continúe haciendo uso de sus prerrogativas ejecutivas para modificar tanto como sea posible su aplicación, sin necesidad de una acción legislativa.

Otros asuntos que son lesivos a la soberanía cubana también tendrán que ser resueltos para poder alcanzar relaciones normales entre los dos países. El territorio ocupado por la Base Naval de los Estados Unidos en Guantánamo, en contra de la voluntad de nuestro gobierno y pueblo, tiene que ser devuelto a Cuba, cumpliendo el deseo unánime de los cubanos desde hace más de cien años. Deben ser eliminados los programas injerencistas dirigidos a provocar situaciones de desestabilización y cambios en el orden político, económico y social de nuestro país. La política de “cambio de régimen” tiene que ser definitivamente sepultada.

Asimismo, debe abandonarse la pretensión de fabricar una oposición política interna, sufragada con dinero de los contribuyentes estadounidenses. Tendrá que ponérsele término a las agresiones radiales y televisivas contra Cuba en franca violación del Derecho Internacional y al uso ilegítimo de las telecomunicaciones con objetivos políticos, reconociendo que el fin no es ejercer una determinada influencia sobre la sociedad cubana, sino poner las tecnologías en función del desarrollo y el conocimiento.

El trato migratorio preferencial que reciben nuestros ciudadanos, en virtud de la Ley de Ajuste Cubano y de la política de pies secos-pies mojados, causa pérdidas de vidas humanas y alienta la emigración ilegal y el tráfico de personas, además de generar problemas a terceros países. Esta situación debe ser modificada, como habría que cancelar el programa de “parole” para profesionales médicos cubanos, que priva al país de recursos humanos vitales para atender la salud de nuestro pueblo y afecta a los beneficiarios de la cooperación de Cuba con naciones que la necesitan. Asimismo, debe cambiarse la política que pone como condición a los atletas cubanos romper con su país para poder jugar en las Ligas de los Estados Unidos.

Estas políticas del pasado son incongruentes con la nueva etapa que el gobierno de los Estados Unidos ha iniciado con nuestro país. Todas son anteriores al presidente Obama, pero él podría modificar algunas de ellas por decisión ejecutiva y otras eliminarlas totalmente.

Cuba se ha involucrado en la construcción de una nueva relación con los Estados Unidos en pleno ejercicio de su soberanía y comprometida con sus ideales de justicia social y solidaridad. Nadie puede pretender que para ello, tengamos que renunciar a uno solo de sus principios, ceder un ápice en su defensa, ni abandonar lo proclamado en la Constitución: “Las relaciones económicas, diplomáticas con cualquier otro Estado no podrán jamás ser negociadas bajo agresión, amenaza o coerción de una potencia extranjera”.

No se puede albergar tampoco la menor duda respecto al apego irrestricto de Cuba a sus ideales revolucionarios y antimperialistas, y a su política exterior comprometida con las causas justas del mundo, la defensa de la autodeterminación de los pueblos y el tradicional apoyo a nuestros países hermanos.

Como expresó la última Declaración del Gobierno Revolucionario, es y será inamovible nuestra solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela, el gobierno encabezado por el presidente Nicolás Maduro y el pueblo bolivariano y chavista, que lucha por seguir su propio camino y enfrenta sistemáticos intentos de desestabilización y sanciones unilaterales establecidas por la Orden Ejecutiva infundada e injusta de marzo de 2015 que fue condenada por América Latina y el Caribe. La notificación emitida el pasado 3 de marzo prorrogando la llamada “Emergencia Nacional” y las sanciones, es una intromisión directa e inaceptable en los asuntos internos de Venezuela y en su soberanía. Aquella Orden debe ser abolida y esto será un reclamo permanente y firme de Cuba.

Como señalara el General de Ejército Raúl Castro, “no renunciaremos a nuestros ideales de independencia y justicia social, ni claudicaremos en uno solo de nuestros principios, ni cederemos un milímetro en la defensa de la soberanía nacional. No nos dejaremos presionar en nuestros asuntos internos. Nos hemos ganado este derecho soberano con grandes sacrificios y al precio de los mayores riesgos”.

Llegamos hasta aquí, reiteramos una vez más, por la defensa de nuestras convicciones y porque nos asiste la razón y la justicia.

Cuba ratifica su voluntad de avanzar en las relaciones con los Estados Unidos, sobre la base de la observancia de los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y Gobierno de la región, que incluyen el respeto absoluto a su independencia y soberanía, el derecho inalienable de todo Estado a elegir el sistema político, económico, social y cultural sin injerencias de ninguna forma; la igualdad y la reciprocidad.

Cuba reitera a su vez, plena disposición a mantener un diálogo respetuoso con el Gobierno de los Estados Unidos y a desarrollar relaciones de convivencia civilizada. Convivir no significa tener que renunciar a las ideas en las cuales creemos y que nos han traído hasta aquí, a nuestro socialismo, a nuestra historia, a nuestra cultura.

Las profundas diferencias de concepciones entre Cuba y los Estados Unidos sobre los modelos políticos, la democracia, el ejercicio de los derechos humanos, la justicia social, las relaciones internacionales, la paz y la estabilidad mundial, entre otros, persistirán.

Cuba defiende la indivisibilidad, interdependencia y universalidad de los derechos humanos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Estamos convencidos que es obligación de los gobiernos defender y garantizar el derecho a la salud, la educación, la seguridad social, el salario igual por trabajo igual, el derecho de los niños, así como el derecho a la alimentación y al desarrollo. Rechazamos la manipulación política y el doble rasero sobre los derechos humanos, que deben cesar. Cuba, que se ha adherido a 44 instrumentos internacionales en esta materia, mientras que los Estados Unidos solo han suscrito 18, tiene mucho que opinar, que defender y que mostrar.

De lo que se trata en nuestros vínculos con los Estados Unidos, es que ambos países respeten sus diferencias y creen una relación basada en el beneficio de ambos pueblos.

Independientemente de los avances que se puedan alcanzar en los vínculos con los Estados Unidos, el pueblo cubano seguirá adelante. Con nuestros propios esfuerzos y probada capacidad y creatividad, continuaremos trabajando por el desarrollo del país y el bienestar de los cubanos. No cejaremos en la demanda por el levantamiento del bloqueo que tanto daño nos ha hecho y hace. Persistiremos en llevar adelante el proceso de actualización del modelo económico y social que hemos elegido, y de construcción de un socialismo próspero y sostenible para consolidar los logros de la Revolución.

Un camino soberanamente escogido y que seguramente será ratificado en el VII Congreso del Partido Comunista, con Fidel y Raúl en la victoria.

Esta es la Cuba que dará respetuosa bienvenida al presidente Obama.


La visita de Obama a Cuba y los derechos humanos

Por: Arnold August. Periodista y conferencista canadiense, el autor de los libros Democracy in Cuba and the 1997–98 Elections y más recientemente, Cuba y sus vecinos: Democracia en movimiento, disponible en Cuba.

14 marzo 2016 – Tomado de Cubadebate

El tema de los derechos humanos, dentro del contexto de las relaciones Cuba-EE.UU., ha reaparecido en vísperas de la visita del presidente Obama a la Isla. El 2 de marzo, en Ginebra, Antony J. Blinken, secretario de Estado adjunto del Departamento de Estado de los EE.UU., emitió una Declaración Nacional en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde se refirió a varios países que son siempre el blanco de las acusaciones de los EE.UU. por supuestas violaciones de los derechos humanos, como China, Rusia y Venezuela.

Como de costumbre, Cuba también fue mencionada. En relación al citado país, la declaración de Blinken indicó:

“En Cuba estamos cada vez más preocupados acerca de las detenciones breves de activistas pacíficos por parte del gobierno, que alcanzaron cifras récord en enero. Exhortamos al gobierno cubano abandonar esta táctica de acallar protestas pacíficas. En unas semanas el presidente Obama realizará una visita histórica a Cuba y destacará que sería mejor para el pueblo cubano que existiera un ámbito donde la gente se sienta libre de escoger sus partidos políticos y líderes, expresar sus ideas, y donde la sociedad civil sea independiente y se le permita prosperar”.

La respuesta de Cuba

El jefe de la delegación cubana en el Consejo de Derechos Humanos, Pedro Núñez Mosquera, que ocupa el cargo de Director General de la División de Asuntos Multilaterales y de Derecho Internacional en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, no se sintió intimidado en lo más mínimo por la superpotencia. Desde 1959, Cuba ha tenido una larga historia de defensa de sus intereses en todos los foros internacionales y aunque es un país pequeño, su voz es muy respetada internacionalmente. En Ginebra, Nuñez Mosquera invirtió la ecuación a los Estados Unidos acusándolo de ser responsable de graves violaciones de los derechos humanos, incluyendo discriminación racial, violencia policial, persecución de inmigrantes, y la práctica de la tortura que se lleva a cabo en el centro de detenciones en la provincia de Guantánamo. Además de afirmar que Estados Unidos es responsable de violaciones de los derechos humanos del pueblo cubano debido al bloqueo contra la Isla.

La declaración del secretario adjunto Blinken, en nombre de la administración de Obama, se destaca por ser otro intento de interferir en los asuntos internos de Cuba. Sin embargo, por el momento, dejemos esto a un lado para ocuparnos de sus acusaciones contra Cuba.

Activistas pacíficos y protestas

Blinken acusa a Cuba de arrestar temporalmente a “activistas pacíficos” como parte de una estrategia de “reprimir la protesta pacífica”. El vocablo “pacífico” es arbitrario. Por ejemplo, a los afroamericanos y sus aliados que se manifiestan en los Estados Unidos contra los asesinatos de ciudadanos afroamericanos por parte de la policía, se les cataloga como violentos y se les tilda de delincuentes. Sin embargo, en enero y febrero de 2016, cuando individuos armados de derecha en Oregón ocuparon una agencia federal, el gobierno y los medios de prensa se refirieron cortésmente a los ocupantes como “manifestantes” y “milicia”. El vocablo “milicia” les da un manto de legitimidad a esas personas armadas. Nunca se los categorizó en forma condenatoria de ser violentos.

En América Latina se aplica el mismo doble rasero. En la Declaración Nacional, el Departamento de Estado de los EE.UU. exigió a Venezuela la liberación de dos personas encarceladas pro Estados Unidos. En forma respetuosa se refieren a ellas como “líderes de la oposición”. Sin embargo, esas personas fueron responsables de actos contra el orden constitucional en los cuales resultaron 43 muertos y más de 800 lesionados. Por lo tanto, EE.UU. está lejos de ser un referente en el tratamiento de protestas pacíficas o violentas.

En el contexto cubano, las personas a quienes se refiere EE.UU. no pueden ser consideradas simplemente como “manifestantes pacíficos”, principalmente porque, directa o indirectamente, son mercenarios a sueldo de los Estados Unidos. Su objetivo, anunciado públicamente, es el cambio de régimen en Cuba. En esencia, se proponen asfixiar a la Revolución Cubana, que es la garantía de su soberanía. Esto significa convertir a Cuba en una neo colonia “de facto” de los EE.UU., haciéndola segura para el capitalismo. A su vez, la independencia de Cuba conlleva la salvaguardia y protección de la Revolución Cubana, cuya misión es luchar sin cesar para desarrollar y mejorar su socialismo.

En consecuencia, el cambio reaccionario que buscan los “manifestantes pacíficos” es una ruptura del orden constitucional cubano para satisfacer los intereses de los Estados Unidos. Por lo tanto, por su propia esencia, este objetivo es violento y pretende el quebrantamiento del rumbo que la inmensa mayoría del pueblo cubano ha tomado desde 1959. Es irrelevante por tanto, si esos individuos eran o no violentos cuando fueron detenidos. Cuba tiene sobrado derecho a defenderse de los esfuerzos coordinados de la “oposición” financiada por los EE.UU. y de los medios masivos de prensa para alentar un cambio de régimen en Cuba.

Selección de partidos y líderes políticos

En su declaración, el secretario adjunto Blinken resalta además que, uno de los objetivos de la visita de Obama a Cuba en marzo, es enfatizar “el pueblo tiene la libertad de escoger sus partidos políticos y sus líderes políticos”. Estados Unidos está cegado por su pensamiento único de partidos políticos, elecciones y su sistema político “multipartidista”. Los cubanos tienen un sistema totalmente diferente.

El proceso cubano fue el resultado de la Revolución y una característica esencial de la misma se origina en la tradición que emerge de las guerras independentistas de la segunda mitad del siglo XIX contra los colonizadores españoles. Un ingrediente principal fue y sigue siendo, la necesidad de un fuerza política unificadora para guiar a la Revolución.

El Partido Comunista de Cuba nació de una combinación de fuerzas políticas cuyos integrantes arriesgaron sus vidas para derrotar la sangrienta dictadura de Batista en el decenio de 1950 que recibió el apoyo de los EE.UU.. Los cubanos escogieron a su principal fuerza política, y por supuesto, a sus líderes en ese decenio al triunfo de la Revolución en 1959. Además, en ese periodo y desde entonces, millones de cubanos han decidido ser parte de esa Revolución, en lugar de permanecer al margen “escogiendo líderes” de acuerdo a la idea preconcebida de los Estados Unidos sobre el liderazgo. El papel de esa fuerza política unificadora está enraizado en la Constitución de Cuba, a cuya redacción contribuyó el pueblo en reuniones de base. En 1976, en el referendo sobre la Constitución, votó el 98% del electorado y el 97.7% la aprobó.

El sistema político cubano permite además otros canales legales formales para que el pueblo pueda votar por sus líderes. Hay que insistir en que no se ajusta al pensamiento único estadounidense. Cuba no se rige por un sistema presidencial como el que existe en los Estados Unidos y en otros países.

Acerca de liderazgo cubano: Raúl Castro

Tomemos como ejemplo a Raúl Castro de acuerdo a una descripción muy resumida de algunos pasos previos a su elección como Presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros. En las elecciones generales de 2013, fue electo diputado, para la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (Parlamento), de un municipio en Santiago de Cuba, su provincia de origen. Aun cuando haya un solo candidato por escaño, el candidato necesita 50%, por lo menos, del voto popular.

En las elecciones generales de 2013, Raúl Castro recibió 98.04% del voto. Este porcentaje fue uno de los más altos entre los 612 diputados elegidos.

Para elegir a los líderes después de las elecciones, los Diputados emiten sus puntos de vistas individualmente y en privado. Como resultado de esta consulta, la Comisión de Candidaturas Nacional confecciona una lista de candidatos para el Consejo del Estado, incluyendo su presidente. La nueva legislatura electa se reúne como por ejemplo, lo hizo el 24 de febrero de 2013, para escoger los líderes entre los diputados, mediante voto secreto. No es el objetivo de este artículo mencionar más detalles y análisis de cómo ocurre esta elección y las elecciones generales. Sin embargo, así es como Raúl Castro fue elegido Presidente del Consejo de Estado (y por lo tanto, del Consejo de Ministros). Este papel se ejerce por ser un miembro de esos consejos colegiados y colectivos. A su vez, esas entidades dependen del Parlamento.

Acerca del liderazgo cubano: Fidel Castro

Además, un país que se forjó en la Revolución tiene sus propios estándares para los líderes. Tomemos otro ejemplo: A Fidel Castro se le conoce como el Líder histórico de la Revolución Cubana. En el preámbulo de la Constitución aprobada por el pueblo, la Carta Magna reconoce que la Revolución es “encabezada por Fidel Castro”. Esté o no en la Constitución, el hecho es que él es el Líder histórico de la Revolución Cubana, y es reconocido como tal, por la inmensa mayoría del pueblo cubano.

Estos simples hechos acerca de los líderes de Cuba parecen no despertar interés en las esferas gobernantes de Estados Unidos.

“Sistemas presidenciales” de Venezuela, Bolivia y Ecuador

En todo caso, la presión ideológica/política de Washington para que el pueblo elija a sus líderes es arbitraria. Por ejemplo, desde un punto de vista superficial, se puede decir que Venezuela, Bolivia y Ecuador tienen “sistemas presidenciales”. No obstante, EE.UU. no reconoce realmente como presidentes a los líderes electos directamente, incluyendo Nicolás Maduro, Evo Morales y Rafael Correa. Por el contrario, trabaja incesantemente para el cambio de régimen y derrocar a esos líderes electos y a todo lo que ellos defienden. Por lo tanto, tiene una posición errática en lo referente a líderes, que es manipulada para servir sus propios intereses.

 “Sociedad civil” en Cuba

En Ginebra, EE.UU. presentó también su requisito para Cuba de que la “sociedad civil deber ser independiente”. De acuerdo a su fórmula, los Estados Unidos, en el contexto de la inminente visita de Obama a Cuba, reconoce a los “miembros de la sociedad civil, incluyendo los que con seguridad se oponen a las políticas del gobierno cubano”. Se puede preguntar a EE.UU, si es que logra éxito en ganarse la voluntad de esos individuos para la política estadounidense, que es obviamente su pretensión, ¿no se consideraría un hecho que ellos ya no serían independientes? Por el contrario, serían más dependientes aún de los Estados Unidos que antes de la visita de Obama. Según la opinión de EE.UU., si la sociedad civil actúa en armonía con el proceso político cubano, entonces no es independiente. Sin embargo, si actúa de acuerdo con los Estados Unidos, reciben credenciales de buena fe de ser independiente.

Mejorando el sistema político cubano

La consideración de los temas mencionados previamente acerca del sistema político cubano, no quiere decir que no exista espacio para mejorarlo. Sin embargo, los cubanos que discuten este tema no necesitan consejos de los Estados Unidos. Es la potestad del pueblo cubano hacer los cambios que crea necesarios. Por ejemplo, el 14 de agosto de 2015, durante una conferencia de prensa conjunta concedida por John Kerry, Secretario de Estado de EE.UU., y por Bruno Rodríguez Padilla, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, un reportero hizo una pregunta a Bruno Rodríguez acerca de la democracia en Cuba. Él respondió:

“Yo me siento muy cómodo con la democracia cubana que a su vez tiene cosas perfectibles, tal como trabajamos hoy activamente a partir de los procesos relacionados con la actualización de nuestro modelo económico y social socialista”.

La necesidad de renovar ideológica y políticamente el sistema político es parte de la lucha a vida o muerte para realizar transformaciones en el sistema socioeconómico de Cuba, a pesar del bloqueo agobiante y de otros factores de carácter interno. Este es y será el camino propio de Cuba.

(Artículo traducido por Franklin Curbelo.  Fuente original en inglés – Global Research: http://www.globalresearch.ca/obamas-visit-to-cuba-and-human-rights/5512021)


Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura    85

En este Taller hemos abordado dos textos relacionados con la reciente visita de Barak Obama a la isla en función de la reiniciación de las relaciones diplomáticas entre los EE UU y Cuba cuyo proceso fuera iniciado el 17 de diciembre de 2014. El primero, titulado “Soberanía y la Legalidad Internacional”  tomado de la Red En Defensa De La Humanidad Cuba y publicado en el diario Granma el 9 de mazo de 2016, donde Cuba ratifica su voluntad de avanzar en las relaciones con los Estados Unidos, sobre la base de la observancia de los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. El segundo texto fue tomado de Cubadebate y trata el tema de los derechos humanos dentro del contexto de las relaciones Cuba – EE UU que ha vuelto a reaparecer en este marco, escrito por Arnold August, periodista y conferencista de origen canadiense. Es la primera vez que un Presidente de los Estados Unidos viene a una Cuba dueña de su soberanía y con una Revolución en el poder, encabezada por su liderazgo histórico y donde se inicia un proceso que ha avanzado sobre el único terreno posible y justo: el respeto, la igualdad, la reciprocidad y el reconocimiento de la legitimidad de su gobierno. Este escrito manifiesta la importancia que reviste la visita de Barak Obama para los cubanos, quien será bienvenido por su gobierno y su pueblo con consideración y respeto. De esta manera el presidente de los Estados Unidos podrá apreciar personalmente las características de los cubanos, su cultura y organización política. Entenderá de esta manera que para alcanzar la plena “normalización” de las relaciones diplomáticas, se deberá levantar totalmente el bloqueo económico, comercial y financiero, como así también la devolución del territorio ocupado por la Base Naval de los Estados Unidos en Guantánamo, entre varias otras condiciones impuestas al pueblo cubano. Queda claro que Cuba no renunciará a sus ideales de independencia y justicia social, ni claudicará en uno solo de sus principios, exigiendo el respeto a su soberanía nacional, sin  dejarse presionar en sus asuntos internos. Seguirá avanzando en la actualización del modelo económico para darle continuidad a la construcción de su socialismo de manera sostenible, para consolidar los logros de la Revolución. El segundo texto abordado en este Taller de Lectura está basado en una Declaración Nacional en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU  que emitiera Antony J. Blinken, secretario de Estado adjunto del Departamento de Estado de los EE.UU, refiriéndose a supuestas violaciones de los derechos humanos en Cuba. En primer lugar se refiere a detenciones breves de activistas pacíficos por parte del gobierno, como parte de una estrategia de “reprimir la protesta pacífica”. Es conocido que estos  manifestantes pacíficos generalmente son mercenarios a sueldo de los Estados Unidos con el objetivo, públicamente anunciado, de cambiar el  régimen en Cuba y asfixiar a la Revolución, que es la garantía de su soberanía, con el objetivo de convertir a Cuba en una neo colonia “de facto” de los EE.UU., haciéndola de esta manera segura para el capitalismo. En segundo lugar Antony J. Blinken plantea que el pueblo cubano tiene que tener la libertad de escoger a sus partidos políticos y a sus líderes. Este argumento está claramente centrado en el pensamiento único de partidos políticos, elecciones y un sistema político “multipartidista”. El Partido Comunista de Cuba nació de una combinación de fuerzas políticas donde todos los integrantes arriesgaron sus vidas para derrotar la sangrienta dictadura de Batista en el decenio de 1950 y que recibió el apoyo de los EE.UU.. Con respecto a los liderazgos y considerando el caso de Raúl Castro, éste fue electo en el año 2013 con el 98,04 % de los votos siendo uno de los más altos entre los 612 diputados elegidos. Acerca del liderazgo de Fidel Castro, él es considerado el Líder histórico de la Revolución Cubana y reconocido como tal por la inmensa mayoría del pueblo cubano. EE UU objeta el sistema político cubano y si embargo no quiere reconocer a los presidentes Nicolás Maduro, Evo Morales y Rafael Correa que representan a Venezuela, Bolivia y Ecuador respectivamente y que se rigen por un sistema de gobierno de tipo presidencial. También objeta la participación de la llamada “sociedad civil” en la política de Cuba, y propone que sean independientes, en una clara intención de romper con la unidad. A todo esto el pueblo y el gobierno de Cuba están trabajando permanentemente para mejorar su sistema político, siempre dentro del marco del socialismo, y para ello no necesitan los consejos de los Estados Unidos. 

El posterior debate se centró en que la recepción del presidente de los Estados Unidos a Cuba se hizo en un marco de respeto tanto desde su pueblo como desde su gobierno, con la firme convicción política que les dan su amplia y profunda cultura política, haciendo un justo reclamo con respecto a sus derechos, como por ejemplo el levantamiento del bloqueo económico y la devolución del territorio ilegalmente ocupado por ellos en la bahía de Guantánamo. Se observó la importancia que revisten en estos casos los principios martianos en la formación cultural del pueblo cubano. También se planteó la diferencia de concepción de nuestro pueblo argentino con la visita que nos diera Obama, fundamentalmente desde la militancia de los grupos de izquierda que han planteado el condicionamiento de nuestra soberanía tecnológica, científica y económica.

Finalmente, para los próximos dos Talleres de Lectura se propuso abordar (en dos partes) el Informe Central al 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba del Primer Secretario del Comité Central, General de Ejército Raúl Castro Ruz, tomado de Cubadebate el 17 de abril de 2016.

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 7 de mayo de 2016