enero 11, 2016

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 81

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura  Nº  81

“Dossier - José Martí: Aniversario Nº 160 de la revista Bohemia Digital”

Este material fue preparado para ser presentado en la III Conferencia Internacional “Por el equilibrio del mundo”, celebrado en La Habana del 28 al 30 de enero de 2013 en el Palacio de las Convenciones, coincidiendo con las conmemoraciones por el aniversario 160 del natalicio del Apóstol de la independencia de Cuba.

Ciencia y crítica del cientificismo en José Martí: en el análisis que aquí hace Jean Lamore acerca del pensamiento de Martí con respecto a la ciencia, menciona los combates del Apóstol contra el cientificismo y sus peligros. Su actitud crítica, avanzadísima en su tiempo, cobra especial vigencia en la actualidad. La crítica martiana a la utilización ideológica de la ciencia con implicaciones racistas tiene también vigencia hoy. El sostenido interés de Martí por los adelantos tecnológicos y científicos de su tiempo coexistió con su actitud profundamente crítica hacia la ciencia. Menciona la relatividad de la certidumbre científica y la necesidad de la duda y de la experimentación reiterada. Durante el siglo XIX se impuso el llamado darwinismo social con el que se ha querido justificar las desigualdades sociales en el capitalismo, y fue una de las mayores desviaciones ideológicas de los adelantos científicos, de las cuales se valieron las doctrinas imperialistas para justificar sus empresas expansionistas y colonizadoras, aduciendo que ciertos pueblos o grupos étnicos son inferiores y, por consiguiente, deben ser conquistados y dominados por los pueblos en situación de superioridad. Combatió enérgicamente aquellas teorías y en especial sus consecuencias para la América Latina. Los doctrinarios del imperialismo inclusive llegaron a inculcar un sentimiento de debilidad, de inferioridad a los latinoamericanos, lo cual Martí analiza y refuta. Imprimió a la idea de conciencia un fuerte contenido ético. Su actitud científica lo condujo a valorar los aportes de la ciencia acerca de las diferencias humanas; pero, movido siempre por la idea superior de la igualdad, rechazó las desviaciones que apuntaban a conclusiones jerarquizantes (racistas) entre los seres humanos.
“¿Tú casarías tu hija con un negro?” Martí antirracista: en este texto, Roberto Fernández Retamar parte del azaroso arribo, hace algo más de medio milenio, de unos cuantos europeos al continente que después iba a ser conocido como América, y las ulteriores invasiones. Allí se forjó fuertemente el concepto de “raza” que hubo que pedir en préstamo a la zoología. Así se estableció la diferencia entre “blancos” y “no blancos”, sometiendo a los segundos a una brutal explotación y servidumbre por parte de los primeros.  A esta luz se aprecia en todo su valor el antirracismo radical de José Martí. Durante su presidio político en Cuba (1871), su compasión revolucionaria no distingue a blancos de negros. Y tanto en su vida cotidiana como en sus textos de siempre, impugnó con vigor toda forma de racismo, que también conoció en lo referido a los indios americanos. Él mencionaba a al conjunto de seres que comparten una cultura, de ninguna manera a los diferenciados por otras razones en las que no creyó nunca. En su texto esencial Nuestra América (1891), exclamó exasperado: “No hay odio de razas, porque no hay razas. Peca contra la humanidad el que fomente y propague la oposición y el odio de las razas”. Y hace poco el descubrimiento por la ciencia del genoma humano acabó de pulverizar las pretensas razones del racismo.  En el número inicial del periódico Patria (1892), Martí dice: “Para todos los cubanos, bien procedan del continente donde se calcina la piel, bien vengan de pueblos de una luz más mansa, será igualmente justa la revolución en que han caído, sin mirarse los colores, todos los cubanos.” : “Esa de racista está siendo una palabra confusa, y hay que ponerla en claro. El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u otra: dígase hombre y ya se dicen todos los derechos. El negro, por negro, no es inferior ni superior a ningún otro hombre: peca por redundante el blanco que dice ‘mi raza’: peca por redundante el negro que dice: ‘mi raza’”. “En Cuba no hay temor alguno a la guerra de razas. Hombre es más que blanco, más que mulato, más que negro. Cubano es más que blanco, más que mulato, más que negro”. “Y ahora viene la cuestión toral–la cuestión del matrimonio. La eterna pregunta: Y ¿tú casarías tu hija con un negro?” Martí responde de inmediato: “Para mí no tiene esta pregunta ninguna significación. Entre los que en Versos sencillos llamó “los pobres de la tierra”, con los que quiso echar su suerte, y en Nuestra América consideró “los oprimidos”, con quienes era menester hacer “causa común, para afianzar el sistema opuesto a los intereses y hábitos de mando de los opresores”. Finalmente, combatir hoy toda forma de racismo es otra manera de ser fieles al imperecedero legado martiano.

En el transcurso de nuestro debate se consideró que los contenidos de ambos textos están íntimamente vinculados en lo que se refiere al racismo cuando el llamado darwinismo social fue considerado por José Martí una desviación ideológica de la ciencia para justificar el racismo y las desigualdades. Se pudo constatar el carácter revolucionario de Martí al plantear sus severas críticas en el siglo XIX. Se planteó también la relación que existe entre el racismo, el machismo y la xenofobia que Martí combatió desde sus textos y discursos, como por ejemplo el conocido con el título: “Con todos y para el bien de todos”.

Finalmente se acordó abordar para el próximo Taller de Lectura un texto publicado en la revista Bohemia Digital y tomado de Cubadebate titulado “Revolución Cubana 1959-2016. Sin echar el laurel en la olla” por Luis Toledo Sande, escritor, poeta y ensayista cubano. Doctor en Ciencias Filológicas y autor, entre otros, de “Cesto de llamas”, Premio Nacional de la Crítica.

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 9 de enero de 2016

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