febrero 13, 2016

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 82

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura  Nº  82

Revolución Cubana 1959-2016. Sin echar el laurel en la olla

Este texto, publicado originalmente en Bohemia Digital fue tomado de Cubadebate el  6 enero de 2016, escrito por Luis Toledo Sande que es escritor, poeta y ensayista cubano, Doctor en Ciencias Filológicas y autor, entre otros, de “Cesto de llamas”, Premio Nacional de la Crítica. Hace un análisis muy claro del proceso de la Revolución cubana, inscripta entre otros tres grandes acontecimientos revolucionarios del siglo pasado que fueron la Revolución Mexicana, la Revolución de Octubre en la Rusia zarista, y la Segunda República Española, sin restar importancia además a las dos guerras llamadas mundiales. Si bien aparecen dos hechos reales, que a pesar de haberse declarado como socialismo real y burocráticamente irreversible, la Revolución de Octubre fue demolida, y por otro lado la Segunda República Española también fue derrotada por una implacable alianza internacional de la reacción fascista, y si bien Lenin sostuvo la inviabilidad de la plena construcción de un proyecto de esa índole en un país aislado, sobran razones para entender las vicisitudes con que ha tenido que vérselas el experimento cubano, que no sólo resistió durante más de medio siglo para llegar viva al siglo XXI, sino que continúa avanzando con el deber de fortalecerse, y enfrentando desafíos colosales, ya sean abiertos o enmascarados. Hace un especial énfasis en la importancia del pensamiento Martiano en la cultura cubana, desde el siglo XIX. Ese fue el fundamento de toda esa lucha, desde el concepto de que "ser cultos es la única manera de ser libres", como de la perseverancia histórica de la lucha, al decir: si la revolución que él fraguaba (año 1895) tendría posibilidad de triunfar, y ante la duda razonable, sostuvo que el gran deber patrio y humano sería hacer posible la revolución, o, por lo menos, acometerla del modo más eficaz. Lo innoble sería traicionar la grandeza del sacrificio. Martí sostuvo: “No yerra quien intenta componer un pueblo en la hora en que aún se lo puede; sino el que no lo intenta. Si no se lograse la composición, se lograría al menos el conocimiento de las causas por que no podía lograrse; y eso limpiaría el camino para lograrla mañana”. Cuando se avanzaba hacia la guerra que estallaría el 24 de febrero de 1895, Martí afirmó: “Era ambiente la revolución, y hoy es plan. Era un sentimiento inútil y cómodo: como corona de adelfas era, y de laurel, que no hay derecho a arrancarse de la frente para sazonar, con sus hojas ensangrentadas, la olla de la comodidad”. Comprendía que, aunque imperfecto, lo hecho antes del 10 de octubre de 1868 —la “preparación gloriosa y cruenta” asumida en el Manifiesto de Montecristi (marzo de 1895), ya en pie la nueva guerra—, se inscribía en la gloria de la cual sería deshonroso huir: “¡infeliz, en la memoria de los hombres, quien eche el laurel en la olla!”. Ratificó así la base ética de su pensamiento y de su conducta. El triunfo de la Revolución Cubana se debió a su carácter popular. Tres años tras la toma del poder, ocurrieron hechos trascendentales: la declaración del país como territorio libre de analfabetismo, la proclamación del carácter socialista de la Revolución y el aplastamiento de la invasión mercenaria en Playa Girón. Considerada una victoria de pueblos por lo que mencionó Fidel todos los (pueblos) de nuestra América, no solo el cubano, “fueron un poco más libres”. Si a pesar del terrible bloqueo económico, comercial y financiero que aún perdura, de las agresiones armadas como la explosión del vapor francés La Cuobre en el puerto de la Habana, la voladura de un avión cubano en pleno vuelo sobre Barbados, el presidente estadounidense propone cambiar la política que su gobierno ha mantenido contra Cuba durante más de medio siglo, diciendo que esa política no ha conseguido su propósito, sólo nos queda por pensar que el objetivo seguirá siendo destruir a la Revolución y restablecer en la mayor de las Antillas la dominación con que desde 1898 los Estados Unidos ensayaron aquí el neocolonialismo, “su sistema de colonización”, como lo denunció Martí pensando en los planes imperiales contra nuestra América en general. Es por esto que se deberá hacer lo necesario para que la Revolución mantenga ese espíritu productivo y —siempre Martí— orientado por la utilidad de la virtud, superior a la virtud de la utilidad, y para que dentro de muchas décadas se pueda seguir hablando de ella como de una realidad viva, no de un proceso estancado. Cuando se ha tenido como brújula echar la suerte con los pobres de la tierra, y se ha vivido más de un siglo de luchas revolucionarias, sería criminal abandonar el camino que esa brújula ha venido indicando.

En el transcurso del debate acordamos nuestro reconocimiento al tremendo mérito que significa para el pueblo cubano haber sostenido hasta la actualidad a su Revolución, que en medio de la crisis sistémica del capitalismo éste arremete contra las políticas progresistas de nuestros países latinoamericanos con los llamados "golpes blandos" mediante guerras económicas, mediáticas y psicológicas, confundiendo y engañando a las masas populares, tergiversando de esta manera los resultados en las elecciones a favor de su desgastado modelo explotador. Se habló de la penetración cultural consumista que estamos padeciendo, haciéndonos perder la memoria histórica, que anulando nuestra cultura política y vaciándonos de la conceptualización ideológica no nos permite adquirir conciencia de clases. Así fue como recordamos la frase de José Martí quien nos enseñó que "ser cultos es la única manera para poder ser libres". De esta manera vimos la necesidad de buscar permanentes espacios de formación y de participación fundamentalmente para los jóvenes partiendo, por ejemplo, desde los centros de estudiantes en las escuelas secundarias. De todos modos hay un reconocimiento de la mayor participación política de los jóvenes en nuestra sociedad.

Finalmente se acordó abordar para el próximo Taller de Lectura un texto de Frei Betto: "Descuidar la educación ideológica, grave error" publicado el 28 de enero pasado en Prensa Latina y "Tarea de Grandes", por Fernando Martínez Heredia, en la intervención en el Panel “Neoliberalismo, nuevos escenarios en América Latina y el Caribe y el equilibrio del mundo” en la II Conferencia Internacional “Con todos y para el bien de todos”, Palacio de Convenciones, La Habana, 26 de enero de 2016.



Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 6 de febrero de 2016

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