mayo 06, 2019

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 121


Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 121

“Los Pinos Nuevos”

Éste discurso fue pronunciado por José Martí el 27 de noviembre de 1871 en el Liceo Cubano de Tampa, en EEUU, en la velada-homenaje de la Convención Cubana a los estudiantes fusilados en 1871, ante un auditorio de compatriotas (gran parte de ellos, obreros emigrados a esa localidad), a donde viajó desde Nueva York para dar entre ellos, pasos decisivos en la creación del Partido Revolucionario Cubano, en cuya parte inicial expresó:

Todo convida esta noche al silencio respetuoso más que a las palabras: las tumbas tienen por lenguaje las flores de resurrección que nacen sobre las sepulturas; ni lágrimas pasajeras ni himnos de oficio son tributo propio a los que con la luz de su muerte señalaron a la piedad humana soñolienta el imperio de la abominación y la codicia.

En su discurso Martí ratificó el compromiso de las jóvenes generaciones de cubanos de luchar por la liberación de su patria oprimida, y honrar así dignamente a los caídos, al detallar:

No siento hoy como ayer romper coléricas al pie de esta tribuna, coléricas y dolorosas, las olas de la mar que trae de nuestra tierra la agonía y la ira, ni es llanto lo que oigo, ni manos suplicantes las que veo, ni cabezas caídas las que escuchan, -¡sino cabezas altas! Y afuera de esas puertas repletas, viene la ola de un pueblo que marcha. ¡Así el sol, después de la sombra de la noche, levanta por el horizonte puro su copa de oro!

Martí también destacó que los pueblos viven de la levadura heroica e igualmente expuso consideraciones sobre la muerte y al respecto significó:

Otros lamenten la muerte necesaria, yo creo en ella como la almohada, y la levadura, y el triunfo de la vida.

Aseguró igualmente que el árbol que da mejor fruta es el que tiene debajo un muerto y planteó que del semillero de las tumbas se levanta impalpable, como los vahos del amanecer, la virtud inmortal orea la tierra tímida, azota los rostros viles, empapa el aire, entra triunfante en los corazones de los vivos.

Y precisó seguidamente al detallar su concepción en torno a la muerte...

...la muerte da jefes, la muerte da lecciones y ejemplos, la muerte nos lleva el dedo por sobre el libro de la vida: ¡así, de esos enlaces continuos invisibles, se va tejiendo el alma de la patria!

Y tras recordar como murieron los inocentes estudiantes de medicina, llamó a sus compatriotas a homenajearlos con particular decisión y dijo:

Cantemos hoy, ante la tumba inolvidable, el himno de la vida.

En la parte final de su intervención Martí estableció una comparación metafórica entre el futuro desarrollo de un árbol que había visto cuando se dirigía hacia Tampa y los jóvenes cubanos que se hallaban anhelantes de participar en la lucha por la independencia de Cuba. Y expresó al respecto:

Era el paisaje húmedo y negruzco: corría turbulento el arroyo cenagoso; las cañas, pocas y mustias, no mecían su verdor quejosamente, como aquellas queridas por donde piden redención los que las fecundaron con su muerte, sino se entraban, ásperas e hirsutas, como puñales extranjeros, por el corazón: y en lo alto de las nubes desgarradas, un pino, desafiando la tempestad, erguía entero, su copa rompió de pronto el sol sobre un claro del bosque, y allí, al centelleo de la luz súbita, vi por sobre la yerba amarillenta erguirse, en torno al tronco negro de los pinos caídos, los racimos gozosos de los pinos nuevos: ¡Eso somos nosotros: pinos nuevos!

En el transcurso del posterior debate se entendió que éste discurso contiene un mensaje alentador para los jóvenes y para las futuras generaciones, a los que José Martí llama los “pinos nuevos”. Es un llamado a la reflexión y al compromiso: serán los indiferentes, que aun sin saberlo son cómplices, y que junto a los culpables combatirán enfrentándose a los más valerosos. Hace un  abordaje acerca de la muerte, dándole un sentido poético. Es la semilla de algo que se cosechará en el futuro, se debe construir en base a su recuerdo. No hay que tenerle temor ni debe lamentase ante la muerte, ya que representa la levadura de la vida. Compartimos algunas frases de José Martí tomada de otros textos:

“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.

“Así ha de ser la muerte cuando se ha vivido bien, luego de la vida: en negro terciopelo, franja de plata”.

“…los muertos son las raíces de los pueblos, y, abonada con ellos la tierra, el aire nos los devuelve  y nutre de ellos”.

“La muerte engrandece cuando se acerca a ella; y jamás vuelven a ser enteramente pequeños los que la han desafiado”.

Por último se acordó abordar para el próximo Taller de Lectura un texto de José Martí: “El 10 de abril”, en referencia a la Constitución de Guáimaro, primera constitución de la República de Cuba en Armas, aprobada por la asamblea de Guáimaro el 10 de abril de 1869.


Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 04 de mayo de 2019

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