Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 121
“Los
Pinos Nuevos”
Éste discurso fue pronunciado por José Martí el 27 de
noviembre de 1871 en el Liceo Cubano de Tampa, en EEUU, en la velada-homenaje
de la Convención Cubana a los estudiantes fusilados en 1871, ante un auditorio
de compatriotas (gran parte de ellos, obreros emigrados a esa localidad), a
donde viajó desde Nueva York para dar entre ellos, pasos decisivos en la
creación del Partido Revolucionario Cubano, en cuya parte inicial expresó:
Todo
convida esta noche al silencio respetuoso más que a las palabras: las tumbas
tienen por lenguaje las flores de resurrección que nacen sobre las sepulturas;
ni lágrimas pasajeras ni himnos de oficio son tributo propio a los que con la
luz de su muerte señalaron a la piedad humana soñolienta el imperio de la
abominación y la codicia.
En su discurso Martí ratificó el compromiso de las jóvenes
generaciones de cubanos de luchar por la liberación de su patria oprimida, y
honrar así dignamente a los caídos, al detallar:
No
siento hoy como ayer romper coléricas al pie de esta tribuna, coléricas y
dolorosas, las olas de la mar que trae de nuestra tierra la agonía y la ira, ni
es llanto lo que oigo, ni manos suplicantes las que veo, ni cabezas caídas las
que escuchan, -¡sino cabezas altas! Y afuera de esas puertas repletas, viene la
ola de un pueblo que marcha. ¡Así el sol, después de la sombra de la noche,
levanta por el horizonte puro su copa de oro!
Martí también destacó que los pueblos viven de la levadura
heroica e igualmente expuso consideraciones sobre la muerte y al respecto
significó:
Otros
lamenten la muerte necesaria, yo creo en ella como la almohada, y la levadura,
y el triunfo de la vida.
Aseguró igualmente que el árbol que da mejor fruta es el que
tiene debajo un muerto y planteó que del semillero de las tumbas se levanta
impalpable, como los vahos del amanecer, la virtud inmortal orea la tierra
tímida, azota los rostros viles, empapa el aire, entra triunfante en los
corazones de los vivos.
Y precisó seguidamente al detallar su concepción en torno a
la muerte...
...la
muerte da jefes, la muerte da lecciones y ejemplos, la muerte nos lleva el dedo
por sobre el libro de la vida: ¡así, de esos enlaces continuos invisibles, se
va tejiendo el alma de la patria!
Y tras recordar como murieron los inocentes estudiantes de
medicina, llamó a sus compatriotas a homenajearlos con particular decisión y
dijo:
Cantemos
hoy, ante la tumba inolvidable, el himno de la vida.
En la parte final de su intervención Martí estableció una
comparación metafórica entre el futuro desarrollo de un árbol que había visto
cuando se dirigía hacia Tampa y los jóvenes cubanos que se hallaban anhelantes
de participar en la lucha por la independencia de Cuba. Y expresó al respecto:
Era
el paisaje húmedo y negruzco: corría turbulento el arroyo cenagoso; las cañas,
pocas y mustias, no mecían su verdor quejosamente, como aquellas queridas por
donde piden redención los que las fecundaron con su muerte, sino se entraban,
ásperas e hirsutas, como puñales extranjeros, por el corazón: y en lo alto de
las nubes desgarradas, un pino, desafiando la tempestad, erguía entero, su copa
rompió de pronto el sol sobre un claro del bosque, y allí, al centelleo de la
luz súbita, vi por sobre la yerba amarillenta erguirse, en torno al tronco
negro de los pinos caídos, los racimos gozosos de los pinos nuevos: ¡Eso somos
nosotros: pinos nuevos!
En el transcurso del
posterior debate se entendió que éste discurso contiene un mensaje alentador
para los jóvenes y para las futuras generaciones, a los que José Martí llama
los “pinos nuevos”. Es un llamado a la reflexión y al compromiso: serán los
indiferentes, que aun sin saberlo son cómplices, y que junto a los culpables
combatirán enfrentándose a los más valerosos. Hace un abordaje acerca de la muerte, dándole un
sentido poético. Es la semilla de algo que se cosechará en el futuro, se debe
construir en base a su recuerdo. No hay que tenerle temor ni debe lamentase
ante la muerte, ya que representa la levadura de la vida. Compartimos algunas
frases de José Martí tomada de otros textos:
“La muerte no es verdad
cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.
“Así ha de ser la muerte
cuando se ha vivido bien, luego de la vida: en negro terciopelo, franja de
plata”.
“…los muertos son las raíces
de los pueblos, y, abonada con ellos la tierra, el aire nos los devuelve y nutre de ellos”.
“La muerte engrandece cuando
se acerca a ella; y jamás vuelven a ser enteramente pequeños los que la han
desafiado”.
Por último se acordó abordar
para el próximo Taller de Lectura un texto de José Martí: “El 10 de abril”, en
referencia a la Constitución de Guáimaro, primera constitución de la República
de Cuba en Armas, aprobada por la asamblea de Guáimaro el 10 de abril de 1869.
Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 04 de mayo de 2019
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