Síntesis
y conclusiones del Taller de Lectura Nº 129
“El agravio a los muertos en
Bolivia”
Este texto fue tomado de
Página 12, el 01 de diciembre de 2019, y se trata de un análisis político que
elaboró el vicepresidente Álvaro García Linera a raíz del golpe de Estado, que
grupos fascistas bolivianos dieran al recientemente electo nuevo gobierno del
Estado Plurinacional de Bolivia, junto a su presidente Evo Morales. Ante la
resistencia del pueblo boliviano, se registraron varios asesinatos con armas de
fuego militar a integrantes de poblaciones indígenas de origen campesino de El
Alto de La Paz. Durante el cortejo fúnebre se verificaron actos de represión
por parte de las fuerzas militares, que
responden al gobierno de facto instalado
en el poder, con recurrentes manifestaciones que descalifican y criminalizan
las protestas de las clases menesterosas, estigmatizando a la plebe sublevada,
especialmente si son indios, calificándolos de subversivos y de sediciosos. Se
inicia de esta manera una “lucha de clases” donde resurge en la burguesía un
antiguo odio hacia la población de origen indígena, campesina y minera, y que
aplauden y brindan por la militarización de las ciudades. No pueden entender
que el Estado Plurinacional de Bolivia haya brindado el ingreso a la clase
media a mujeres de pollera y campesinos indígenas, que recuperaron la dignidad
como seres humanos, sin ninguna barrera de apellido. Queman la Wiphala, el
símbolo de su identidad y lo expulsan a Evo que es su líder y representante, y
no respetan ni siquiera a sus muertos. El fascismo desatado en Bolivia ha vuelto
a abrir las grietas clasistas que habían sido cerradas a lo largo de estos
últimos años. La ambición por el privilegio de poseer el poder, no admite
compartirlo con los representantes indígenas populares que se incorporaron a la
nueva clase media. La consecuencia de este estado de situación ha generado
lamentables odios de unos sectores hacia los otros. Unos que quisieran ver el
cadáver de Evo arrastrado por las calles, y los otros que quisieran ver a los
ricos cercados en sus barrios muriéndose de hambre. Pero el pueblo resiste y
lucha, en un proceso en que la nueva clase deberá alcanzar la suficiente
irradiación estatal para poder ser admitida en su seno.
En el transcurso del
posterior debate se comprendió que había un odio de clases culturalmente
instalado desde la época colonial en la sociedad burguesa boliviana, que salió
a relucir durante el golpe de Estado apoyado por los medios de comunicación
hegemónicos y las entidades policiacas y militares. Que la estigmatización de
los indígenas se instala desde la iglesia católica a partir del siglo XVI,
comparando a indígenas con monos o como “bestias”. Que faltó más tiempo para
que se comprenda la inclusión de la población indígena, minera y campesina en
la sociedad y en la clase media. Lo que también se caracterizó como una falta
de conciencia de clases. Llamó la atención que el golpe se pudo consumar en muy
pocos días deshaciendo los avances sociales y económicos que el gobierno de Evo
había alcanzado, por un lado por el método empleado por los golpistas en lo que
se refiere a la flagrante violación de los derechos humanos, como a la falta de
existencia pública y con “irradiación estatal” (a decir de Álvaro García
Linera) de la nueva clase social. Finalmente se manifestó un deseo generalizado
de que el partido MAS de Evo Morales obtenga el triunfo electoral el próximo 3
de mayo en Bolivia, recuperando de ésta manera su conducción y poder seguir
avanzando con las políticas de inclusión y la industrialización del país para
beneficio de todo su pueblo.
Por último se acordó abordar
para el próximo Taller de Lectura Discurso pronunciado por Miguel Mario
Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, en el acto de
solidaridad con Cuba, efectuado en Argentina, el 9 de diciembre de 2019: ¡No
hay fuerza en este mundo que pueda separar a Cuba y a Argentina!
Grupo Bariloche de
Solidaridad con Cuba, 04 de enero de 2020
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