Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 124
“Desatar
una irreconciliable batalla contra la incultura y la indecencia”
Este texto fue tomado el 30 junio de 2019 del blog “La
Pupila Insomne” de Iroel Sánchez (editor y periodista cubano) y transcribe el
discurso completo de Miguel Díaz-Canel Bermúdez durante la clausura del IX
Congreso de la Unión de Escritores y de Periodistas (UNEAC), celebrado ese
mismo día en el Palacio de Convenciones de La Habana. La organización, fundada
en 1961 por Nicolás Guillén, estuvo presidida hasta ahora por el poeta,
narrador, ensayista y etnólogo cubano, Miguel Barnet quien fuera reemplazado en
ese acto por su vicepresidente primero Luis Morlote Rivas, nuevo presidente de
la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Díaz-Canel hace referencia a la valorización
de la cultura, que desde la Revolución ha logrado fortalecer la imagen de una
pequeña isla para convertirla en una gran nación, basada en sus recursos
humanos y sentimentales. Fidel fue creador de grandes instituciones culturales
en Cuba, bajo la consigna de que la cultura es lo primero que hay que defender,
y más aún ahora, frente a la avalancha colonizadora con el acceso masivo a las
nuevas tecnologías, que por medio de los mercaderes modernos empobrecen la
capacidad crítica y el pensamiento liberador de los pueblos. Diaz-Canel se
remite al célebre discurso de Fidel efectuado en la Biblioteca Nacional en
junio de 1961 recordado como “Las palabras a los intelectuales”, donde menciona
que “dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada”, porque es el
ámbito natural donde se deben desarrollar las riquezas culturales con la
participación de todos, ya que Revolución somos todos los que la hacemos
posible en vida y en obra. Menciona Diaz-Canel que desde las funciones del
Estado y con sus instituciones habrá un sólido apoyo para fortalecer todo lo
inherente a su desarrollo. Con respecto a la cultura en relación con el
turismo, menciona que se debe fortalecer aún más la industria cultural por
parte de la UNEAC, ya que Cuba es una potencia en ese sentido y debe ser
explotada a fin de que pueda aportar al Producto Bruto Interno del país, además
fortalecer su soberanía cultural que hoy se encuentra fuertemente amenazada por
los proyectos subversivos que es enarbolan desde la oleada colonizadora global,
bajo los paradigmas más neoliberales como por ejemplo: “un Estado mínimo y un
mercado hasta donde más sea posible”. Mercado y no cultura. Llama Díaz-Canel a tomar
conciencia de que los ingenuos hacen tanto daño como los perversos. Se debe
tener sentido del momento histórico para enfrentar con valor los nuevos
desafíos, donde los poderosos pasan por encima de las leyes internacionales al
amparo de las fake news o las falsas noticias, destruyendo civilizaciones
milenarias en nombre de la intervención humanitaria. Se va a contar con todo el
apoyo del gobierno cubano para poder alcanzar estos objetivos que incluyen el
sostenimiento de un país libre, independiente, soberano, solidario, generoso y
humanista, y con una sólida identidad cultural, donde se preserve el acceso
gratuito y universal a la educación. Finaliza diciendo que un mundo mejor es
posible. Esa certeza la heredamos de nuestros padres y tenemos el deber de
sostenerla para nuestros hijos.
Durante el posterior debate se planteó la importancia de la
coherencia histórica acerca del origen de la Revolución cubana, entendiéndose
con claridad y sin dejar lugar a dudas. Remitiéndonos al discurso de Fidel
“Palabras a los intelectuales” cuando les plantea que dentro de la Revolución
todo, contra la Revolución nada, ha brindado un marco de acción ya que la
Revolución cultural es una parte fundamental del proceso revolucionario cubano.
Acá es donde Díaz-Canel revaloriza la Revolución diciendo que va más allá del
Partido, del Estado y el Gobierno porque Revolución somos todos nosotros. Acá
surge la definición de democracia participativa donde todos formamos parte, una
de las características de la democracia socialista. La cultura vista como un
servicio social, no como mercancía y sin embargo debe aportar al Producto Bruto
Interno del país ya que Cuba es una potencia cultural y debe ser puesta al
alcance del turismo. Cuando Fidel crea la Universidad de las Ciencias
Informáticas plantea que debemos estar a la altura del desarrollo industrial
pero al mismo tiempo debemos salvar la cultura, generando contenidos en las
redes sociales que sirvan para el enriquecimiento intelectual de la población.
Se plantea que la incultura es el arma más poderosa que posee el enemigo. Los
pueblos que no piensan están condenados a creer lo que dicen los demás y los
medios de comunicación alimentados con fake news. Se comenta acerca de lo que
significa el esfuerzo de pensar y/o la pereza intelectual. De cómo se manipula
a la gente desde sus emociones, obligándolos a optar electoralmente utilizando
las técnicas psicométricas desde poderosas organizaciones como Cambridge Analytica,
provocando verdaderas violaciones intelectuales en la población. Se recomienda
ver la película “Nada es privado” que se estrenó por Netflix y que señala precisamente
la manipulación de los datos en las redes sociales con fines políticos.
Volviendo al enorme nivel cultural con el que cuenta el pueblo cubano, se
menciona que esto quedó demostrado en su masiva participación en el debate
acerca de la nueva constitución recientemente aprobada en el referendo del 24
de febrero de éste año.
Por último se acordó abordar para el próximo Taller de
Lectura un texto tomado del libro de Fabián Bazán: CHEgasé, la desconocida
relación de Ernesto Guevara con Rosario y de la ciudad con el Che.
Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 03 de agosto de 2019
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