agosto 05, 2019


Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 124

“Desatar una irreconciliable batalla contra la incultura y la indecencia”

Este texto fue tomado el 30 junio de 2019 del blog “La Pupila Insomne” de Iroel Sánchez (editor y periodista cubano) y transcribe el discurso completo de Miguel Díaz-Canel Bermúdez durante la clausura del IX Congreso de la Unión de Escritores y de Periodistas (UNEAC), celebrado ese mismo día en el Palacio de Convenciones de La Habana. La organización, fundada en 1961 por Nicolás Guillén, estuvo presidida hasta ahora por el poeta, narrador, ensayista y etnólogo cubano, Miguel Barnet quien fuera reemplazado en ese acto por su vicepresidente primero Luis Morlote Rivas, nuevo presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Díaz-Canel hace referencia a la valorización de la cultura, que desde la Revolución ha logrado fortalecer la imagen de una pequeña isla para convertirla en una gran nación, basada en sus recursos humanos y sentimentales. Fidel fue creador de grandes instituciones culturales en Cuba, bajo la consigna de que la cultura es lo primero que hay que defender, y más aún ahora, frente a la avalancha colonizadora con el acceso masivo a las nuevas tecnologías, que por medio de los mercaderes modernos empobrecen la capacidad crítica y el pensamiento liberador de los pueblos. Diaz-Canel se remite al célebre discurso de Fidel efectuado en la Biblioteca Nacional en junio de 1961 recordado como “Las palabras a los intelectuales”, donde menciona que “dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada”, porque es el ámbito natural donde se deben desarrollar las riquezas culturales con la participación de todos, ya que Revolución somos todos los que la hacemos posible en vida y en obra. Menciona Diaz-Canel que desde las funciones del Estado y con sus instituciones habrá un sólido apoyo para fortalecer todo lo inherente a su desarrollo. Con respecto a la cultura en relación con el turismo, menciona que se debe fortalecer aún más la industria cultural por parte de la UNEAC, ya que Cuba es una potencia en ese sentido y debe ser explotada a fin de que pueda aportar al Producto Bruto Interno del país, además fortalecer su soberanía cultural que hoy se encuentra fuertemente amenazada por los proyectos subversivos que es enarbolan desde la oleada colonizadora global, bajo los paradigmas más neoliberales como por ejemplo: “un Estado mínimo y un mercado hasta donde más sea posible”. Mercado y no cultura. Llama Díaz-Canel a tomar conciencia de que los ingenuos hacen tanto daño como los perversos. Se debe tener sentido del momento histórico para enfrentar con valor los nuevos desafíos, donde los poderosos pasan por encima de las leyes internacionales al amparo de las fake news o las falsas noticias, destruyendo civilizaciones milenarias en nombre de la intervención humanitaria. Se va a contar con todo el apoyo del gobierno cubano para poder alcanzar estos objetivos que incluyen el sostenimiento de un país libre, independiente, soberano, solidario, generoso y humanista, y con una sólida identidad cultural, donde se preserve el acceso gratuito y universal a la educación. Finaliza diciendo que un mundo mejor es posible. Esa certeza la heredamos de nuestros padres y tenemos el deber de sostenerla para nuestros hijos.

Durante el posterior debate se planteó la importancia de la coherencia histórica acerca del origen de la Revolución cubana, entendiéndose con claridad y sin dejar lugar a dudas. Remitiéndonos al discurso de Fidel “Palabras a los intelectuales” cuando les plantea que dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada, ha brindado un marco de acción ya que la Revolución cultural es una parte fundamental del proceso revolucionario cubano. Acá es donde Díaz-Canel revaloriza la Revolución diciendo que va más allá del Partido, del Estado y el Gobierno porque Revolución somos todos nosotros. Acá surge la definición de democracia participativa donde todos formamos parte, una de las características de la democracia socialista. La cultura vista como un servicio social, no como mercancía y sin embargo debe aportar al Producto Bruto Interno del país ya que Cuba es una potencia cultural y debe ser puesta al alcance del turismo. Cuando Fidel crea la Universidad de las Ciencias Informáticas plantea que debemos estar a la altura del desarrollo industrial pero al mismo tiempo debemos salvar la cultura, generando contenidos en las redes sociales que sirvan para el enriquecimiento intelectual de la población. Se plantea que la incultura es el arma más poderosa que posee el enemigo. Los pueblos que no piensan están condenados a creer lo que dicen los demás y los medios de comunicación alimentados con fake news. Se comenta acerca de lo que significa el esfuerzo de pensar y/o la pereza intelectual. De cómo se manipula a la gente desde sus emociones, obligándolos a optar electoralmente utilizando las técnicas psicométricas desde poderosas organizaciones como Cambridge Analytica, provocando verdaderas violaciones intelectuales en la población. Se recomienda ver la película “Nada es privado” que se estrenó por Netflix y que señala precisamente la manipulación de los datos en las redes sociales con fines políticos. Volviendo al enorme nivel cultural con el que cuenta el pueblo cubano, se menciona que esto quedó demostrado en su masiva participación en el debate acerca de la nueva constitución recientemente aprobada en el referendo del 24 de febrero de éste año.

Por último se acordó abordar para el próximo Taller de Lectura un texto tomado del libro de Fabián Bazán: CHEgasé, la desconocida relación de Ernesto Guevara con Rosario y de la ciudad con el Che.

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 03 de agosto de 2019

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