junio 06, 2022

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 158

 Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 158

“Segunda Declaración de La Habana”

Este documento producido en Cuba en febrero de 1962, contiene un certero diagnóstico acerca de las consecuencias por la aplicación de las políticas imperialistas de los Estados Unidos hacia América Latina, durante el transcurso de la década del sesenta. Es de excepcional trascendencia pues en él se analizan las raíces históricas que sirven de base a la inevitable revolución de los pueblos de latinoamérica contra el Imperialismo. Después de una serie de agresiones cometidas por las bandas contrarrevolucionarias desplegadas por toda la Isla y financiadas por la CIA, fue la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos durante una reunión desarrollada en Punta del Este, Uruguay, en la que los gobiernos latinoamericanos a excepción de México, rompieron relaciones diplomáticas con el gobierno revolucionario, lo que impulsó la Segunda Declaración de La Habana. La Declaración se convirtió en una verdadera afirmación de principios, a favor de la proyección y vocación latinoamericana de la Revolución Cubana. Es un documento de profundo respeto al carácter socialista e internacionalista del proceso político cubano, con excepcional énfasis en la trascendencia latinoamericana, pues en él se examinan las raíces históricas de los pueblos de nuestro continente, contra los peligros del Imperialismo. En la Declaración se reafirmó la dignidad nacional, la autodeterminación y soberanía de la nación cubana. La Segunda Declaración de La Habana concluye con una de las frases más conocidas de la historia de la Revolución Cubana, que luego el comandante Ernesto Guevara leería en las Naciones Unidas y haría famosa en el mundo entero:

"Porque esta gran humanidad ha dicho ¡Basta! y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. ¡Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera, irrenunciable independencia!."

Finalmente, La Segunda Declaración de La Habana mantiene una total vigencia, y en medio del férreo bloqueo, esta pequeña Isla sigue apostando por su proceso revolucionario sin renunciar a sus principios.

Durante el transcurso del posterior debate, se pone en valor el contenido del texto sobre el cual Atilio Borón expresó que es de alcance sólo comparable al Manifiesto Comunista escrito por Marx y Engels. Otros analistas políticos también lo definieron como el Manifiesto Comunista Latinoamericano. Si bien después de proclamada la Segunda Declaración de La Habana, en Nuestramérica hubo expresiones revolucionarias como la liderada en 1965 por Francisco Caamaño Deñó en República Dominicana, una tentativa revolucionaria que fuera derrotada por obra y gracia del baño de sangre generado por la invasión norteamericana, en una típica maniobra imperialista

que implicó el desembarco de unos cuarenta mil marines para restaurar el orden subvertido por los revolucionarios dominicanos, también el caso de Chile cuando en 1970 llegaba al poder Salvador Allende con el gobierno de la Unidad Popular que después los Estados Unidos puso en marcha un programa de desestabilización que culminaría, en 1973, con el sangriento golpe militar de Pinochet, surge la pregunta: por qué no hubieron más levantamientos populares en nuestra región?. Allí nos remitimos a la página 19 del texto donde expresa que:

"…el divisionismo, producto de toda clase de ideas falsas y mentiras; el sectarismo, el dogmatismo, la falta de amplitud para analizar el papel que corresponde a cada capa social, a sus partidos, organizaciones y dirigentes, dificultan la unidad de acción imprescindible entre las fuerzas democráticas y progresistas de nuestros pueblos".

Si bien el texto nos dice que para que se produzca el movimiento revolucionario deben darse las condiciones objetivas y subjetivas necesarias, hemos visto que en general si bien se dan las primeras, no sucede de la misma manera con las segundas. Hay un distanciamiento entre ambas debido a la alienación que provocan las informaciones ampliamente difundidas en nuestros días por las redes sociales, una herramienta muy eficaz que utiliza el imperio para la enajenación y la ceguera política. Situación que solo podrá ser revertida con la educación de los pueblos en condiciones dignas de trabajo, salud y vivienda. También se destacó la importancia del texto al contener preguntas que brindan al lector la posibilidad del cuestionamiento y el análisis personal. También vimos la claridad con que se menciona que la “Alianza para el Progreso” planteada en la reunión de Punta del Este no estaba destinada para ayudar a los pueblos, sino sólo a la clase gobernante que se alineara con la política yanqui.

Finalmente hemos acordado abordar para el próximo Taller de Lectura el texto publicado el 25 de marzo de éste año en Acercándonos Ediciones: “Julio Antonio Mella, la chispa que encendió la revolución en Cuba”.

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 04 de junio de 2022

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