enero 09, 2012

Conclusiones del Taller de Lectura Nº 32

“Discurso de Fidel del 17 de noviembre de 2005”   (Cuarta y última parte)

Este discurso fue pronunciado por Fidel, en conmemoración del 60 aniversario de su ingreso como estudiante en la Universidad de La Habana, donde hace una interpretación de las necesidades en ese momento histórico que es clave para la continuidad de la Revolución en Cuba, en un proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, que surgen como consecuencia de algunas transformaciones que se tuvieron  que introducir, y que han producido daños en la ética revolucionaria. Este discurso ha sido como una inyección de juventud a la Revolución, de frescura, de movilización social, de concientización del pueblo, de sus organizaciones, de la necesidad de enfrentar esto en el orden ideológico y ético. Es un discurso que convoca fundamentalmente a los trabajadores sociales y a los estudiantes, a una batalla política, en base a las ideas.

En esta cuarta y última parte, Fidel comienza con un análisis acerca del daño que generan aquellos “ladronzuelos” que se apoderan de algunos recursos del estado, por ejemplo robando o desviando parte del combustible para los vehículos. Menciona la amargura cuando se tuvieron que crear las tiendas en divisas para poder recoger un poco del dinero que algunos familiares remitían desde afuera del país. El campesino productor consume lo suyo y vende el excedente. El especulador que roba y no produce nada va a perder la batalla, y no va a ser un acto de injusticia ni de abuso de poder. Exhorta al pueblo al ahorro de energía ya que su derroche provoca un gasto muy grande para el estado, quien lo subsidia. Nosotros vamos a demostrar lo que es progreso, lo que es desarrollo, lo que es justicia, lo que es ponerle fin al robo, y con el apoyo más decidido del pueblo. El estado cubano ya está procediendo al cambio de los bombillos incandescentes (lámparas eléctricas) por bombillos ahorradores (de bajo consumo) con lo que se logrará un importante ahorro de electricidad. Lo mismo ocurre con la renovación de las ollas arroceras, las ollas de presión eléctricas que se gradúan, calentadores de agua, los refrigeradores (heladeras), los ventiladores muchas veces fabricados por los mismos cubanos en forma rústica con motores viejos de lavadoras en desuso. Todos estos electrodomésticos adquiridos en China. Lo mismo sucederá con los camiones y tractores consumidores de gasolina que posee el estado, y que también serán remplazados por otros que gasten menos energía combustible. Debemos estar decididos: o derrotamos todas las desviaciones y hacemos más fuerte la Revolución destruyendo las ilusiones que puedan quedar al imperio, o podríamos decir: o venceremos radicalmente esos problemas o moriremos. Habría que reiterar en este campo la consigna de: ¡Patria o Muerte! Esto es serio, y se van a emplear todas las fuerzas necesarias, los 28.000 trabajadores sociales, y los 7.000 que están estudiando, formando de esta manera las células contra la corrupción. Necesitamos aplicar el máximo de racionalidad en el salario, los precios, las jubilaciones y pensiones. Cero derroche, porque lo que ahorremos en energía, se convierte rápidamente en recursos. No somos un país capitalista en que todo se deja al azar. Subsidios y gratuidades, solo en cosas esenciales y vitales. No se cobrarán servicios médicos, ni educacionales, ni servicios similares y lo único no permisible es despilfarrar riquezas egoísta e irresponsablemente. Por otro lado, la libreta (la libreta de abastecimientos) tiene que desaparecer, los que trabajan y producen recibirán más, comprarán más cosas y el país tendrá mucho más pero no será jamás una sociedad de consumo, será una sociedad de conocimientos, de cultura, del más extraordinario desarrollo humano que pueda concebirse. Tendremos decenas de miles de estudiantes latinoamericanos en escuelas de medicina, y solo nuestro país deberá formar en los próximos 10 años 100.000 médicos. Finaliza diciendo, sintéticamente lo que la Revolución necesita siempre es comprensión y apoyo del pueblo ya que todo el pueblo trabajador recibirá más, todos los que trabajaron por el país y por la Revolución recibirán también más. Pero muchos abusos se acabarán y así iremos avanzando hacia una sociedad justa y decorosa, que un verdadera e irreversible socialismo demanda.
En el posterior debate se analizó la asociación de este discurso con el VI Congreso del Partido Comunista Cubano celebrado en abril de este año, viendo que entre ambos acontecimientos transcurrieron seis años y que para la total implementación de los 311 lineamientos aprobados por el Congreso, se propusieron un plazo total de cinco años más. De esta manera vemos que la construcción política, en este lado del socialismo, es un proceso no inmediato, pero con los objetivos bien analizados con la participación del pueblo. Por otro lado, en función de la actual severa crisis sistémica del capitalismo, vemos como se reproducen en el mundo los estallidos sociales con enormes manifestaciones, donde en el seno del imperio que son los Estado Unidos, se generan marchas y tomas cada vez más masivas y populares. Es muy significativa la lucha que están llevando adelante los estudiantes de Chile, con el apoyo de amplios sectores de la población y que sirve de ejemplo inspirador a otros pueblos de Nuestra América como en Colombia, que también reclaman por una educación pública y gratuita. También se destacó la importancia de Telesur, que es un medio de comunicación alternativo e independiente del imperio.

 Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 26 de noviembre de 2011

1 comentario:

Osvaldo dijo...

Hola soy de la ciudad de bariloche y me gusta mucho la información que escribís. Sin duda voy a difundirlo para que más gente pueda tener acceso a tu blog