Soberanía política e
independencia económica
Este discurso del
Che, pronunciado el 20 de marzo de 1960 en la
televisión cubana, demuestra la interrelación que debe existir entre la
soberanía política y la independencia económica, para alcanzar la plena
soberanía de los pueblos. Estos dos conceptos deben ir siempre juntos ya que
nunca habrá soberanía política o soberanía nacional si no se logra la
independencia económica, propia de un país. La penetración de capitales
extranjeros implica la tutela del país del cual se depende económicamente. En
el caso cubano, el poder revolucionario o la soberanía política, es el
instrumento para la conquista económica y para hacer realidad en toda su
extensión la soberanía nacional. Nuestros objetivos tácticos de hoy son el
triunfo de la Reforma
Agraria que da la base de la industrialización del país, la
diversificación del comercio exterior, la elevación del nivel de vida del
pueblo para alcanzar este gran objetivo estratégico que es la liberación de la
economía nacional. Nuestro camino hacia la liberación estará dado por la
victoria sobre los monopolios y sobre los monopolios norteamericanos concretamente,
que son fundamentalmente los monopolios de la tierra, que debe pasar a manos
del pueblo mediante la
Reforma Agraria. También están los monopolios de nuestras
riquezas naturales, como el níquel, el cobalto, el hierro, el cromo, el
manganeso y todas las concesiones petroleras. También los monopolios de los
servicios públicos como la electricidad y el teléfono. Con respecto a las
ventas de azúcar a la Unión Soviética,
aclara el Che que “nosotros al comerciar estamos simplemente vendiendo
mercancía y no estamos vendiendo soberanía nacional como lo hacíamos antes”.
Como decía Martí: “la nación que compra es la nación que manda, y la nación que
vende, es la que obedece”. Otro método de explotación por parte de las
compañías norteamericanas, es a través de los onerosos créditos que nos
otorgaban. Cuba ha firmado un convenio comercial con la Unión Soviética, muy
beneficioso para nuestro pueblo, que es a doce años con sólo un 2,5 % de
interés. Los créditos deben ser de modo que la nación lo aproveche y para que
todos sus hijos se beneficien con ese crédito. Y quienes dicen que con estos
tratados comerciales, Cuba apoya las maniobras Soviéticas en las Naciones
Unidas, es simplemente nada más que la tarea de la contrarrevolución, la tarea
de los que no se resignan a perder su privilegio. Se debe tener cuidado con la
importación de capital privado extranjero, ya que éste no se moviliza por
llegar a los pueblos, sino de ayudarse a sí mismo con la ganancia. Toda esta
tarea de liberarnos económicamente tiene sus costos políticos y sus represalias
económicas. Pero no vamos a retroceder porque nosotros queremos vivir de
nuestro propio sudor, de nuestras riquezas, para que todas las necesidades
materiales de nuestro pueblo se satisfagan, y que nuestra vida no sólo sea de
trabajo, sino también de esparcimiento. Cuba, pues, marcha hacia adelante;
vivimos un minuto realmente estelar en nuestra historia, un minuto en que todos
los países de América ponen sus ojos en esta pequeña isla. Los gobiernos
reaccionarios acusan a Cuba de todos los estallidos de indignación popular que
hay por cualquier lado de la
América. Se ha puntualizado bien claro que Cuba no exporta
revoluciones; las revoluciones no se pueden exportar. Las revoluciones se
producen en el instante en que hay una serie de contradicciones insalvables
dentro de un país. Sin embargo, Cuba sí exporta un ejemplo.
En el transcurso
del posterior debate se comentó que actualmente el imperialismo yanqui sigue
operando con métodos similares a los que utilizaba el gobierno norteamericano
cuando el Che diera este discurso en el año 1960. Sigue teniendo injerencias en
muchos países del mundo, no sólo en lo económico sino también en lo político, y
lo impone mediante la fuerza militar que posee. Se mencionó el caso concreto de
Afganistán, Irak, Libia, más las
intenciones de intervención directa hoy en Irán, Siria y Corea del Norte. Se
comentó que durante la década del sesenta del siglo pasado, durante el gobierno
de Kennedy se impuso en Nuestramérica la llamada “Alianza para el Progreso”,
mediante la cual se “beneficiaba” a aquellos países que no siguieran el ejemplo
de la Revolución
cubana. Uno de esos “beneficios” consistía en entregar leche en polvo que
contenía anticonceptivos a los pueblos originarios, de modo que no se
reproduzcan y de esta manera no ofrezcan resistencia cuando las empresas multinacionales
extractores de recursos naturales actuaran en el saqueo de nuestros países.
Se propuso para los
siguientes dos Talleres de Lectura, abordar de las reflexiones de Fidel: El Gobierno Mundial separado en una
primera y segunda parte. Estas dos reflexiones fueron escritas por Fidel en
agosto de 2010, donde nos dice: “Lo más que cabe en esta Reflexión, que
dividiré en dos partes para que no resulte demasiado extensa, es incluir un
número de párrafos que seleccioné para dar una idea del fabuloso libro
titulado: "Los secretos del Club Bilderberg". En ese libro Daniel Estulin
hace trizas a los grandes garúes de la economía mundial.
Grupo
Bariloche de Solidaridad conCuba, 4 de mayo de 2013
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