mayo 07, 2013

Síntesis y conclusiones de los Talleres de Lectura Nº 49



Soberanía política e independencia económica

Este discurso del Che, pronunciado el 20 de marzo de 1960 en la televisión cubana, demuestra la interrelación que debe existir entre la soberanía política y la independencia económica, para alcanzar la plena soberanía de los pueblos. Estos dos conceptos deben ir siempre juntos ya que nunca habrá soberanía política o soberanía nacional si no se logra la independencia económica, propia de un país. La penetración de capitales extranjeros implica la tutela del país del cual se depende económicamente. En el caso cubano, el poder revolucionario o la soberanía política, es el instrumento para la conquista económica y para hacer realidad en toda su extensión la soberanía nacional. Nuestros objetivos tácticos de hoy son el triunfo de la Reforma Agraria que da la base de la industrialización del país, la diversificación del comercio exterior, la elevación del nivel de vida del pueblo para alcanzar este gran objetivo estratégico que es la liberación de la economía nacional. Nuestro camino hacia la liberación estará dado por la victoria sobre los monopolios y sobre los monopolios norteamericanos concretamente, que son fundamentalmente los monopolios de la tierra, que debe pasar a manos del pueblo mediante la Reforma Agraria. También están los monopolios de nuestras riquezas naturales, como el níquel, el cobalto, el hierro, el cromo, el manganeso y todas las concesiones petroleras. También los monopolios de los servicios públicos como la electricidad y el teléfono. Con respecto a las ventas de azúcar a la Unión Soviética, aclara el Che que “nosotros al comerciar estamos simplemente vendiendo mercancía y no estamos vendiendo soberanía nacional como lo hacíamos antes”. Como decía Martí: “la nación que compra es la nación que manda, y la nación que vende, es la que obedece”. Otro método de explotación por parte de las compañías norteamericanas, es a través de los onerosos créditos que nos otorgaban. Cuba ha firmado un convenio comercial con la Unión Soviética, muy beneficioso para nuestro pueblo, que es a doce años con sólo un 2,5 % de interés. Los créditos deben ser de modo que la nación lo aproveche y para que todos sus hijos se beneficien con ese crédito. Y quienes dicen que con estos tratados comerciales, Cuba apoya las maniobras Soviéticas en las Naciones Unidas, es simplemente nada más que la tarea de la contrarrevolución, la tarea de los que no se resignan a perder su privilegio. Se debe tener cuidado con la importación de capital privado extranjero, ya que éste no se moviliza por llegar a los pueblos, sino de ayudarse a sí mismo con la ganancia. Toda esta tarea de liberarnos económicamente tiene sus costos políticos y sus represalias económicas. Pero no vamos a retroceder porque nosotros queremos vivir de nuestro propio sudor, de nuestras riquezas, para que todas las necesidades materiales de nuestro pueblo se satisfagan, y que nuestra vida no sólo sea de trabajo, sino también de esparcimiento. Cuba, pues, marcha hacia adelante; vivimos un minuto realmente estelar en nuestra historia, un minuto en que todos los países de América ponen sus ojos en esta pequeña isla. Los gobiernos reaccionarios acusan a Cuba de todos los estallidos de indignación popular que hay por cualquier lado de la América. Se ha puntualizado bien claro que Cuba no exporta revoluciones; las revoluciones no se pueden exportar. Las revoluciones se producen en el instante en que hay una serie de contradicciones insalvables dentro de un país. Sin embargo, Cuba sí exporta un ejemplo.

En el transcurso del posterior debate se comentó que actualmente el imperialismo yanqui sigue operando con métodos similares a los que utilizaba el gobierno norteamericano cuando el Che diera este discurso en el año 1960. Sigue teniendo injerencias en muchos países del mundo, no sólo en lo económico sino también en lo político, y lo impone mediante la fuerza militar que posee. Se mencionó el caso concreto de Afganistán, Irak,  Libia, más las intenciones de intervención directa hoy en Irán, Siria y Corea del Norte. Se comentó que durante la década del sesenta del siglo pasado, durante el gobierno de Kennedy se impuso en Nuestramérica la llamada “Alianza para el Progreso”, mediante la cual se “beneficiaba” a aquellos países que no siguieran el ejemplo de la Revolución cubana. Uno de esos “beneficios” consistía en entregar leche en polvo que contenía anticonceptivos a los pueblos originarios, de modo que no se reproduzcan y de esta manera no ofrezcan resistencia cuando las empresas multinacionales extractores de recursos naturales actuaran en el saqueo de nuestros países.

Se propuso para los siguientes dos Talleres de Lectura, abordar de las reflexiones de Fidel: El Gobierno Mundial separado en una primera y segunda parte. Estas dos reflexiones fueron escritas por Fidel en agosto de 2010, donde nos dice: “Lo más que cabe en esta Reflexión, que dividiré en dos partes para que no resulte demasiado extensa, es incluir un número de párrafos que seleccioné para dar una idea del fabuloso libro titulado: "Los secretos del Club Bilderberg". En ese libro Daniel Estulin hace trizas a los grandes garúes de la economía mundial.
Grupo Bariloche de Solidaridad conCuba, 4 de mayo de 2013

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