mayo 07, 2013

Síntesis y conclusiones del Taller de Lectura Nº 46




Una nueva cultura de trabajo

Este discurso fue pronunciado por Ernesto Che Guevara el 21 de agosto de 1962 en un acto en La Habana, organizado por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), con trabajadores de cuatro fábricas que habían sobre cumplido sus cuotas de producción.
A pesar de la difícil etapa que estamos viviendo, estos objetivos solo se pueden alcanzar si entre todos logramos elevar nuestra conciencia revolucionaria, para hacer del trabajo el centro de todos nuestros afanes en la dura lucha por la construcción del socialismo. Para ello se hace necesario poner en práctica la emulación, que es en algo así como una disputa colectiva donde interviene la conciencia de los trabajadores para armonizarla y hacerla como una competencia deportiva en todos los niveles, de taller en taller, de departamento a departamento, de fábrica a fábrica, de empresa a empresa, de organismo a organismo, y que la emulación sea parte de la discusión cotidiana del trabajador en sus horas libres con pleno derecho a desarrollarse libremente, donde no haya explotadores ni explotados. Ese sería el real triunfo de la emulación. El trabajo debe realizarse con entusiasmo creador y en comunidad, donde el trabajo de uno se funde en el de todos, desarrollándose en nosotros la conciencia del socialismo, que es la síntesis sobre la que se puede formar la sociedad nueva. El hombre debe sentir el trabajo como una necesidad moral, y no solamente como la necesidad material para llevar el salario a sus hijos, a sus familiares. En esta etapa es muy importante el factor de la disciplina, que consiste en acatar las decisiones de la mayoría, de acuerdo con el centralismo democrático con participación en las discusiones, en las decisiones sobre la producción, la racionalización de todos los puestos y la fijación de los salarios. Nuestra obligación de productores de una sociedad que se libera, es la de dar a nuestro pueblo lo mejor que podamos, lo mejor de nuestro esfuerzo, nuestro esfuerzo convertido ya en productos de la mejor terminación y de la mejor calidad. Debemos agradecer a los países amigos que nos ayudan en esta etapa, y mantener siempre en alto nuestra bandera de ser los iniciadores de la construcción de la sociedad socialista en América Latina. Para construir la nueva sociedad necesitamos también una técnica superior, una tecnología moderna. Para alcanzar esta tecnología superior, para derrotar todos los inconvenientes que se crucen en nuestro camino, necesitamos capacitación constante, estudio constante. Ni el entusiasmo, ni la disciplina, ni el espíritu de sacrificio, ni el trabajo al máximo, pueden concretarse en una gran obra, si no hay también conocimientos técnicos donde asentarse. Los conocimientos técnicos, pues, y la capacitación constante para conseguirlos a todos los niveles, debe ser una preocupación diaria también de la clase obrera. El trabajo debe ser una necesidad moral nuestra, el trabajo debe ser algo al cual vayamos cada mañana, cada tarde, o cada noche, con entusiasmo renovado, con interés renovado. Tenemos que aprender a sacar del trabajo lo que tiene de interesante o lo que tiene de creador, a conocer el más mínimo secreto de la máquina o del proceso en el que nos toca trabajar. Nosotros tenemos que empezar hoy a tomar esa nueva actitud ante el trabajo y cada hombre que se sienta feliz en su trabajo, que se sienta feliz con su tarea de creador, que le inculque, que expela todo su entusiasmo revolucionario, todo su entusiasmo creador hacia los que les rodean, que riegue su conocimiento junto con su entusiasmo, que movilice con su ejemplo, que no se quede en ser solo obrero de mérito, obrero ejemplar, que lleve consigo a todos aquellos capaces de seguirlo, que emule con todo el mundo, que ayude al mismo tiempo, que cristalice su entusiasmo en grupos de trabajadores, que emule con otros trabajadores, que se convierta todo esto en el centro de la sociedad; que se recuerde siempre que el más digno de los trabajadores del país es aquel que pueda ostentar un título de trabajador distinguido en cualquiera de las esferas de la producción. Si nosotros vamos logrando esto, compañeros, caminaremos con las "botas de siete leguas", caminaremos rápidamente hacia la construcción del socialismo, hacia la sociedad socialista. La tarea está planteada.

En el transcurso del posterior debate se manifestó que éste ha sido uno de los talleres que más nos ha gustado por el profundo contenido ideológico del discurso, donde el Che nos plantea uno de los conceptos que debemos modificar en la construcción del socialismo y que tiene que ver con una nueva concepción con respecto al trabajo, erradicando el beneficio meramente salarial e individual, incorporando el del beneficio colectivo y social, el trabajo como una necesidad moral. También se manifestó la importancia que el Che le da a la autocrítica en aras de mejorar permanentemente la eficacia y la eficiencia en el trabajo, con el fin de obtener los mejores productos para cubrir las necesidades del pueblo cubano. El Che nos habla de la emulación, que debemos emular a otros colectivos laborales para ser más eficientes, y no competir individualmente con otro trabajador para obtener mayores ganancias personales.
Al finalizar se replanteó lo acordado en el taller de lectura Nº 43 del mes de noviembre del año pasado, abordar en el transcurso de los dos próximos Talleres de Lectura “La filosofía del saqueo debe cesar”, discurso donde el Che aborda el análisis de la situación económica de los países pobres; las agresiones y el bloqueo contra Cuba; la dependencia económica; el papel del FMI y otros organismos internacionales. Las raíces de las luchas de los pueblos por ser libres y del movimiento popular que estremece hoy a América Latina, están presentes en las palabras pronunciadas por Che en Ginebra.

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 2 de febrero de 2013








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