Los Lineamientos y
la estructura socioclasista en Cuba. Una opinión
Este texto fue escrito por Darío Machado Rodríguez, licenciado en
Ciencias Políticas, Diplomado en Teoría del Proceso Ideológico, Doctor en
Ciencias Filosóficas, Profesor e Investigador titular del Instituto
Internacional de Periodismo José Martí donde preside la cátedra de Periodismo
de Investigación y es vicepresidente de la cátedra de Comunicación y Sociedad. Está
basado en los cambios que se van sucediendo en Cuba a partir de la aplicación
de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y de la
Revolución, aprobados por el VI Congreso del PCC y que determinan la transformación
de la estructura socioclasista de la sociedad cubana. El objetivo de la
aplicación de estos Lineamientos es lograr una economía más eficiente y estable
y defender el rumbo socialista de la sociedad cubana donde los conceptos
fundamentales del socialismo se mantienen con toda claridad. Se trata de analizar
el resultado de la aplicación en la sociedad, de los diferentes tipos de
propiedad y cómo se prefigura la estructura socioclasista a mediano y largo
plazo. El socialismo es una sociedad que se construye conscientemente y necesita
de un enfoque científico y experimental. Sabemos que las clases sociales solo
pueden estar formadas por individuos que no pueden desprenderse de sus
experiencias singulares y de sus procesos históricos individuales, y es por
esto que la estructura socioclasista coexiste con muchas otras estructuras. Sabemos
que a la teoría marxista le ha faltado suficiente desarrollo acerca del
concepto de las clases sociales, ya que sólo lo analiza desde los grandes
grupos humanos vinculados a la esencia económica. El propósito estratégico de
la sociedad socialista es abolir las diferencias entre las clases y estratos,
acercándolas hasta eliminarlas. En resumen, la aplicación de las políticas
contenidas en los Lineamientos acelera, amplía y regula el proceso de recomposición
de la estructura socioclasista de la sociedad cubana, lo cual requiere un
seguimiento riguroso de su comportamiento para la argumentación de las
políticas a seguir. De allí surge la pregunta: ¿los cuentapropistas son una
clase, un grupo o un estamento?. Basándonos en que las ideas cobran fuerza
material cuando se apropian de la conciencia de la gente, el hecho de producir
nuevos valores de uso y de cambio, influye en el posicionamiento social de los
cuentapropistas y de su modo de relacionarse con el resto de la ciudadanía. Hay
varios ejemplos de grupos de trabajadores que se están formando, quienes
protagonizan procesos sinérgicos (dos o más causas cuyo
efecto es superior a la suma de los efectos individuales) de diferente magnitud e intensidad y que tienen la particularidad
de estar estimulados desde lo económico y lo político, como en el caso de los
productores de alimentos que por la importancia estratégica que tiene su
producción nacional por la necesidad de disminuir las importaciones. Dentro de
la nueva estructura socioclasista se deberá tener en cuenta además la
legalidad, las políticas sociales, la reproducción de los valores socialistas a
través de los diferentes institutos sociales y políticos como la educación y la
formación ciudadana, la actividad política particularmente el control popular,
la vigilancia política y ética. Uno de los presupuestos fundamentales de la
construcción del socialismo es el predominio de la propiedad social, donde es
ético que quien trabaje más y con mejores resultados reciba más. Los cambios en
las formas de propiedad estimulados actualmente por la política económica
plasmada en los Lineamientos incluyen la contratación de fuerza de trabajo,
pero en proporciones limitadas por la ley donde los trabajadores tienen
participación real en la dirección del proceso productivo y en las decisiones
sobre la distribución de las ganancias. En el proceso de diversificación de la
propiedad, se transfiere a la ciudadanía responsabilidades económicas que antes
correspondían al Estado, donde se propicia el desarrollo de una subjetividad y
de una cultura cívica mucho más enriquecida, que debe tener como tarea
sistemática desde los institutos ideológicos de la sociedad cubana, la escuela,
los medios de comunicación, las organizaciones políticas, de promover los
valores de la ideología de la revolución cubana, el patriotismo, el
internacionalismo, la solidaridad, la equidad, la justicia social, la
honestidad, el rechazo al burocratismo y la inercia, el derecho socialista, la
participación, el diálogo, la tolerancia, el concepto del conflicto como algo
consustancial a la naturaleza humana y su reconocimiento como paso elemental
para su superación, fortalecer y desarrollar en su esencia y diversidad la
identidad cultural de los cubanos, la responsabilidad por el futuro, por la
preservación de la salud mental y física del pueblo, por la preservación del
medio ambiente, etc., componentes todos de la cultura cubana cuya calidad los
hace compatibles con los diferentes elementos estructurales de la sociedad y
que resultan necesarios para salvaguardar la cohesión, la articulación social
capaz de blindar a la nación contra la eventualidad de un retroceso
capitalista. Uno de los aspectos a estudiar desde el ángulo del metabolismo
socioeconómico de la sociedad cubana tiene que ver con el consumo, en lo
tocante no solo a su aspecto cuantitativo, sino y especialmente en cuanto a su
lado cualitativo. El sistema socioeconómico y político cubano tiene la facultad
de poner en circulación no lo que imponen ofertas que obedezcan a intereses
privados, que puedan eventualmente incluso resultar nocivas para la salud
física y mental de la ciudadanía, sino lo que se determine como más sano,
saludable y edificante para ella. Por otro lado, uno de los elementos fundamentales
a tener en cuenta en la proyección de los cambios en la estructura
socioclasista de la sociedad cubana, radica en preservar el modo con el que hoy
se reproducen en Cuba los órganos de poder. El capitalismo neoliberal, frío,
egoísta e irresponsable no puede ni quiere conjurar sus propios peligros. El
camino socialista tiene la misión irrenunciable de blindarse ante esas amenazas
y para ello resultan ineludibles las ciencias sociales. Finalmente, las medidas
económicas en curso tienen importantes efectos sociales, ideológicos y
políticos, que hacen imprescindible contar con información sistemática que
contribuya a preverlos y a elaborar decisiones que coadyuven a la estabilidad y
funcionamiento fluido del sistema socialista cubano.
En el transcurso de los posteriores debates se planteó que el autor
(Darío Machado Rodríguez) nos hace notar las posibles consecuencias por la
aplicación de los lineamientos en cuanto a la producción no gestionada por el
Estado y cómo se prefigura para el futuro la nueva estructura socioclasista en
Cuba. De la importancia de la participación del trabajador en la gestión
económica-productiva en el emprendimiento cuentapropista, para evitar su
explotación. Especial atención se dedicó al aspecto del consumo de productos,
fundamentalmente en cuanto a su calidad y en base a las necesidades reales de
la población, cuidando que no afecten a su salud física y mental. Siendo que el
socialismo es una construcción consiente, esto incluye los conocimientos del
pueblo cubano de lo que significa el capitalismo lo que les hace saber lo que
ellos quieren, pero al mismo tiempo lo que no quieren. Es por esto que en el
texto abordado se plantea que la heterogeneidad no va a ser una amenaza, sino
una oportunidad para democratizar la actividad económica y del desarrollo de
una cultura cívica más enriquecida.
Para los próximos dos Talleres de Lectura hemos decidido abordar los
textos de Ernesto Che Guevara: “Una
nueva cultura de trabajo” que con
el fin de reforzar la conciencia de que en el trabajo descansan las bases para
la construcción de una sociedad socialista, el Che Guevara pronuncia este
discurso en 1962, en homenaje a los obreros de cuatro fábricas sobrecumplidoras
del plan de producción. Y “La filosofía
del saqueo debe cesar”, discurso donde el Che aborda el análisis de la
situación económica de los países pobres; las agresiones y el bloqueo contra
Cuba; la dependencia económica; el papel del FMI y otros organismos
internacionales demuestran la vigencia de sus posiciones. Las raíces de las
luchas de los pueblos por ser libres y del movimiento popular que estremece hoy
a América Latina, están presentes en las palabras pronunciadas por Che en
Ginebra.
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