Una nueva cultura
de trabajo
Este discurso fue
pronunciado por Ernesto Che Guevara el 21 de agosto de 1962 en un acto en La Habana, organizado por la Central de Trabajadores de
Cuba (CTC), con trabajadores de cuatro fábricas que habían sobre cumplido sus
cuotas de producción.
A pesar de la
difícil etapa que estamos viviendo, estos objetivos solo se pueden alcanzar si
entre todos logramos elevar nuestra conciencia revolucionaria, para hacer del
trabajo el centro de todos nuestros afanes en la dura lucha por la construcción
del socialismo. Para ello se hace necesario poner en práctica la emulación, que
es en algo así como una disputa colectiva donde interviene la conciencia de los
trabajadores para armonizarla y hacerla como una competencia deportiva en todos
los niveles, de taller en taller, de departamento a departamento, de fábrica a
fábrica, de empresa a empresa, de organismo a organismo, y que la emulación sea
parte de la discusión cotidiana del trabajador en sus horas libres con pleno
derecho a desarrollarse libremente, donde no haya explotadores ni explotados.
Ese sería el real triunfo de la emulación. El trabajo debe realizarse con
entusiasmo creador y en comunidad, donde el trabajo de uno se funde en el de
todos, desarrollándose en nosotros la conciencia del socialismo, que es la
síntesis sobre la que se puede formar la sociedad nueva. El hombre debe sentir el
trabajo como una necesidad moral, y no solamente como la necesidad material
para llevar el salario a sus hijos, a sus familiares. En esta etapa es muy
importante el factor de la disciplina, que consiste en acatar las decisiones de
la mayoría, de acuerdo con el centralismo democrático con participación en las
discusiones, en las decisiones sobre la producción, la racionalización de todos
los puestos y la fijación de los salarios. Nuestra obligación de productores de
una sociedad que se libera, es la de dar a nuestro pueblo lo mejor que podamos,
lo mejor de nuestro esfuerzo, nuestro esfuerzo convertido ya en productos de la
mejor terminación y de la mejor calidad. Debemos agradecer a los países amigos
que nos ayudan en esta etapa, y mantener siempre en alto nuestra bandera de ser
los iniciadores de la construcción de la sociedad socialista en América Latina.
Para construir la nueva sociedad necesitamos también una técnica superior, una
tecnología moderna. Para alcanzar esta tecnología superior, para derrotar todos
los inconvenientes que se crucen en nuestro camino, necesitamos capacitación
constante, estudio constante. Ni el entusiasmo, ni la disciplina, ni el
espíritu de sacrificio, ni el trabajo al máximo, pueden concretarse en una gran
obra, si no hay también conocimientos técnicos donde asentarse. Los
conocimientos técnicos, pues, y la capacitación constante para conseguirlos a
todos los niveles, debe ser una preocupación diaria también de la clase obrera.
El trabajo debe ser una necesidad moral nuestra, el trabajo debe ser algo al
cual vayamos cada mañana, cada tarde, o cada noche, con entusiasmo renovado,
con interés renovado. Tenemos que aprender a sacar del trabajo lo que tiene de
interesante o lo que tiene de creador, a conocer el más mínimo secreto de la
máquina o del proceso en el que nos toca trabajar. Nosotros tenemos que empezar
hoy a tomar esa nueva actitud ante el trabajo y cada hombre que se sienta feliz
en su trabajo, que se sienta feliz con su tarea de creador, que le inculque,
que expela todo su entusiasmo revolucionario, todo su entusiasmo creador hacia
los que les rodean, que riegue su conocimiento junto con su entusiasmo, que
movilice con su ejemplo, que no se quede en ser solo obrero de mérito, obrero
ejemplar, que lleve consigo a todos aquellos capaces de seguirlo, que emule con
todo el mundo, que ayude al mismo tiempo, que cristalice su entusiasmo en
grupos de trabajadores, que emule con otros trabajadores, que se convierta todo
esto en el centro de la sociedad; que se recuerde siempre que el más digno de
los trabajadores del país es aquel que pueda ostentar un título de trabajador
distinguido en cualquiera de las esferas de la producción. Si nosotros vamos
logrando esto, compañeros, caminaremos con las "botas de siete
leguas", caminaremos rápidamente hacia la construcción del socialismo,
hacia la sociedad socialista. La tarea está planteada.
En el transcurso
del posterior debate se determinó que por la muy baja asistencia a este taller
(tres personas) se decidió postergar este mismo texto para el próximo Taller
del 2 de febrero de 2013.