noviembre 08, 2022

Síntesis y conclusiones del Círculo de Lectura Nº 163

 Síntesis y conclusiones del Círculo de Lectura Nº 163

“Código de las Familias en Cuba: ¿Por qué responsabilidad parental en lugar de patria potestad?”

Este texto escrito por la periodista Lisandra Fariñas Acosta, fue tomado de Cubadebate el 15 agosto 2022, y se trata de un análisis del anteproyecto de ley del nuevo “Código de las Familias”, sobre el tema de la responsabilidad paternal y de la madurez progresiva de la niñez e interés superior del menor, a tener en cuenta para el debate público propuesto en Cuba, para ser luego sometido a un referéndum para su definitiva aprobación. Profundiza fundamentalmente el cambio del concepto de la denominación de “patria potestad” a “responsabilidad paternal”, entendiendo como paternal a ambos progenitores. Teniendo en cuenta que el término de “patria potestad” proviene del antiguo derecho romano y que se traduce literalmente como “el poder del padre”, éste debe ser reemplazado por otro término que denote robustez y esté íntimamente vinculado al sentido de la responsabilidad. La innovación de que a partir de la nueva ley, los niños, niñas y adolescentes sean considerados también como sujetos de derecho y no solo como objetos o propiedad de sus padres. Se pone a debate la responsabilidad paternal, la patria potestad, la autonomía progresiva y el interés superior del niño. Es un cambio de visión en el modo en que se concibe la crianza y educación de los hijos e hijas como un acto de respeto y amor a la niñez con sentido de la responsabilidad, donde se articulen derechos y obligaciones mutuas entre padres e hijos. Con respecto a la madurez progresiva de niñas y niños en el nuevo Código de las Familias, se busca no tomar decisiones por parte de los padres sin que antes no se los escuche y trate de entender cómo ellos piensan, sin que esto permita que los menores puedan hacer lo que ellos quieran. Se trata de tomar siempre la mejor decisión, aunque a veces haya que pedir ayuda o asesoramiento, teniendo siempre en cuenta la participación de los niños. Es como una re conceptualización de la infancia, donde el niño no debe ser un objeto de deseos sino un sujeto de derechos. Cuando habla acerca del “interés superior” del menor, se refiere a las aspiraciones superadoras en su formación personal para enfrentar su propio futuro. También aclara que no se debe confundir el rol de autoridad con el autoritarismo, buscando siempre el desarrollo autónomo del niño teniendo en cuenta que la obediencia ciega mancilla la dignidad personal. Los padres tienen que ser los guías, los conductores para ayudar a la mejor formación de sus hijos y no fomentar la ignorancia. Un concepto de mucho valor es que el ejercicio de los derechos de un niño siempre debe ir acompañado de la responsabilidad y los deberes, que irán aumentando a medida en que ellos vayan creciendo y vayan asumiendo mayores niveles de responsabilidad en la vida. En definitiva se trata de educar con respeto para conquistar el respeto de nuestros hijos e hijas en la búsqueda de construir la familia que aspiramos.

Durante el posterior debate, se destacó que la propuesta de responsabilidad parental en la nueva Ley del Código de las Familias, implica la toma de conciencia por parte de los padres en el trabajo de orientación y de acompañamiento en la formación del niño con su total apoyo, entendiendo al niño como un sujeto de derechos y no como un objeto de propiedad de sus madres o padres. Llama la atención que a lo largo de todo el texto abordado, más allá que profundiza en el cambio de paradigma desde lo que se conoce como patria potestad a responsabilidad paternal, la palabra “responsabilidad” se reitera y se repite mucho. Es como cuando se aborda la frase de José Martí “ser cultos para ser libres”, acá se tratara de ser “responsables para ser justos” en la formación de nuestros niños. Se busca una articulación de derechos y de obligaciones mutuas entre los padres y sus hijos e hijas, como dice un párrafo tomado del texto abordado,…“el ejercicio de los derechos en un niño va acompañado de la responsabilidad y los deberes”… Luego se debatió acerca de lo que nos pasa acá, en nuestro país y también en muchos otros lugares, donde la escasa o la falta de educación es utilizada políticamente para dominar a nuestros pueblos, dificultando y/o manipulando sus voluntades a la hora de emitir un voto para elegir a sus conductores políticos. Y es por esto que consideramos que la formación y la educación deben ser abordadas con mucha seriedad y compromiso. Hay madres adolescentes que no poseen suficiente formación para la educación y el acompañamiento de sus hijos. Con respecto al concepto de “madurez progresiva” del niño, es correcto poder responder siempre a todas sus preguntas, de acuerdo al grado de comprensión que ellos y ellas tengan, y consultar si no estamos seguros. Debemos aprender a asumir nuestra responsabilidad con compromiso. Si bien sabemos que los hijos se parecen más a sus tiempos que a sus padres, muchas veces éstos no quieren aceptar límites propuestos por sus padres. Siempre debemos ponernos de acuerdo mamá y papá ante una actitud de orientación y apoyo a nuestros hijos e hijas. En general, la lectura de éste texto nos demuestra la importancia de la participación a través del debate colectivo del pueblo cubano en la elaboración de ésta Ley, lo que seguramente le ha servido también como un espacio de formación.

Finalmente hemos acordado abordar para el próximo Círculo de Lectura un texto tomado de Cubadebate, escrito por la Dra. Ana María Álvarez Tabío: “El código que merecen las familias cubanas”

Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba, 05 de noviembre de 2022

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