Círculo de Lectura # 181 - Mayo de 2024
Trabajo final de la Cátedra José Martí Participante:
Máximo
Schneebeli, integrante del Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba Bariloche,
Prov. de Río Negro, ARGENTINA Marzo de 2024
Parte I
José
Martí Pérez
Un
cubano de toda la América nuestra (1853-1895)
“El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor,
sino de qué lado está el deber”.
“Debe hacerse en cada momento lo que en cada momento es
necesario”.
José
Martí
Introducción
Quiero,
en primer lugar, agradecer a los organizadores de La Cátedra José Martí por
haberme permitido participar, y de esa manera ampliar y profundizar mis
conocimientos acerca de José Martí, el Héroe Nacional Cubano, el Apóstol, el
Maestro y el Prócer de América.
Para
comprender mejor la personalidad y el pensamiento de José Martí se hace preciso
tener en cuenta algunos aspectos de su vida y en el tiempo que le tocó vivir.
Nació
en La Habana en el siglo XIX, el 28 de enero de 1853, y sus padres fueron Mariano
Martí y Leonor Pérez, ambos naturales de España. Inicia sus estudios primarios
en una escuelita de barrio, y allí conoce a Fermín Valdés Domínguez, quien
fuera su mejor amigo desde la niñez.
“Tiene el leopardo un abrigo En su monte seco y pardo:
Yo tengo más que el leopardo Porque tengo un buen amigo”.
José
Martí, (de los versos sencillos)
Es
el autor de una vasta obra, como fuente imprescindible de inspiración, consulta
y conocimientos para los cubanos y para la humanidad toda. Sus elevados
principios y su vocación latinoamericana, internacionalista y antiimperialista
lo sitúan como un intelectual de extensa cultura y el más grande pensador
político hispanoamericano del siglo XIX.
Su
accionar político comienza con sus jóvenes 15 años, hasta su paso a la
eternidad con 42 años. Toda su obra escrita está publicada en 27 tomos. Podemos
decir entonces que ha escrito, en promedio, un tomo por año.
Las
dos fuentes que nutrieron a José Martí fueron el presbítero Félix Varela,
defensor de la abolición de la esclavitud y también defensor de la
independencia de Cuba, y el pedagogo y filósofo José de la Luz y Caballero,
fundador además de la escuela cubana, cuyas enseñanzas le llegan al Apóstol de
manera directa a través de su maestro Rafael María de Mendive, un destacado
intelectual, literato, poeta y eminente educador de vasta cultura.
Las
bases del pensamiento martiano están fundamentadas sobre tres pilares: la
ética, el sentido de lo propio y lo autóctono, y su apego por las clases
populares.
“Con los pobres de la tierra Quiero yo mi suerte echar El
arroyo de la sierra Me complace más que el mar”.
José
Martí, (de los versos sencillos)
A
muy corta edad, en su adolescencia a los quince años, publica su primer
artículo en las páginas del periódico juvenil El Diablo Cojuelo, donde deja de
manifiesto su posición antiesclavista e independista, mencionando la frase
“Yara o Madrid”, en alusión al inicio de la guerra por la independencia de Cuba
de España, iniciada el 10 de octubre 1868 por Carlos Manuel de Céspedes en el Oriente
cubano.
A
lo largo del siglo XIX en Cuba se dieron diferentes corrientes que
caracterizarían a las luchas políticas. Entre las más importantes se destacaron
los reformistas, los anexionistas y los independentistas. Los reformistas
planteaban mantenerse bajo el dominio español, donde Cuba sea una provincia de
España tutelada por un gobernador español, pero aboliendo la esclavitud. Los
anexionistas, que eran los más afines a las intenciones norteamericanas,
pretendían que Cuba se integre como un estado más a los Estados Unidos, y
conservando la esclavitud. Por último los independentistas, que propugnaban la
eliminación total de la esclavitud y la independencia de Cuba con soberanía
política y económica, y que luego fueron liderados por el hacendado Carlos
Manuel de Céspedes quien liberó a sus propios esclavos y alzó en armas a los
cubanos, considerado como el primer hecho fundacional de las Revoluciones de
Liberación Nacional de Cuba.
También
a los 15 años de edad José Martí publica el 23 de enero de 1869, en el primer y
único número del periódico La Patria Libre que él mismo creara, su poema
dramático “Abdala”, donde aborda la que sería una de las inquietudes y
angustias permanentes a lo largo de toda su vida, que es el conflicto entre el
amor a la madre y a la familia de origen, y el amor a la patria.
“El amor, madre, a la patria no es el amor ridículo a la
tierra, ni a la yerba que pisan nuestras plantas; Es el odio invencible a quien
la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca. ”
José Martí.
En
el año 1870 José Martí, con tan solo 16 años de edad, fue condenado a seis años
de privación de libertad con trabajo forzado, por el delito de infidencia y
acusado de 'enemigo declarado de España'. Luego fue deportado a España, donde
estudió Derecho, y Filosofía y Letras. Allí escribió su primer libro titulado
“El presidio político en Cuba” donde relata sus experiencias como preso
político en Cuba y lanza un apasionado e inteligente alegato en favor de la
libertad de su pueblo.
“Dolor infinito, porque el dolor del presidio es el más
rudo, el más devastador de los dolores, el que mata la inteligencia, y seca el
alma, y deja en ella huellas que no se borrarán jamás”.
José Martí
Luego,
en el año 1875 regresa nuevamente a su continente amado, radicándose en México.
También vivió un tiempo en Guatemala para viajar posteriormente a los Estados
Unidos, donde Martí estuvo durante quince años, la mayor parte de su vida: “Viví en el
monstruo, y le conozco sus entrañas”.
El
26 de noviembre de 1891 pronuncia un discurso en Tampa, La Florida, Estados
Unidos, entre los emigrados cubanos conocido como “Con todos,
y para el bien de todos”, donde formula las concepciones básicas del
Partido Revolucionario Cubano con la finalidad de trabajar en base a principios
éticos y políticos para 'la creación de una República justa y abierta, que
unifique el territorio, en el derecho, en el trabajo y en la cordialidad,
levantada con todos y para bien de todos'. Decía el Apóstol que: “Es preferible
el bien de muchos a la opulencia de pocos”.
En
el marco de su concepción de la guerra necesaria, humanitaria y breve para
contribuir con un rápido triunfo a la independencia absoluta de la Isla de
Cuba, y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico, funda entonces el 10 de abril de
1892 el Partido Revolucionario Cubano (PRC) bajo la concepción de partido único
sin fines electorales, y también el periódico Patria como vocero del Partido,
para difundir sus bases y sumar voluntades bajo una dirección política y
militar unificada con la finalidad de vencer definitivamente al ejército
español y fundar posteriormente la República de Cuba, soberana e independiente.
Si bien la guerra iniciada por Carlos Manuel de Céspedes llevaba ya más de 24
años, era preciso tomarse el tiempo necesario para crear una eficiente
organización política, dejando de lado las divisiones y el caudillismo. Nos decía
el Maestro que: “En política, resistir vale tanto como arremeter”.
En
marzo de 1895, junto al general Máximo Gómez firman en la República Dominicana
el Manifiesto de Montecristi, titulado 'El Partido Revolucionario Cubano a
Cuba', que es un documento político en el que se describen los objetivos y los
propósitos del Partido Revolucionario Cubano, y un llamado a la nueva guerra breve
y necesaria en contra del colonialismo español, en el que se convoca al combate
a todos los elementos de la sociedad cubana.
En
abril de 1895 el Apóstol se integra como combatiente en la guerra, y el 19 de
mayo cae en combate en Dos Ríos, alcanzado por tres disparos en un inesperado
encuentro con tropas realistas españolas.
El
Héroe Nacional de la República de Cuba, José Martí, siempre tuvo una conciencia
clara acerca de la muerte, no la temía y no la vio como algo terrible, sino
como algo natural, y así lo reflejó en múltiples ocasiones en su colosal obra: “La muerte
no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”. Al morir
pasó a la eternidad para siempre, dejándonos su valiosísimo legado y siempre
estará presente entre nosotros, como reza el Himno de Bayamo: “Morir por la
Patria es vivir”.
“Yo quiero salir del mundo Por la puerta natural:
En un carro de hojas verdes A morir me han de llevar”.
“No me pongan en lo oscuro A morir como un traidor;
Yo soy bueno, y como bueno Moriré de cara al Sol!”
José
Martí, (de los versos sencillos)
José
Martí es un prócer cubano y latinoamericano con características muy
particulares, ya que se trata de un hombre de un pensamiento independentista
revolucionario para Cuba, y al mismo tiempo con un profundo sentido
antiimperialista en general. A pesar de su rebeldía contra el gobierno colonial
español, pero no contra el español honrado y bondadoso que vivía en la isla,
mantuvo un marcado respeto y lealtad por la cultura española y por su idioma.
El Apóstol entendió a la guerra contra el coloniaje español como una guerra
necesaria, pero que debía ser breve para evitar un mayor e innecesario
derramamiento de sangre. Otra característica que sobresale enormemente en él,
es que además de ser un político con una visión muy amplia, era al mismo tiempo
también escritor, poeta, periodista y revolucionario.
Con
respecto al movimiento literario fue uno de los fundadores del Modernismo
Hispanoamericano hacia los finales del siglo XIX. Sus ideales de emancipación
no solo eran de carácter político, sino también de carácter cultural y ético
con una proyección nacional, continental y universal.
El
Apóstol nos ha dejado un enorme legado, una enorme cantidad de enseñanzas, de
principios, valores y definiciones que por lo general se caracterizan por lo
breves, sintéticas y de sólido y profundo contenido. Su gran vocación por la
enseñanza lo sitúan junto a Simón Rodríguez entre los más grandes precursores
de la pedagogía emancipadora hispano americana. La vida de Martí fue en sí misma,
un acto pedagógico. Conceptos como: “Conocer es resolver”; “La intuición es un
auxilio muchas veces poderoso, pero no es una vía científica e indudable para
llegar al conocimiento"; “Crear en lugar de copiar”; “Hacer es la mejor
manera de decir”, lo definen además en su propuesta de lucha
por una educación emancipadora en el marco de la pedagogía de la independencia,
de la indignación, del amor y de la justicia. Decía: “Enseñar,
que es lo más bello y honroso del mundo”; “Educar es como un árbol: se siembra
la semilla y se abre en muchas ramas”; “Educar es poner coraza a los males de
la vida”; “Enseñar al niño, a la vez que el abecedario de las palabras, el
abecedario de la naturaleza”, teniendo en cuenta que el conocimiento es el
único bien que aumenta cuando se comparte. Los hijos y los nietos se parecen
más a sus tiempos que a sus padres y abuelos, ya que nuestro transcurrir por la
vida es un proceso en constante evolución y desarrollo del cual todos somos
protagonistas, pero con la responsabilidad de transmitir lo mejor para ellos.
En "Cartas de Martí", La Nación, Buenos Aires, 14 de noviembre de
1886 dijo: "La enseñanza ¿quién no lo sabe? es ante todo una
obra de infinito amor". Martí propone una postura anticlerical en la
educación, pero respeta toda creencia religiosa y reitera: "Todo
el mundo tiene derecho a su propia conciencia”. De su lección hemos
de aprender todos los días para garantizar la República moral “con todos y
para el bien de todos”, contribuir al “Equilibrio
del mundo”
y alcanzar el bien mayor del hombre, “La dignidad plena del hombre”.
La
vocación de justicia del Héroe Nacional de Cuba, lo hizo convertirse desde muy
temprano en un jurista justo, por realizar constantemente la justicia para
lograr “la dignidad plena del ser humano”. Tengamos en
cuenta que la verdadera justicia siempre es legítima, pero el Poder Judicial
muchas veces suele convertirse en una estructura política corrupta a favor de
los intereses de las clases dominantes. Entonces vale decir que el Apóstol es
un jurista justo, atendiendo a que él es ante todo un hombre justo. Decía que:
“Hacer
justicia es hacérnosla”; “De la justicia no tienen nada que temer los pueblos,
sino a los que se resisten a ejecutarla”; “Lo justo y lo necesario no se
detienen jamás”; “La justicia, la igualdad del mérito, el trato respetuoso del
hombre, la igualdad plena del derecho: eso es la revolución”; “Un hombre que se
conforma con obedecer a leyes injustas, y permite que pisen el país en que
nació los hombres que se lo maltratan, no es un hombre honrado”.
En
su papel de periodista, escribió columnas en La Nación - de Argentina -,
Opinión Nacional - de Venezuela; La América - en EEUU; y El Partido Liberal, de
México. Su estricta honestidad intelectual era un complemento muchas veces
“molesto” en su destacada escritura. Sus textos valían tanto por la forma como
por el contenido, y las necesidades materiales que en ocasiones lo acusaban no
mellaron la franqueza de sus artículos. En diversos ámbitos fue silenciado o
excluido. En algunos casos, dada la valía de su pluma, el camino expeditivo era
la censura parcial de sus trabajos. Nos decía José Martí: “Un hombre
que no actúa como piensa, o que no se atreve a decir lo que piensa, no es un
hombre honrado”.
“Yo soy un hombre sincero De donde crece la palma.
Y antes de morirme quiero Echar mis versos del alma”.
José
Martí, (de los versos sencillos)
Su
enorme curiosidad y el permanente interés de tomar conocimiento de todo lo
posible, lo llevó a incursionar en los temas más diversos. En el siglo XIX se
desarrollaron muchas de las tecnologías basadas en la electricidad, como por
ejemplo la corriente eléctrica y la bombilla de la luz eléctrica. José Martí
manifestó: “Años hace, la electricidad era fuerza rebelde,
destructora y confusa. Hoy obedece al hombre, como caballo domado”; “La
disposición de los objetos anuncia ya el hermoso desenvolvimiento y futura
amplitud de la ciencia eléctrica”.
Entre
sus obras más destacadas se pueden mencionar: “La edad de oro” y “Los versos
sencillos”. La edad de oro es un libro de cuentos dedicado a los niños de
América que aparece publicado en julio de 1889, y considerada la mejor
literatura para niños escrita en español: “Para los
niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños
son la esperanza del mundo”. En él se refleja un proyecto con un fuerte
basamento cultural de carácter emancipador, con el fin de preparar a los
jóvenes para el ejercicio ciudadano cuando ellos sean mayores, considerando a
la educación y la formación cultural como una inversión social a futuro. Nos
decía el Maestro, el Prócer de América: “Ser culto
es el único modo de ser libre”.
En
octubre de 1891, en la ciudad de Nueva York, son publicados por primera vez los
"Versos Sencillos" de José Martí con una enorme popularidad de ayer y
para siempre, porque en esos versos inolvidables se plasman los más íntimos
sentimientos del Apóstol de la Libertad.
“Cultivo una rosa blanca,
En julio como en enero,
Para el amigo sincero Que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca El corazón con que vivo,
Cardo ni ortiga cultivo:
Cultivo la rosa blanca”.
José
Martí, (de los versos sencillos)
“Patria”
es un concepto emocional, es un sentimiento de identidad que está asociado a lo
nacional y a lo cultural. No se puede defender algo que no amamos, que no
apreciamos. Es por esto que debemos aprender a querer a nuestra Patria. Y la
patria tiene símbolos como son la bandera, el escudo o el himno, del mismo modo
como al amor se lo simboliza con la figura de un corazón. Nos decía el Maestro
que: “El patriotismo es un deber santo, cuando se lucha por poner la patria
en condición de que vivan en ella más felices los hombres”. Y
refiriéndose a Cuba, en su discurso en conmemoración al alzamiento patriótico
de Carlos Manuel de Céspedes frente al régimen colonial español, el 10 de
octubre de 1889 manifestó que: “La patria es dicha de todos, y dolor de
todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie”. Y en una
visión más amplia, total, dijo que: “Patria es humanidad”, lo que lo
convirtió en el más universal de los cubanos.
A
un siglo del natalicio de José Martí se conformó en La Habana la Juventud del
Centenario, que es un movimiento revolucionario de inspiración martiana, y el
28 de enero de 1953 realizaron la primera marcha de las antorchas como homenaje
al Apóstol, desde las escalinatas de la Universidad de La Habana hasta La
Fragua Martiana, lugar donde José Martí realizó trabajos forzados durante su
presidio político. Y el 26 de julio de ese mismo año liderados por Fidel
Castro, esa Juventud y Generación del Centenario tomaron por asalto el cuartel
militar Moncada de Santiago de Cuba en respuesta al golpe de Estado militar
perpetuado el año anterior por el dictador Fulgencio Batista. Ante el intento
fallido de lograr el éxito esperado, los combatientes fueron encarcelados y
enjuiciados. Fidel como abogado asume su propia defensa, pasando de ser acusado
en acusador y precisamente en su alegato, de una oratoria magistral, al
finalizar dice: «Condenadme, no importa, la historia me absolverá» inspirado en
el pensamiento martiano: “Un principio justo, desde el fondo de una
cueva, puede más que un ejército”. El alegato luego se convirtió en un
texto conocido como La Historia me absolverá, un documento de carácter jurídico
político. Y así se originó el Movimiento 26 de Julio que retomó una vez más las
banderas revolucionarias y libertarias, ya iniciadas en 1868 por Carlos Manuel
de Céspedes, pero con profundas concepciones martianas, abrazando el triunfo de
la Revolución victoriosa el 1ro de enero de 1959. Cuando le preguntaron a Fidel
quién había sido el autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada, él
respondió que había sido José Martí.
Fidel
Castro es el más grande de los discípulos de José Martí, ya que supo poner en
práctica el pensamiento y las enseñanzas del Maestro consecuentemente a lo
largo de sus noventa años de vida, y así fue como se logró el triunfo de la
Revolución victoriosa y la consecuente resistencia y lucha del pueblo cubano
durante 65 años frente al mayor enemigo que tienen los pueblos del mundo, que
es el imperialismo norteamericano.
Decía
Fidel que: «Podemos decirle a Martí que hoy más que nunca
necesitamos de sus pensamientos, que hoy más que nunca necesitamos de sus
ideas, que hoy más que nunca necesitamos de sus virtudes». No puede
haber nada más valioso en nuestras vidas que poder contar con un referente
político como es Fidel Castro y un referente filosófico como es José Martí. Es
por eso que el que el PCC se denomina Partido Comunista de Cuba, único,
martiano, fidelista, marxista y leninista.
Cuba
nos ha enseñado la mejor definición de solidaridad basada en principios
martianos: «Compartir lo que se tiene y no dar lo que te sobra» o «Repartir lo
poco entre muchos, y no lo mucho entre pocos». Lo ponen en evidencia sus múltiples
misiones internacionales de salud, los más de diez millones de alfabetizados en
todo el mundo por método cubano “Yo, sí puedo”, el desarrollo de las vacunas
cubanas contra el Covid-19, la Soberana y la Abdala donde Venezuela y Vietnam
han sido uno de los primeros beneficiarios, la Escuela Latinoamericana de
Medicina (ELAM) de La Habana que ha graduado a más de 29 mil jóvenes de 90
países. El Apóstol de América nos decía: “Buscamos
la solidaridad no como un fin, sino como un medio, encaminado a lograr que
nuestra América cumpla su misión universal. ”
El
“Destino Manifiesto” es una doctrina que expresa la creencia de que Estados
Unidos de América está destinado por la Autoridad Divina a expandirse hacia los
territorios no conquistados de Norteamérica.
John
Quincy Adams, diplomático y político estadounidense, formuló el 28 de abril de
1823 la “Teoría de la Fruta Madura” donde manifestó que hay leyes de
gravitación política como las hay de gravitación física, y así como una fruta
separada de su árbol por la fuerza del viento no puede, aunque quiera, dejar de
caer al suelo, así Cuba una vez separada de España y rota la conexión
artificial que la liga con ella, será incapaz de sostenerse por sí sola, y
tendrá que gravitar necesariamente hacia la Unión Norteamericana.
La
“Doctrina Monroe”, que es la ‘doctrina del patio trasero’, sintetizada en la
frase «América para los americanos», que también fuera elaborada por el
entonces secretario de Estado John Quincy Adams y atribuida al presidente James
Monroe el 2 de Diciembre de 1823, establecía que cualquier intervención de los
europeos en América sería vista como un acto de agresión que requeriría la
intervención de Estados Unidos, ya que consideraban a América Latina como parte
de su propio territorio.
Y
así fue como luego se inició la guerra contra México en 1846-48, anexándose a
Estados Unidos más de la mitad de su territorio. Y en el año 1903 se produjo la
separación territorial entre Panamá y Colombia, que también fue una estrategia
política del gobierno de los Estados Unidos con el apoyo de la oligarquía
local, para la construcción del canal que buscaba la conexión de los océanos
Atlántico y Pacífico, y poder de ésta manera usufructuar de sus beneficios
económicos y comerciales.
En una carta inconclusa a su amigo
Manuel Mercado, el Apóstol le escribe: "...impedir a tiempo con la independencia de Cuba que
se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más,
sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para
eso."
Durante
la segunda guerra mundial los Estados Unidos han logrado atesorar más del 80%
del oro del mundo. Así fue como en el año 1944, mediante el acuerdo de Bretton
Woods se creó el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional
estableciéndose además el uso del dólar, con respaldo en oro físico, como
moneda para la transacción comercial mundial. Luego, para financiar la guerra
de Vietnam, enviaron al exterior miles de millones de dólares perdiendo una
importante cantidad de sus reservas en oro y así fue como en el año 1971, bajo
la administración de Nixon, el patrón oro fue suprimido, quitándole el respaldo
al billete, con lo cual la ilimitada impresión de dólares se convirtió en la
más grande estafa de la humanidad, ya que a partir de aquel momento el billete
dólar tan solo pasó a ser un símbolo de la riqueza, como si fuera el dibujo de
una manzana en lugar de la manzana misma. Y esos son los dólares que presta o
“alquila” el FMI al precio de sus intereses, sometiendo así políticamente a los
países endeudados. José Martí nos decía que: “El pueblo
que compra, manda. El pueblo que vende, sirve. El influjo excesivo de un país
en el comercio de otro, se convierte en influjo político. ”Transcurridas
dos décadas del siglo XXI, vemos como el imperio de los Estados Unidos ha
gestado grandes corporaciones empresarias, que haciendo uso de las modernas
tecnologías de la informática, la comunicación y la inteligencia artificial,
apropiándose además de los grandes medios y las redes sociales, le han
declarado una guerra cognitiva a la población, ejerciendo de esta manera el
poder real sobre las políticas tanto locales como internacionales. La saturación
de nuestras mentes haciendo uso de la dictadura del algoritmo, con un exceso de
información y sin permitirnos el tiempo necesario para procesar tantos datos,
además de falsas noticias acompañadas por el negacionismo, han provocado una
alienación mental programada, una manipulación de nuestras conciencias,
afectado la soberanía del pensamiento e invadiendo y colonizando nuestras
mentes en una flagrante violación intelectual.
Toda la inmensa obra de José Martí está
basada en su valentía, su inteligencia y su capacidad de pensamiento. Nos decía
el Maestro:
De pensamiento es la guerra mayor
que se nos hace, ganémosla a pensamiento”; “Trincheras de ideas valen más que
trincheras de piedra”.
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